La juez deja en libertad a uno de los jóvenes de la 'Manada francesa' investigado por la violación de dos menores
Agresión sexual en grupo
Los otros tres investigados siguen en prisión, aunque han recurrido a la Audiencia
La juez de Instrucción número 15 de Sevilla, Silvia Patricia Soto, ha acordado la puesta en libertad provisional de uno de los cuatro jóvenes de nacionalidad francesa investigados por la violación de dos menores de edad a finales de agosto en un apartamento de la Alameda, aunque la instructora le ha retirado el pasaporte y no puede abandonar el territorio español, según han confirmado a este periódico fuentes del caso.
La decisión de la juez se produjo recientemente tras las declaraciones que los cuatro jóvenes realizaron el pasado 2 de octubre y en las que tres de los investigados volvieron a asegurar que las relaciones sexuales que mantuvieron con las menores fueron consentidas. El ciudadano francés que ha sido puesto en libertad se hallaba en el apartamento cuando ocurrieron los hechos, si bien no habría participado supuestamente en las agresiones sexuales, lo que habría motivado la decisión de la juez de dejarlo en libertad provisional, aunque continúa como investigado y tiene prohibido abandonar España.
Los otros tres franceses siguen actualmente en prisión provisional, pero su abogado ha recurrido a la Audiencia de Sevilla reclamando igualmente su excarcelación. La defensa también ha presentado un recurso en el que solicita la "nulidad" de las declaraciones que los cuatro jóvenes realizaron ante la juez a través de una videoconferencia desde la cárcel, al estimar que la traducción que se realizó de las mismas por los intérpretes oficiales no eran correctas.
En esas declaraciones que ahora cuestiona la defensa, los jóvenes, que tienen entre 20 y 25 años, alegaron que las relaciones fueron consentidas y afirmaron incluso que le preguntaron la edad a las jóvenes y éstas les dijeron que tenían 19 años.
Los investigados insistieron en los testimonios que han prestado en sus declaraciones anteriores, en las que habían manifestado que hubo consentimiento en las relaciones con las menores, al tiempo que precisaron que no conocían que las chicas fuesen menores de edad. Estas declaraciones se llevaron a cabo después de que se practicara otra prueba en el juzgado, en este caso una rueda de reconocimiento por parte de las víctimas, quienes también han declarado ya ante la instructora y han ratificado las acusaciones.
Los cuatro jóvenes de nacionalidad francesa fueron detenidos a principios del mes de septiembre pasado, acusados de la violación de las dos menores, a las que conocieron la noche del sábado 29 de agosto y a las que, tras consumir bebidas alcohólicas, invitaron al apartamento donde se alojaban por unos días. En dicho apartamento, las jóvenes fueron agredidas sexualmente y grabadas con el teléfono móvil de uno de ellos, según informó entonces la Policía Nacional. Se trata de un caso que recuerda a la violación de la Manada a una joven en los Sanfermines de Pamplona del año 2016, si bien en el caso que se ha descubierto ahora las víctimas son menores de edad.
Tras producirse la denuncia, en menos de seis horas los agentes pertenecientes al Grupo de Menores (Grume) de la Policía Nacional identificaron, localizaron y detuvieron a los individuos en el aeropuerto de San Pablo cuando intentaban abandonar el país.
La investigación comenzó el 31 de agosto, cuando el juzgado de guardia recibió una llamada del hospital informando de que dos menores, de 15 y 16 años, afirmaban que habían sido agredidas sexualmente por un grupo de chicos, por lo que desde el juzgado se envió al forense para examinar a las menores.
Las primeras diligencias permitieron averiguar que las agresiones sexuales múltiples habían sido cometidas presuntamente por cuatro varones, de nacionalidad francesa, que se encontraban en la capital andaluza pasando unos días.
Los detenidos habían conocido a las menores en una terraza de la Alameda de Hércules y las invitaron a varias consumiciones de bebidas alcohólicas. Desde un primer momento, intentaron embaucarlas, invitándolas a una fiesta en el apartamento donde se alojaban que disponía de una piscina en el ático, precisó la Policía cuando informó del arresto de los sospechosos.
Atraídas por la idea se desplazaron hasta allí, donde consumieron más alcohol hasta llegar a un estado de embriaguez y desorientación que aprovecharon los cuatro jóvenes para, presuntamente, agredirlas sexualmente. Las jóvenes fueron grabadas con un teléfono móvil a pesar de la resistencia física que opusieron para que no sucedieran los hechos.
Las diferentes y rápidas diligencias por parte de los investigadores permitieron identificar a los presuntos autores, y conocer que podrían tener previsto coger un vuelo esa misma tarde con destino a París, siendo localizados y detenidos en un tiempo récord por los agentes en el aeropuerto.
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