El loco del chándal: "Está todo muy bien preparado para que yo siga en prisión"
El sargento de la Guardia Civil que participó en la investigación asegura que había un "terror tremendo" en la población ante la llegada del acusado
La víctima del incendio: "Ha destrozado mi casa y mi vida"
Manuel González González, conocido como el loco del chándal, que fue excarcelado tras la derogación de la Doctrina Parot pese a que había sido condenado a 169 años por agresiones con arma blanca a un total de 16 mujeres y la muerte de una de ellas, ha asegurado este martes en el juicio que se ha iniciado contra él por el incendio de una vivienda en Almadén de la Plata que no cometió este delito porque, según ha dicho, estaba en otra localidad, en concreto, en Martorell (Barcelona). "Hay un interés grande en que yo siga en prisión; está todo muy bien preparado para que yo siga en prisión", ha afirmado el acusado, que se enfrenta a una petición de 15 años de cárcel.
Al inicio del juicio en la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla, el acusado se ha acogido a su derecho a no declarar a las preguntas de la Fiscalía y de la acusación particular que ejerce la familia de los afectados por el incendio -el ex alcalde de Almadén José Luis Vidal y sus hermanas-, porque entiende que "la prórroga de los dos años" de prisión provisional "es el reflejo del juicio".
Sí que ha respondido a las preguntas de su abogado defensor, Miguel Mahón, al que ha asegurado que la noche del 11 al 12 de marzo de 2017, cuando ocurrieron los hechos, estaba en Martorell, y ha insistido en varias ocasiones en que "para nada" ha cometido los hechos que se le atribuyen.
En la vista oral también ha declarado el sargento de la Guardia Civil que participó en la investigación de los hechos, quien ha destacado el "terror tremendo" que había en toda la localidad de Almadén ante la llegada de Manuel González, porque todos conocían sus antecedentes y referían el "miedo" que existía en la localidad, si bien también responsabilizaban del incendio al acusado.
La defensa ha planteado como cuestión previa la nulidad de la entrada y registro de la vivienda de la madre del acusado, donde fue intervenida una garrafa con gasolina y tres esprays de pintura, al entender que se ha vulnerado el derecho de la inviolabilidad del domicilio porque se hizo sin orden judicial ni presencia de letrado y sin autorización de la propietaria, la madre del acusado. También ha solicitado que se revele la identidad de un testigo protegido, algo que ha sido rechazado por el tribunal al considerar que la petición es "extemporánea", al haberse presentado fuera de plazo, mientras que sobre la entrada y registro el tribunal ha dicho que se pronunciará en sentencia.
Sobre la forma en la que se accedió a la vivienda también ha sido interrogado el sargento de la Guardia Civil, que ha asegurado que la misma fue "autorizada verbalmente" por la madre del acusado, quien además "sabía perfectamente" para qué se estaba pidiendo la autorización y la mujer "no puso ningún problema porque insistía en que su hijo no había hecho nada, no tenía nada que ver" con el incendio, animando incluso a los agentes a que entraran y cogieran las pruebas que quisieran porque insistía en que su hijo "no tenía ninguna participación" en el incendio.
El coche seguido por las cámaras de tráfico
Otros agentes han corroborado que el vehículo utilizado por la familia, un Xsara Picasso, fue detectado el día de autos en otras provincias españolas por las cámaras de tráfico de la DGT, lo que habría posibilitado que se marchara a Martorell después de haber participado en los hechos. En concreto, los agentes han corroboró que sobre las 17:53 horas del día 10 de marzo, un día antes, el coche fue detectado en el paso fronterizo de Badajoz a Portugal; el 11 de marzo, sobre las 10:55 horas, estaba en Guillena, localidad que dista tan sólo unos 40 kilómetros de Almadén; y finalmente el 12 de marzo fue localizado a las 06:24 horas en la salida de Madrid por la A-2 en dirección a Cataluña.
También se investigó el posicionamiento del teléfono del acusado, que no estuvo operativo hasta mediodía del 13 de marzo y posicionaba ya en Barcelona.
En la primera sesión del juicio al loco del chándal, que continuará mañana, también ha prestado declaración la víctima del incendio, la juez de Paz de Almadén de la Plata María Dolores Vidal, quien ha recordado las amenazas que había sufrido su familia y que atribuyen al acusado, como consecuencia de las manifestaciones que se habían celebrado en la localidad para evitar que Manuel González pasara a residir en el pueblo tras su excarcelación. "Nos tiraron huevos a la puerta y a la ventana, aceite en la acera e hicieron pintadas en la pared", ha dicho la mujer, que ha añadido que el loco del chándal le daba "miedo" porque algunos vecinos había escuchado decir que "tenía que matar" a su hermano, al que le dieron "una paliza" cuando ya no era alcalde.
La noche del incendio, María Dolores se despertó antes de las dos de la mañana al oír unos "golpes muy grandes en puerta", olía a gasolina y la fachada estaba ardiendo, y ha recordado cómo tuvo que ser rescatada por sus vecinos, dado que tiene problemas de movilidad y ella no podía salir sola de la vivienda. "Ha destrozado mi casa y mi vida", ha aseverado la testigo, que ha precisado que unos días antes del suceso, como juez de paz, le había notificado a los hermanos Manuel y José González González un auto de apertura de juicio oral, con requerimiento de fianza, en relación con la veintena de denuncias por daños, insultos y amenazas que se habían presentado contra ellos.
La Fiscalía de Sevilla reclama una condena de 15 años para Manuel González González, por haber provocado presuntamente un incendio en la vivienda de la hermana del ex alcalde de Almadén de la Plata José Luis Vidal (PP), con cuya familia mantiene una gran animadversión por las manifestaciones que se produjeron rechazando su vuelta a esta localidad, tras haber sido excarcelado gracias a la Doctrina Parot.
La Fiscalía de Sevilla acusa al loco del chándal de un delito de incendio con peligro para la vida de las personas, por el que reclama una condena de 15 años de cárcel, así como la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros María Dolores Vidal, la hermana del ex alcalde, y durante un total de 17 años.
El Ministerio Público recoge en su escrito que sobre las 01:42 horas del 12 de marzo de 2017, Manuel González González -que continúa en prisión provisional por estos hechos- se dirigió a la vivienda de María Dolores, donde con "ánimo de atentar contra el bienestar de su moradora, roció con gran cantidad de gasolina la puerta de madera que da acceso a la vivienda, y las ventanas adyacentes a la misma, también de madera y con persianas de plástico, procediendo entonces a prender fuego a la sustancia esparcida, y abandonando el lugar".
La detención del 'loco del chándal' en Almadén
De esta forma, se produjeron dos focos de ignición, uno en la puerta de entrada, y otro en la ventana derecha de la vivienda, prendiéndose en su totalidad por la acción del fuego, y "generando unas llamas y una humareda que se propagaron al interior de la vivienda donde se encontraba la víctima", que se encontró "atrapada al estar las vías de salida anegadas por el efecto del fuego".
La mujer se salvó por la "inmediata intervención de unos vecinos" que procedieron a sofocar parcialmente el fuego con una manguera y a continuación derribaron la puerta de entrada del domicilio. "A pesar de haber inhalado una cantidad importante de humo y de encontrarse en un gran estado de ansiedad, María Dolores no quiso ser asistida por los servicios sanitarios o asistenciales", precisa el fiscal, que reclama además al acusado el pago de una indemnización de 11.180,40 euros por los daños causados en el domicilio.
Dice el fiscal que el acusado ha mantenido "públicas disputas" tanto con María Dolores como con su hermano, el ex alcalde de Almadén José Luis Vidal, como consecuencia de las "manifestaciones celebradas en el municipio y en las que participaron activamente". Así, recuerda que estas protestas tenían como objetivo que el acusado y su familia no se instalaran en Almadén de la Plata de forma permanente, "con ocasión de la salida de éste de prisión, al acogerse a los beneficios penitenciarios reportados por la derogación de la denominada Doctrina Parot", dado el loco del chándal "se encontraba cumpliendo 169 años de prisión por la comisión entre otros de un delito de asesinato, seis delitos de asesinato frustrado y un delito de asesinato en grado de tentativa".
En junio de 2019, la juez de Cazalla de la Sierra decidió prorrogar por otros dos años la prisión provisional del loco del chándal por el "elevado riesgo de fuga" y para proteger a las víctimas, la familia del ex alcalde de Almadén de la Plata José Luis Vidal, con la que mantiene una "gran animadversión".
La acusación particular reclama 18 años de cárcel y 61.000 euros
El abogado Pedro Mancera, que ejerce la acusación particular contra el acusado, reclama una condena de 19 años de cárcel para Manuel González González, por un delito de incendio con peligro para la vida de las personas, tipificado en el artículo 351 del Código Penal.
El letrado solicita además que se prohíba al acusado aproximarse a menos de 500 metros de María Dolores Vidal, así como a su domicilio, trabajo y a cualquier otro lugar que sea frecuentado por ella, además de que se le impida igualmente comunicarse con ella por cualquier medio de contacto durante 17 años.
De la misma forma, Pedro Mancera reclama que el acusado sea condenado a indemnizar con 11.180,40 euros a María Dolores Vidal, como consecuencia de los daños ocasionados en la vivienda, y además reclama otros 50.000 euros de indemnización por las "secuelas psíquicas" causadas por estos hechos.
Condenado a 169 años, excarcelado tras la derogación de la Doctrina Parot
Manuel González González, que emigró a Cataluña con sólo cinco años, fue condenado en 1997 a 169 años de cárcel por agresiones con arma blanca a un total de 16 mujeres a las que también habría practicado tocamientos en sus genitales, ocasionando la muerte a una de ellas. Sin embargo, fue excarcelado a finales de 2013 tras la derogación de la Doctrina Parot, a pesar de que los informes no acreditaban su rehabilitación.
Su regreso a la localidad de Almadén de la Plata estuvo marcado por una concentración ciudadana en repulsa a que viviese en esta población e incluso la convocatoria de la junta local de seguridad, dado que el Ayuntamiento solicitaba la reapertura de la casa cuartel de la Guardia Civil y financiación para crear un cuerpo de Policía Local.
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