La maquinaria de Magrudis puede acabar en la chatarrería

Caso Magrudis

La juez acuerda levantar el precinto de las naves donde se elaboraban los productos

La Guardia Civil precinta la sede de Magrudis.
La Guardia Civil precinta la sede de Magrudis. / Juan Carlos Vázquez

La maquinaria de la empresa Magrudis, responsable del mayor brote de listeriosis detectado en España y que ha causado la muerte de cuatro personas, seis abortos y más de 200 afectados, puede acabar en la chatarrería. El juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla, que investiga esta causa, celebró a finales de febrero pasado una comparecencia a la que asistieron las partes personadas, donde se dio cuenta del escrito remitido por la Consejería de Justicia comunicando la "imposibilidad" por parte de la Administración autonómica de ofrecer los medios necesarios para el traslado y depósito de los efectos embargados en julio pasado en las naves de Magrudis y Elaborados Cárnicos Mario.

La comparecencia tenía por objeto decidir sobre la posibilidad de "realización anticipada" de los bienes embargados, toda vez que "los gastos de conservación y depósito son y serían superiores al valor de los objetos". Tras oír a todas las partes, el juzgado ha acordado librar un oficio al perito que emitió el informe sobre la valoración de los bienes para que amplíe el mismo "en el sentido de aclarar la situación de antieconomicidad de los bienes números 14 y 26, indicando los gastos de desmontaje y revitalización en perfecto funcionamiento en otras instalaciones, incluyendo la mano de obra y valorando la posibilidad de destinar a chatarra estos efectos".

También se ha decidido que se valoren los vehículos embargados y que se encuentran intervenidos en el depósito judicial.

Finalmente, el juzgado ha dado un plazo de un mes a las partes personadas para que "se presenten ofertas de realización de los bienes embargados", las cuales podrán ser de forma individualizado sobre cualquiera de los bienes o de forma global, y también se podrán realizar ofertas sobre los vehículos embargados "aun cuando no conste la tasación de los mismos que se tendrá en cuenta".

El juzgado ha admitido que se presenten ofertas de "empresas o de particulares que previos abono del precio adquieran los mismos", incluyendo a empresas o particulares que "se dediquen a la compra de chatarra".

Tras esta comparecencia, la juez Pilar Ordóñez ha dictado una providencia en la que ha acordado levantar el precinto de las naves industriales donde estaban ubicadas Magrudis y Elaborados Cárnicos Mario, en el Polígono el Pino de Sevilla, una decisión que ha adoptado tras la comparecencia mencionada.

De la misma forma, se han entregado a los propietarios de las naves las llaves de las mismas, realizándoles las advertencias legales oportunas sobre la "necesidad de conservación de los bienes con la diligencia que corresponde a tenor de lo señalado en el artículo 1.788 del Código Civil".

Embargo de maquinaria, cuentas y seis vehículos

En junio de 2020, el juzgado decidió embargar los “enseres, bienes muebles, maquinaria industrial, cámaras frigoríficas u otras de similares características” que pueda haber en la sede de la empresa, en la nave del Polígono industrial El Pino de Sevilla, pero la diligencia de embargo no se ha podido materializar hasta el día de ayer debido a que se mantenía el estado de alarma por la crisis derivada del coronavirus. Para llevar a cabo la diligencia de embargo, la instructora pidió previamente a la Junta de Andalucía que designara el personal adecuado para el “desmontaje y traslado de la maquinaria de Magrudis y Elaborados Cárnicos Mario al depósito judicial”.

De la misma forma, se acordó el nombramiento de un perito judicial para que, provisto de una cámara fotográfica, procediera a llevar a cabo el examen de los bienes muebles, con la finalidad de realizar con posterioridad un informe fotográfico y pericial.

La juez ordenó el embargo de las cuentas, la maquinaria y seis vehículos de los dueños de Magrudis, al no haber satisfecho la fianza de cinco millones de euros que se le impuso en febrero pasado para hacer frente de las posibles responsabilidades civiles derivadas de esta alerta sanitaria que provocó cuatro muertes, seis abortos y más de 200 afectados.

El juzgado embargó las cuentas y bienes de los dueños de la empresa, en total cinco personas: José Antonio Marín Ponce, su esposa Encarnación Rodríguez, los hijos Sandro José y Mario Marín Rodríguez, y su cuñada, Isabel Rodríguez.

En el caso de José Antonio Marín, como no aparece que sea titular de ningún bien, el juzgado embargó las cantidades que posee en las cuentas corrientes a su nombre, mientras que en el caso de la mercantil Magrudis, además de las cuentas, se decidió el embargo de cinco vehículos: un Peugeot 308, una furgoneta Renault Trafic, un Nissan Juke, un Seat Ibiza y un Volkswagen Polo.

En cuanto a Sandro José Marín, además de las cuentas, se embargó un vehículo, un BMW520D, también un contrato de valores y “los derechos que tiene sobre la marca La Mecha del todo natural”, que está inscrita en la oficina de marcas y patentes.

A la esposa del dueño, Encarnación Rodríguez, se le embarga además de las cuentas un plan de pensiones, y a su hermana, Isabel Rodríguez, el 50% de un piso de su propiedad, según el decreto de embargo del juzgado, que tiene fecha del 19 de mayo pasado.

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