La pesadilla de María del Monte e Inmaculada Casal un año después del robo
El asalto al chalé de María del Monte
La pareja afronta los hechos que ocurrieron en su vivienda en la madrugada del 25 de agosto de 2023
El psiquiatra forense acredita el daño psicológico de María del Monte e Inmaculada Casal
Los 98 días de Antonio Tejado en prisión
Este domingo 25 de agosto se ha cumplido un año del asalto al chalé de María del Monte e Inmaculada Casal, en el que cinco individuos irrumpieron por la fuerza en la vivienda. Un año después del robo, la investigación judicial está prácticamente finalizada, a la espera de una serie de flecos, y hay ocho personas investigadas, entre ellas el sobrino de la popular cantante, Antonio Tejado, que está en libertad tras haber pasado 98 días en prisión. Mientras tanto, la pareja afronta como puede este primer aniversario del acontecimiento más traumático por el que han tenido que pasar y que les ha causado un daño psicológico que incluso ha sido acreditado por el psiquiatra forense del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla.
El psiquiatra forense ha concluido que tanto María del Monte como Inmaculada Casal tienen diagnosticado un trastorno adaptativo por estrés que guarda una relación directa con "la vivencia psicotraumática sufrida" como consecuencia del robo en su domicilio. El dictamen explica que María del Monte padece ansiedad y sensación de temor al recordar el asalto sufrido en su vivienda, algo que la propia artista ha confirmado en las manifestaciones que ha realizado en los últimos meses.
A día de hoy, María del Monte sigue recordando con claridad todo lo relacionado con el asalto, como lo que hacían los cinco ladrones que entraron en su casa, la ropa que llevaban -iban ocultos con pasamontañas- y las amenazas que les profirieron para lograr que les facilitara el código para la apertura de la caja fuerte, de la que se llevaron un botín en relojes y joyas valorados en más de un millón de euros.
En el caso de Inmaculada Casal, el psiquiatra forense avala igualmente el trastorno adaptativo que padece y que guarda igualmente relación directa con el asalto, así como el tratamiento psicológico que ha precisado al igual que María del Monte, y destaca que sufre ansiedad y depresión en una intensidad "moderada/importante" y sensación de "angustia" al recordar el asalto sufrido en su vivienda. Inmaculada, además, sufrió lesiones físicas durante el robo, dado que los ladrones llegaron a maniatarla con el cable del teléfono móvil.
35 minutos de pánico
El robo en la vivienda de María del Monte e Inmaculada Casal duró exactamente 35 minutos. El asalto comenzó sobre las 04:40 horas de la madrugada del 25 de agosto de 2023 y finalizó sobre las 05:15 horas, cuando los cinco ladrones se hicieron un botín valorado en un millón de euros en relojes y joyas y 14.500 euros en efectivo.
La banda accedió a la vivienda por su parte trasera, que linda con un descampado, para posteriormente abrir la puerta principal de "dos patadas", puesto que también sabían que el pestillo estaba roto o tenía holgura y nunca se echaba la totalidad de los pestillos. A la Guardia Civil le llamó desde un principio la atención que los autores del robo tuvieran "tanta seguridad respecto a la apertura de la puerta principal", puesto que de haberse reparado el pestillo inferior o cambiar la rutina de cierre de la puerta para dormir "no hubieran podido acceder sin el uso de herramientas".
Durante el tiempo que duró el asalto, los ladrones "golpearon y amenazaron de muerte a una de las víctimas" hasta que María del Monte accedió a abrir la caja fuerte, después de recibir una seria amenaza. "Me dio un empujón y me dijo tienes tres minutos para abrir la caja fuerte o me llevo a la niña [la hija de Inmaculada] y la mato", declaró María del Monte.
Los asaltantes disponían de "información privilegiada", que la Guardia Civil atribuye haberla facilitado precisamente al sobrino de María del Monte y que determinó que éstos se distribuyeran perfectamente por la vivienda, acudiendo cuatro de los atracadores a la planta superior de la casa, donde estaban la pareja y dos familiares, y al sotano, en el que dormía la empleada del hogar.
La Guardia Civil explica que, a pesar de las amenazas, la pareja percibió que existía una "cierta sensación o intención de protección" hacia ellas por parte de los autores, quienes incluso les ofrecieron agua, lo que hizo sospechar a los investigadores que podrían haber recibido una orden -por parte de la persona que les dio lo que en el argot policial se conoce como el Santo, dar información privilegiada y ofrecerla a un tercero- para que no se agrediera a María e Inmaculada.
Además, la banda conocía que las cámaras de videovigilancia no funcionaban desde hacía bastante tiempo ni tampoco la alarma, que no solían conectar desde hacía varias semanas porque había dejado de prestar servicio la empresa que la gestionaba.
A los investigadores también les sorprendió que los delincuentes no portaran herramientas ni maquinaria para abrir la caja, dándose incluso la ridícula circunstancia de que ni siquiera tenían bolsas para el traslado de los efectos finalmente sustraídos, valiéndose para ello de una "colcha" de la vivienda.
Fueron a tiro hecho, porque sustrajeron los objetos de varios joyeros y armarios situados en el dormitorio principal y no había constancia de que registraran ninguna otra estancia de la vivienda.
Los flecos de la investigación
La Fiscalía pidió recientemente al juez de Instrucción número 16 de Sevilla que ampliara la investigación por otros seis meses, hasta marzo de 2025, debido a que todavía quedan algunos flecos para concluir la investigación. Así, todavía quedan diligencias acordadas en su día y que están pendientes de recibir, como el volcado de los teléfonos de los otros implicados, la entrega por parte del Instituto de Medicina Legal de Sevilla de los informes sobre las lesiones psicológicas de algunas de las víctimas del robo, y también la última línea de investigación que abrió la Guardia Civil precisamente a raíz del volcado del teléfono de Antonio Tejado y en la que se requirió a la compañía telefónica los registros de llamadas y los posicionamientos de una persona que no figura actualmente entre los ocho imputados en la causa.
El volcado del teléfono móvil de Antonio Tejado reveló su supuesto interés en reunirse con el boxeador ruso Arseny Garibyan porque éste tenía que darle "dinero" a Antonio, según el análisis que realizó la Guardia Civil del intercambio de mensajes de texto y audios de whatsapp entre ambos.
La Guardia Civil destacó en su informe la "urgencia o necesidad" que Antonio Tejado tenía en ver a Arseny Garibyan a finales de diciembre pasado, un interés que para los agentes responde a que el ciudadano ruso tenía que "darle dinero" a Antonio Tejado. En ese avance del volcado -los agentes sólo han analizado por ahora una parte de los datos contenidos en el móvil del sobrino de la cantante- aparece una grabación de audio realizada a las 13:41 horas del 26 de diciembre de 2023, en el que Antonio Tejado le refiere a su amigo el ciudadano ruso que él no ha comprado nada de los regalos de Reyes y por eso pedía verle, llegando a referirle "y ya de eso ¿vale?... antes de Reyes y eso", algo que "llama la atención de los investigadores puesto que no quiere referirle directamente el punto en común del interés por verlo antes de Reyes para, según se puede desprender y bajo el criterio de los investigadores, poder comprar los Reyes".
Tejado no recibió finalmente ningún dinero
La Guardia Civil cree que el sobrino de María del Monte "no terminó recibiendo el dinero que esperaba tras la venta o transacción que debía realizar Arseny Garibyan", lo que vendría a explicar que finalizaran los contactos entre ambos. Pero aún así, concluyen los agentes de la Guardia Civil, "dado el contexto de las conversaciones y cuando se inician las mismas, los investigadores no descartarían que ese dinero pudiera ser producto de la venta de algún efecto de los hechos investigados. Por lo que, de ser así, Antonio Tejado no conocería el destino final de los mismos ni el producto económico de éstos", asevera el informe policial, al que ha tenido acceso este periódico.
El estudio del teléfono móvil de Tejado permitió averiguar igualmente un hecho que hasta ahora era desconocido en la instrucción del caso: Antonio Tejado y Arseny Garibyan mantuvieron un encuentro la tarde del 23 de agosto, a menos de dos días del robo al chalé, en el que participó una tercera persona -con la que también hay conversaciones por whatsapp- que no está investigada por ahora en esta causa y que tiene antecedentes policiales por delitos de robo con fuerza y lesiones. Esta es la otra línea de investigación que se abrió a raíz del volcado del teléfono de Antonio Tejado.
El sobrino de la cantante está en libertad desde el pasado 20 de mayo, tras haber pasado 98 días en prisión y tanto él como los otros cinco individuos que fueron encarcelados en el mes de febrero tienen una orden de alejamiento que les prohíbe comunicarse y aproximarse a las víctimas a menos de 500 metros. Desde que salió de prisión, Antonio Tejado ha mantenido un discreto silencio y no ha realizado declaraciones a la prensa.
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