Los test de la mordida fueron sometidos a una "segunda opinión" técnica antes de rechazarlos

Investigación por cohecho / el caso de los maletines "Speedy bag"

Antonio Sanz aseguró que esa segunda valoración se realizó para demostrar al empresario que el rechazo del producto se debió una cuestión técnica y no a que rechazara la mordida

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Los maletines de la mordida fueron sometidos a una "segunda opinión" técnica antes de rechazarlos
Los maletines de la mordida fueron sometidos a una "segunda opinión" técnica antes de rechazarlos

Los maletines "Speedy bag" que se intentaron vender al Servicio Andaluz de Salud con una comisión de cinco millones de euros fueron sometidos a una "segunda opinión" técnica, tras haber sido rechazados en una primera ocasión, por la gerente del hospital de Valme, por lo que se volvió a realizar un nuevo estudio en el hospital Virgen de las Nieves de Granada.

Durante los inicios de la pandemia del coronavirus, el Consejo de Gobierno de la Junta había aprobado un presupuesto de 120 millones para comprar material sanitario de urgencia y, según declaró a la Policía el director general de Gestión Económica y Servicios del Servicio Andaluz de Salud (SAS), José Antonio Miranda, se recibieron "infinidad de ofertas, muchas de ellas sin garantía alguna, pues muchos empresarios aprovecharon la oportunidad para tratar de lucrarse injustamente".

Ante esta situación, se centralizaron todas las ofertas en un mismo correo electrónico de la Junta. Como muchas de las ofertas no eran válidas, se estableció un procedimiento basado en tres criterios: Necesidad del producto; análisis de la calidad, para lo cual se realizaba un análisis por parte de personal técnico; y precio y plazo de entrega. Cuando estos tres criterios eran contrastados, se procedía a la compra. En caso contrario, como ocurrió con los maletines de detección del Covid elaborados por la empresa de Corea del Sur PCL, eran rechazados.

El análisis técnico de los test de detección de Covid-19 se centralizó en la persona de la gerente del hospital de Valme, María Jesús Pareja, quien se encargaba de todas las validaciones de los test y a la que se enviaban las ofertas desde la subdirección de Compras y Logística. Tras analizar los maletines ofertados, la gerente los rechazó porque "no cumplían la normativa de bioseguridad en la manipulación y realización de pruebas diagnósticas", según la normativa vigente del Ministerio de Sanidad.

Sin embargo y a pesar de esa valoración negativa, que según el procedimiento establecido debía suponer el rechazo de la oferta, se procedió a un segundo análisis, que se realizó en el hospital Virgen de las Nieves de Granada. La gerente de este hospital, María de los Ángeles Rescalvo, también acabó rechazando el producto ofertado.

El director general de Gestión Económica, José Antonio Miranda, aseguró en su declaración que se enteró con posterioridad que había sido sometido a un segundo tratamiento de validación técnica y precisó que en este caso se llevó acabo para "disipar cualquier tipo de dudas y contrastar la calidad del producto", si bien añadió que "no sabe cómo se decidió que el segundo análisis fuera realizado en Granada".

Por su parte, el viceconsejero de la Presidencia de la Junta, Antonio Sanz, también fue interrogado por la Policía durante su declaración como testigo sobre esta segunda valoración técnica. Antonio Sanz le dijo a los investigadores que tras haberse reunido en el Parlamento con el empresario denunciante, Félix Guerrero, se decidió por parte de la Consejería de Salud someter el producto "a una segunda valoración técnica para demostrarle que la decisión de no contratación se debe a una cuestión técnica y no debido a la no aceptación por Félix de la mordida solicitada para la contratación de los productos".

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