La doble asesina guardó la ropa ensangrentada, se duchó y esperó a la Policía
Dos Hermanas
Preparó un macuto para la cárcel y cuidó de que sus hijos menores quedaran atendidos
Cuando los agentes llamaron a su puerta les pidió que esperasen porque estaba terminando de asearse
Joyce Greyce G.S., la brasileña encarcelada por el presunto asesinato con ensañamiento y alevosía de sus dos vecinos, se duchó tras el crimen, guardó la ropa ensangrentada, preparó un macuto con algunas prendas para la cárcel y a los policías que llamaron a su puerta les pidió que esperaran porque ya estaba terminando de asearse, según las declaraciones de testigos ante la juez.
El crimen ocurrió hacia las 14 horas del 24 de julio en la urbanización Vistazul de Dos Hermanas, cuando Joyce atropelló con su coche a la pareja formada por Manuel y Cristina y luego les remató con un cuchillo y una piedra, después de varios años de rencillas vecinales.
Ese mismo día por la mañana había llamado a su ex pareja para que se ocupara de sus dos hijos de 12 y 14 años “si ocurría algo importante”, como así sucedió.
Así se desprende de las declaraciones realizadas a lo largo de esta semana pasada en el juzgado número 4 de Dos Hermanas por los testigos del crimen. Uno de los dos policías que primero acudieron al lugar declaró a la juez que Joyce les abrió la puerta de su casa, les dijo que era ella quien había matado a las víctimas, les indicó donde estaba la ropa ensangrentada y les pidió que esperasen porque se había duchado y enseguida terminaba de asearse. Fuentes del caso informan a este periódico de que también tenía preparada una bolsa con algunas prendas para la cárcel.
El homicidio ocurrió después de años de denuncias mutuas y peleas debido a las molestias del refugio de 50 gatos que regentaban los fallecidos. En las últimas semanas Joyce temía que sus vecinos la denunciaran ante los Servicios Sociales por tener desatendidos a su hija de 14 años y a su hijo de 12. Tenía además otra hija mayor de edad.
Nada más agredir a sus vecinos, Joyce llamó a su hija de 14 años, que estaba en casa de una amiga, le dijo “los he matado” y pidió a la madre de esa niña que se hiciese cargo de sus dos hijos menores hasta que los recogiese su ex pareja. A su hijo de 12 años, que estaba en la vivienda de Vistazul, le indicó que debía ir con su hermana y esperar allí a su padre.
La mujer, de 41 años y nacida en Brasil, tenía permiso de residencia en España y estaba tramitando la nacionalidad española. Declaró a la juez que tenía ingresos de unos 1.300 euros al mes como limpiadora en economía sumergida. También declaró padecer una fuerte drogodependencia, haber estado consumiendo hachís desde primera hora de la mañana y haber dejado de tomar su medicación contra la depresión.
La acusada designa un abogado particular
En la causa se ha personado como acusación particular el abogado José Domingo Escolar en nombre de la familia de Cristina y la acusada ha designado un abogado privado en sustitución del letrado de oficio que le correspondió tras su detención.
Unos y otros han asistido a las declaraciones de los cinco primeros testigos en el juzgado número 4 de Dos Hermanas. Dos de ellos, los dos primeros vecinos que llamaron al 112, declararon que oyeron el fuerte impacto del coche contra las víctimas y contra una valla metálica. Ninguno vio la secuencia del atropello pero sí a Joyce blandiendo un cuchillo.
Las declaraciones de testigos se completaron con una amiga de Joyce que relató el clima “insostenible” que reinaba entre las dos partes, con denuncias mutuas y el reciente temor de la brasileña a que los Servicios Sociales le quitaran a sus hijos, según le habían amenazado Manuel y Cristina.
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