El letrado que representó a Manos Limpias: "Se encaja a martillazos la malversación"
Sentencia de los ERE
"La sentencia no me convence, cuando para explicar una verdad hacen falta 1.800 folios, mal vamos como sociedad", ha añadido
El abogado Rafael Prieto Tenor, que durante el juicio de los ERE representó al sindicato Manos Limpias, ha mostrado este miércoles su disconformidad con la sentencia dictada por la Audiencia de Sevilla, al estimar que el tribunal ha encajado "a martillazos" el delito de malversación.
Rafael Prieto Tenor, que en el juicio exculpó al ex presidente Manuel Chaves y retiró los cargos por la malversación, ha explicado a este periódico que aunque "respeta" la sentencia, no está conforme con la misma porque "la norma y la jurisprudencia a la fecha de comisión de los hechos (que hay que distinguir tanto de las reformas legales posteriores como de la jurisprudencia posterior a la fecha de comisión de los hechos), no amparan esa condena por malversación".
Otra cosa es que se analicen "hechos antiguos a la luz de la norma posterior o de la jurisprudencia posterior. De hecho, la sentencia de los ERE fundamenta la malversación en sentencias de 2017, 2018 y 2019 justificando que las conductas antiguas están abarcadas también en los artículos reformados. Siendo eso cierto, no lo es menos que no cubre igual un paraguas abierto que cerrado", ha destacado.
La respuesta que dan las leyes y la jurisprudencia cuando se cometen los hechos es "deficiente, de lo contrario, no se habría reformado, hasta dos veces, con posterioridad ese delito. Por contra, la respuesta de la jurisprudencia hoy, a la luz de las normas mejoradas, es una respuesta integradora, reforzada, notoriamente más contundente y eficaz, que atiende mejor a la realidad social y con una técnica más depurada", ha señalado Rafael Prieto Tenor.
"Yo no tengo duda de que una serie de personas nos han defraudado como servidores públicos y esto siempre es un golpe duro para la sociedad. Pero no podemos contestar esa injusticia con la injusticia de encajarles a martillazos un delito que, a la fecha de los hechos, no estaba adaptado a esta realidad ni abarcaba estas conductas masivas. La prueba está en las sentencias absolutorias dictadas en aquellos años y en la necesaria reforma posterior, hasta en dos ocasiones, de ese delito", ha agregado.
Por último, el letrado que en su día ejerció la acusación popular por el sindicato Manos Limpias, insistió en su disconformidad con la decisión del tribunal. "La sentencia no me convence. Por cuestiones de justicia material y de retroactividad. Pero es más, cuando para explicar una verdad hacen falta 1.800 folios, mal vamos como sociedad".
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