La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
delito de desórdenes y riña tumultuaria
Mano dura con los 25 ultras del Sevilla FCdetenidos el pasado lunes por la pelea tumultuaria que tuvo lugar en Pamplona en septiembre pasado, donde se enfrentaron con palos y artefactos explosivos con los grupos radicales del Osasuna. La juez de Instrucción número 12 de Sevilla, que estaba ayer en funciones de guardia, los ha dejado en libertad pero les ha impuesto una medida cautelar que les impide acercarse a un kilómetro de cualquier estadio de fútbol durante la celebración de partidos oficiales o amistosos a lo largo de la temporada 2023-2024.
Los hinchas radicales fueron puestos ayer a disposición judicial y la juez acordó esta medida a instancias de la Fiscalía de Sevilla. La magistrada dictó un auto en el que ha impuesto a todos los detenidos -miembros de los Biris Norte- una medida cautelar consistente en la "prohibición de aproximarse a menos de mil metros a estadios de fútbol donde se disputen ese día partidos de fútbol, de carácter oficial o amistoso, en los que participen equipos de primera división 'La Liga EAsports', Segunda División 'La Liga Hypermotion', Primera División RFEF, y Segunda División RFEF en España, Campeonato Nacional de la Copa de su Majestd el Rey, Liga de Campones de la UEFA Champions League y UEFA Europa League, durante el transcurso de los mismos y durante las cuatro horas anteriores a su celebración y las cuatro horas posteriores a su conclusión".
Esta medida, añade la juez María Antonia García Montes, deberá tener vigencia durante la temporada 2023-2024, "sin perjucio de la prórroga que pueda acordarse, en su caso". En el mismo auto, la magistrada requiere a la veintena de investigados para que "se abstengan de realizar cualquier acto que suponga infracción de la prohibición impuesta", apercibiéndoles de que en caso de no cumplirlo se podría actuar contra ellos por un delito de quebrantamiento de medida cautelar y "se podrá convocar la comparecencia regulada en el artículo 505 para la adopción de la prisión provisional" o de otra medida cautelar que implique mayor limitación de su libertad personal.
La juez ha dictado esta contundente resolución a instancias de la Fiscalía de Sevilla, que solicitó la imposición de la misma al amparo de los artículos 544 bis y 13 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal por "la gravedad y naturaleza de los hechos". En este sentido, durante la comparecencia de los detenidos en el juzgado -en la que también estuvo presente un abogado de la Liga Profesional de Fútbol-, el fiscal expuso que la medida es "indispensable para evitar una escalada en la espiral de violencia entre seguidores radicales violentos de equipos de fútbol aprovechando la celebración de partidos y para preservar el orden público y la vida e integridad de aquellos ciudadanos ajenos a los hechos que pudieran resultar lesionados por ese comportamiento violento de estos grupos".
La Fiscalía consideró que la medida era "necesaria y proporcionada" en relación con la restricción de la libertad que supone para los detenidos y así ha acabado acordándolo la juez en el auto de medidas cautelares.
Para garantizar el efectivo cumplimiento de la medida, la juez ha dado traslado de la misma a la Oficina Nacional de Deportes, órgano policial que se enmarca en la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, que tiene como cometido "las funciones de coordinación y apoyo a los coordinadores de seguridad en acontecimientos deportivos, así como todas aquellas relacionadas con la prevención de la violencia en los espectáculos deportivos, actuado a estos efectos como Punto Nacional de Información".
La denominada operación policial Malika se desarrolló el pasado lunes por las Brigadas Provinciales de Información de Sevilla, Pamplona y Málaga, bajo la coordinación de la Comisaría General de Información y contó con el apoyo de la Oficina Nacional de Deportes (OND). En el trascurso de la misma se practicaron 25 detenciones en Sevilla, nueve en Pamplona y dos en Málaga.
Entre los investigados, según explicó ayer la Policía Nacional, hay nueve ultras que fueron detenidos en los aeropuertos de Sevilla y Málaga cuando se disponían a desplazarse a la ciudad francesa de Lens para asistir al partido correspondiente a la sexta joranda de la Champions League entre el Lens y el Sevilla.
De los 25 detenidos en Sevilla, la Policía puso en libertad a uno que no participó en la pelea, puesto que aquel día estaba en Sevilla, y otro que padce una discapacidad fue citado para declarar en el juzgado de guardia junto al resto de investigados.
Los arrestos se produjeron más de dos meses después de que se produjera aquella riña multitudinaria entre los aficionados radicales Indar Gorri (Fuerza Roja) y Biris Norte. La reyerta tuvo lugar el sábado 23 de septiembre poco antes de que comenzara el encuentro entre el Osasuna y el Sevilla. La Policía intervino para atajar los enfrentamientos entre aficionados de Osasuna y Sevilla en el barrio de Azpilagaña en Pamplona, cerca del Estadio de El Sadar.
En aquel momento se procedió a la detención de dos hombres como presuntos autores de un delito de tenencia de aparatos explosivos, inflamables o incendiarios en el transcurso de los enfrentamientos entre aficionados de Osasuna y Sevilla en Pamplona.
Los dos fueron identificados en un vehículo que portaba material pirotécnico, palos y sobre todo un aparato explosivo de fabricación casera consistente en un aerosol con un petardo adosado para que produzca una gran explosión que puede causar importantes daños e incluso graves lesiones a las personas, ha informado la Policía Nacional.
Se encontraron además otros dos aparatos similares, uno ya explosionado, como el que portaban los dos detenidos, en las proximidades de la Avenida Zaragoza. La identificación y posterior detención se ha producido en el transcurso de unos incidentes registrados en las inmediaciones de la Avenida Zaragoza, donde miembros de grupos radicales de ambas aficiones habían quedado para enfrentarse cuerpo a cuerpo.
Estos altercados, según destacó entonces la Policía Nacional, fueron rápidamente controlados puesto que desde primeras horas de la mañana se sabía que miembros de Biris Norte se iban a desplazar a Pamplona. Los agentes pudieron intervenir nada más comenzar los incidentes entre ambos grupos radicales y llegaron a identificar a un grupo de unas 70 personas procedentes de Sevilla.
En uno de los automóviles registrados se encontraron palos de grandes dimensiones y material pirotécnico, pudiendo ser este coche el utilizado por el grupo radical como vehículo lanzadera y de distribución de material. Una vez restablecida la normalidad e identificados los aficionados del Sevilla, en cumplimiento de la Ley del Deporte y para evitar más incidentes y de mayor gravedad, la Policía acompañó fuera de Pamplona a dicho grupo y se les retiraron las entradas que portaban para ver el partido en El Sadar.
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