Un guardia civil se interpuso entre una maltratada y el ex marido que pretendía dispararle
Agresor y agente se encañonaron mutuamente durante unos segundos
La Audiencia de Sevilla juzgará este lunes a un hombre que se enfrenta a 13 años de cárcel por intentar matar a su ex esposa, a la que persiguió hasta el cuartel de la Guardia Civil de Osuna y allí llegó a encañonar al agente que estaba de guardia en la puerta y que se interpuso entre la víctima y el agresor.
Según quedó grabado en las cámaras de seguridad, el agresor y el guardia civil llegaron a apuntarse mutuamente con sus armas hasta que otro agente libre de servicio y un policía local de Sevilla que casualmente se encontraban en el lugar consiguieron reducir al acusado.
Se trata de Antonio Luis M.M., quien sobre las 15 horas del 3 de marzo de 2020 acudió al domicilio de su ex esposa en Osuna, entró y le espetó a uno de sus hijos, menor de edad, “¿dónde está, que la mato?”. Tras comprobar que su exmujer no estaba en el inmueble salió acompañado por el menor y le refirió que la madre le había cortado unos olivos.
Sobre las 15:25 horas, al percatarse de que ella llegaba en su vehículo a las inmediaciones de la casa, cogió una escopeta semiautomática que guardaba en el asiento del copiloto del vehículo. El arma estaba en ese momento descargada y con ella apuntó a la mujer y apretó el gatillo, para acto seguido introducir dos cartuchos en el arma y guardar otros cuatro en el bolsillo delantero de su pantalón y encañonarla.
La mujer huyó a bordo de su vehículo y llegó hasta el cuartel de la Guardia Civil de la calle Alfonso XII, donde denunció lo sucedido. Antonio Luis, según el escrito de acusación al que tuvo acceso este periódico, la siguió portando la escopeta hasta la garita de entrada, donde ella se ocultó.
Afirma el fiscal que no llegó a conseguir su propósito de atentar contra la vida de su ex debido a que se interpuso en su camino el guardia civil de la puerta, que se hallaba uniformado y en el ejercicio de sus funciones. Pese a ello, el acusado le apuntó con el arma, haciendo caso omiso a los requerimientos del agente, que lo apuntaba con su arma reglamentaria, para que la bajara.
Aprovechando que el acusado miraba hacia dentro del cuartel, en busca de la víctima, el guardia civil se abalanzó contra él, cayeron al suelo y con auxilio de dos agentes francos de servicio -un guardia civil y un policía local de Sevilla- lograron desarmar y reducir al acusado, que en todo momento prefería expresiones tales como “vengo a matarla”.
Está acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa por el que le piden nueve años de prisión con la agravante de parentesco y otro delito de atentado, con una petición de cuatro años de cárcel.
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