La reclusa que provocó un incendio en la cárcel de Alcalá es la doble asesina de Dos Hermanas
Sucesos
Joyce G.S., condenada a 38 años de prisión por matar a sus dos vecinos, sufre quemaduras en el 15% de su cuerpo y ha pedido el traslado al centro penitenciario de El Puerto de Santa María
Funcionarios de la cárcel de mujeres de Alcalá extinguen un incendio y salvan la vida a las internas del módulo 1
Condenada a 38 años de cárcel la mujer que mató a sus dos vecinos en Dos Hermanas
La reclusa que el pasado 27 de abril provocó un incendio en su celda de la cárcel de Alcalá de Guadaíra, lo que obligó a intervenir a varios funcionarios que le salvaron la vida, es la mujer que hace unas semanas fue condenada a 38 años de prisión por asesinar a sus dos vecinos en una parcela de Dos Hermanas. Joyce Greyce G.S., de 44 años y nacionalidad brasileña, está ahora ingresada en el hospital Virgen del Rocío. Entró con quemaduras en el 15% del cuerpo, fue operada este lunes y su pronóstico es grave, aunque su vida no corre peligro.
El suceso se produjo siete días después de que la Audiencia de Sevilla le impusiera 38 años de cárcel por atropellar, golpear con una piedra de grandes dimensiones y acuchillar en repetidas ocasiones a sus dos vecinos, una pareja que vivía en la planta baja del inmueble donde ella residía junto a sus dos hijos menores de edad. Los hechos ocurrieron el 24 de julio de 2020.
La sentencia, fechada el 20 de abril, la castigaba con 21 años por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, cometido sobre la víctima masculina, y 17 años por el mismo delito pero sin ensañamiento, cometido sobre la víctima femenina, en ambos casos con la atenuante de confesión. También fue condenada a indemnizar con un total de 230.000 euros a los familiares de los fallecidos.
Durante el juicio, los psiquiatras que entrevistaron a la asesina explicaron que es una persona “inestable” e “impulsiva” con una “tendencia al descontrol de sus impulsos”. Incluso acudió por voluntad propia a una consulta de salud mental “en busca de ayuda”. El trastorno mixto de personalidad y los rasgos paranoides de la acusada, que sin embargo no le hicieron ganarse ninguna atenuante a la hora de la condena, se mezclaron con su hartazgo por las amenazas de su vecina respecto a quitarle la custodia de sus hijos y esa combinación desató su ataque contra Cristina y Manuel. La propia magistrada que redactó la sentencia destacó su “brutalidad desmedida”.
Al hilo del carácter de Joyce G.S., hace un año y medio ya tuvo un incidente con varias reclusas de la cárcel de Alcalá cuando le tocó pasar allí una noche para declarar en los juzgados de Dos Hermanas durante la investigación del crimen. De hecho, su intención es cumplir la condena en el centro penitenciario de El Puerto de Santa María (Cádiz), donde permaneció durante el periodo de prisión preventiva anterior al juicio, y así se lo ha solicitado ya al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. Fuentes del centro alcalareño no descartan que el incendio fuese un intento de llamar la atención y de forzar que atiendan su petición de traslado.
Según la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), sindicato exclusivo en el ámbito penitenciario, todo sucedió sobre las tres y cuarto de la tarde del jueves 27 de abril, a la hora de descanso de las internas. Una de ellas comenzó a golpear la puerta de su celda, situada al fondo del módulo 1, a la vez que llamaba por el interfono pidiendo ayuda. Los funcionarios del departamento, que subieron rápidamente al ver la humareda que salía del habitáculo, se encontraron al entrar con que estaban ardiendo el colchón, las colchas, las sábanas y la ropa. Aun así, a pesar del riesgo que corrían, sofocaron las llamas y salvaron la vida de la interna, que acabó con quemaduras en los pies, las rodillas, los brazos y la espalda. Debido a la humareda, también fueron evacuadas las demás celdas de las galerías ocupadas por internas, que fueron trasladadas al patio del módulo para preservar su integridad.
La magnitud del incendio fue tan grande que se presentaron en la cárcel hasta dos camiones de bomberos. Tras enfriar la celda, ventilaron la prisión y felicitaron a los funcionarios de servicio por su actuación.
Joyce G.S. fue trasladada al departamento de Enfermería de la prisión. Tras ser atendida por los servicios médicos del centro penitenciario, que le realizaron las primeras curas, fue desplazada en ambulancia a la unidad de quemados del hospital Virgen del Rocío, donde aún permanece ingresada.
7 Comentarios