Los padres de Marta del Castillo piden al juez que reabra la investigación contra el hermano de Carcaño
Nuevo giro en el asesinato de Marta del Castillo
La pelea de Miguel con su hermano no fue por el impago de un préstamo sino que pretendía encubrir "una trama de estafas y falsedades para la concesión de hipotecas"
La "última oportunidad" de encontrar a Marta del Castillo
La familia aporta al juzgado nuevos indicios para tratar de acreditar la "veracidad" de la última versión del asesino, en la que culpó a su hermano de la muerte de Marta
Un nuevo giro en la investigación once años después del asesinato y la desaparición de Marta del Castillo. Los padres de la joven asesinada el 24 de enero de 2009 han pedido al juez de Instrucción número 4 de Sevilla que reabra la investigación por homicidio contra Francisco Javier Delgado, hermano de Miguel Carcaño, que fue archivada en mayo de 2013, después de Carcaño acusara a su hermano de haber matado a Marta de dos golpes con la culata de una pistola, tras una fuerte discusión por motivos económicos.
La familia ha aportado en el juzgado nuevos indicios con los que pretenden acreditar la "veracidad" de esa última versión del crimen ofrecida por Carcaño –la séptima desde que fue detenido como principal autor del asesinato–, y que revelarían que el motivo de la discusión que habría acabado con la muerte de la joven no fue un "simple impago de la hipoteca, sino el encubrimiento de un delito de falsedad documental y estafa en la que estarían implicados no sólo los dos hermanos, sino terceras personas que facilitaron o participaron en la contratación de la hipoteca" del piso de León XIII, donde se produjo el asesinato de Marta.
Los nuevos datos, según el escrito presentado en el juzgado por la abogada Inmaculada Torres –que representa a la familia de Marta–, han surgido gracias a la colaboración del propio Miguel Carcaño, tras la reunión que mantuvo en la prisión de Herrera de la Mancha –donde cumple su condena– el 24 de febrero de 2017 con el padre de Marta, Antonio del Castillo.
Tras ese encuentro, Carcaño le envió una carta al padre autorizándolo a solicitar la documentación presentada en el BBVA para la concesión del préstamo hipotecario. También le envió otra carta a la letrada de la familia ofreciéndose a otorgarle incluso un poder notarial para que pudiera acceder a la documentación, aunque al final no hizo falta dicho poder.
Todos esos documentos falsos aparecieron en el curso de una averiguación patrimonial realizada por la Audiencia de Sevilla, después de que Miguel Carcaño plantease pagar a los padres 20 euros mensuales de indemnización.
Y es ahí donde se ha conocido que en octubre de 2009, unos meses antes del asesinato de Marta del Castillo, una sucursal del BBVA de Dos Hermanas le concedió un préstamo hipotecario por importe de 108.622,44 euros para la adquisición de la vivienda de León XIII, en una operación en la que, según la acusación particular, el "más beneficiado fue Francisco Javier Delgado, pues no sólo se quedó en posesión del inmueble, sino que percibió 32.420,44 euros" en un cheque nominativo que habría sido ingresado en la cuenta de su socio en el bar Dseda.
Para lograr el crédito, Carcaño aportó un contrato de trabajo por tiempo indefinido como ayudante de camarero en el bar "El Menos dos Grados" de La Rinconada, varias nóminas de junio a agosto de 2008 por importes de entre 1.200 y 1.400 euros mensuales, un informe de vida laboral en el que constaba de alta en la empresa desde el 3 de septiembre de 2008, y un certificado del dueño del negocio indicando que Miguel cobraba los fines de semana 480 euros en concepto de horas extraordinarias.
Carcaño nunca trabajó en un bar de La Rinconada
Todos esos documentos aportados –vida laboral, contrato indefinido, nóminas, certificado de empresa y el resto– son falsos, dado que Carcaño nunca trabajó en ese bar y otra sospecha surge del hecho de que la sociedad tenía como objeto social la compraventa de bienes inmobiliarios, una finalidad muy alejada de la explotación de un bar.
Estas revelaciones llevan a la acusación particular que ejerce Inmaculada Torres a considerar que la discusión que tuvo lugar entre los hermanos "no vino motivada por el simple impago de una hipoteca, sino algo mucho más grave". La acusación considera que estos datos muestran el auténtico "móvil de la muerte de Marta", que va más allá de esa discusión, puesto que tras la muerte de Marta se escondería una estafa y una falsedad documental en la que estarían implicadas más personas.
En noviembre de 2008 Carcaño sacó dinero de la cuenta donde se cargaba el préstamo y la dejó sin saldo para pagar el recibo de la hipoteca. En diciembre el préstamo se pagó con recargo y en el mes de enero de 2009 se produjo el primer impago, por lo que el director del banco avisó y el 22 de enero, dos días antes del asesinato de Marta, se realizó una transferencia por importe de unos 1.000 euros cuyo emisor no está identificado, de lo que la acusación concluye que podría conducir al descubrimiento de una "trama de estafas y falsedades para la concesión de hipotecas".
Estos hechos, insiste la acusación, vendrían además corroborados por la confesión realizada en la Policía por Francisco Javier García Marín, el Cuco, cuando fue detenido por el quebrantamiento de la orden de alejamiento, y que fue grabada por el supuesto infiltrado en el entorno de la familia del Cuco. En esa confesión, el que fuera menor recordó que cuando se presentó en el piso de León XIII la noche del 24 de enero de 2009 fue amenazado por el hermano de Miguel Carcaño, quien supuestamente le dijo que "o lo ayudaba o lo quitaba de en medio", y añadió que entre Miguel y su hermano se deshicieron del cuerpo.
La séptima versión del crimen de Marta ofrecida por Miguel Carcaño fue desestimada por el entonces juez de Instrucción número 4, Francisco de Asís Molina, el 3 de mayo de 2013, cuando acordó el archivo de la causa abierta por un delito de homicidio contra Francisco Javier Delgado. Ese auto de archivo fue confirmado el 26 de mayo de 2014 por la Sección Tercera de la Audiencia, en una resolución en la que los magistrados aseguraban lo siguiente: "La nueva línea de investigación estaría justificada si se aportasen datos objetivos, ya fueran de directa imputación, ya periféricos a las manifestaciones contenidas en el atestado policial, que las corroboraran e hicieran mínimamente creíbles, pero no si las basamos en una nueva narración de los hechos de Miguel Carcaño…"
Y es precisamente en este auto en el que se basa la familia de Marta para solicitar ahora al juzgado de Instrucción número 4 –que ahora dirige el magistrado Álvaro Martín, que en su día procesó a los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán en el caso de los ERE– la reapertura de la investigación contra Javier Delgado. Según la abogada de la familia, todos estos datos son "nuevos y desconocidos" y dan veracidad al testimonio de Carcaño en su última declaración, en cuanto que acusaba a su hermano de haber dado muerte a Marta del Castillo como consecuencia de una pelea que hubo entre los dos hermanos por la hipoteca.
La séptima versión de Miguel
La séptima y última versión de Miguel Carcaño quedó recogida en la declaración que prestó ante la Policía el 22 de febrero de 2013, cuando funcionarios del Grupo de Menores (Grume) se desplazaron a la prisión de Morón de la Frontera, donde entonces cumplía la condena de 21 años y tres meses que le impuso el Tribunal Supremo. El relato de cómo ocurrieron los hechos, según esta versión de Carcaño, comienza en la tarde del 24 de enero de 2009, cuando Miguel Carcaño y Marta del Castillo llegan al piso de León XIII. Su hermano, Javier Delgado, está en ese momento acabando de ducharse y preparándose para irse a trabajar.
Cuando Javier ve a Miguel, se inicia una discusión entre ambos por motivos económicos, porque supuestamente Miguel había adquirido unos productos bancarios cuando hizo la hipoteca del piso y había gastado otros 800 euros en la moto, por lo que la cuenta estaba al descubierto y no había fondos para pagar la mensualidad del préstamo.
La discusión fue subiendo de tono y Miguel se marchó a su cuarto, donde le esperaba Marta del Castillo, que intervino en la pelea para mediar entre ambos hermanos. Fue entonces cuando, continúaba Carcaño, su hermano sacó una pistola que solía llevar encima cuando iba a trabajar al bar y que tendría en su poder debido a su profesión de vigilante de seguridad. Según la declaración de Carcaño, recogida de puño y letra por los funcionarios policiales en un total de diez folios y que se tardó seis horas en completar, su hermano le propinó dos únicos golpes a Marta con la culata del arma.
La joven cayó al suelo inerte y Miguel comprobó con el tensiómetro que, efectivamente, había muerto. Serían aproximadamente las nueve de la noche. Después de un desconcierto inicial, Javier Delgado decide ir a buscar el coche de su ex mujer, para proceder a deshacerse del cadáver.
El juez consideró que esta versión era “inverosímil y fantasiosa”
El entonces juez de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, dio carpetazo en sólo 21 días a una investigación policial que se había prolongó durante un año. El magistrado acordó el 3 de mayo de 2013 el archivo de las diligencias abiertas por un delito de homicidio contra Francisco Javier Delgado, el hermano de Miguel Carcaño, en un auto en el que criticó la "nula credibilidad" del asesino confeso y califica de "inverosímil y fantasiosa" su séptima versión del crimen.
Según el magistrado, el nuevo relato que Carcaño hizo a la Policía en la prisión es "inconsistente, ilógico e increíble". El juez analizó en el auto de archivo la credibilidad de la nueva versión de Miguel Carcaño y sostuvo que, desde un punto de vista subjetivo, su credibilidad es "nula" porque "quien desde una conducta de extrema crueldad ha sido capaz de mentir tantas veces, facilitando a su antojo versiones tan distintas sobre los hechos y posee una mente manipuladora según se deduce del informe de los médicos forenses, no puede recibir hoy de manera tan gratuita tamaño reconocimiento", sobre todo, explica el juez después de haber dado tantas versiones "variopintas" sobre el destino del cuerpo y en las que ha incriminado "a su antojo al menor y a Samuel, según conviniera", además de haber "intentado –o simulado– quitarse la vida en prisión".
Para el magistrado, que Carcaño afirme ahora que está diciendo la verdad resulta de una incredibilidad "notoria y grosera". En cuanto a la credibilidad objetiva, es decir, a la valoración crítica del contenido de su declaración, el juez concluye que la versión que ofrece ahora carece del "más mínimo elemento de corroboración objetiva capaz de poner en cuestión la presunción de inocencia de Javier Delgado".
El juez estudió su declaración, punto a punto, y señaló que Miguel describe que habría recibido una "verdadera paliza", pero sin embargo los testigos que le ven al día siguiente en su casa "no observan en él signo alguno exterior de haber recibido esa paliza". Tampoco es lógico ni creíble, continúa, que el hermano desplegara "una violencia brutal mucho mayor" con Marta por haber intercedido en la discusión entre ambos hermanos.
La entrada de Francisco Javier García Marín, el Cuco, en el piso de León XIII es "disparatada", porque no es lógico que Miguel abriera sin más la puerta sabiendo que en el piso "acababan de matar a una niña".
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