Hacia un Colegio de la Abogacía de Sevilla inclusivo

Colegios profesionales

La Asociación de la Abogacía Joven de Sevilla ya ha cambiado su nombre

Últimas elecciones a la Asociación de la Abogacía Joven de Sevilla con su antiguo nombre
Amanda Glez. De Aledo

04 de marzo 2019 - 02:00

La nueva Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Sevilla tomará posesión el 28 de marzo y una de sus primeras tareas será plantearse una reforma de estatutos para denominarse Colegio de la Abogacía de Sevilla, un paso hacia el “lenguaje inclusivo” que ya han tomado una docena de asociaciones hermanas en España.

Le ha tomado la delantera la Asociación de Abogados Jóvenes sevillanos, que el pasado 21 de febrero celebró Junta General y acordó de manera unánime pasar a denominarse Asociación de la Abogacía Joven de Sevilla.

A nivel andaluz la totalidad de sus once colegios (los ocho provinciales más los de Antequera, Jerez y Lucena) conservan aún la antigua denominación.

En España, el camino hacia este lenguaje inclusivo judicial lo abrió en enero de 2018 el Colegio de la Abogacía de Bizkaia (con mayoría de mujeres), que aprovechó también para retirar su referencia al “Señorío de Bizkaia”.

Según datos del Consejo General de la Abogacía Española, hasta el momento han cambiado su nombre los colegios de Albacete, Barcelona, Bizkaia, Gijón, Girona, Lanzarote, Lleida, Madrid, Tarragona y la Confederación Española de la Abogacía Joven. Tortosa ha pasado a denominarse “Colegio de Abogados y Abogadas de Tortosa”.

En todos los casos, las resoluciones hicieron referencia a la necesidad de abandonar lenguajes “obsoletos” y “necesitados de adecuación a los nuevos tiempos”.

La Asamblea General extraordinaria del Colegio de Abogados de Oviedo votó en junio de 2018 el cambio de denominación y se decantó (por 540 votos contra 429) por mantener el nombre anterior.

La primera mujer en incorporarse a un Colegio de Abogados de España fue María Asunción Chirivella Marín, que lo hizo en 1922 en el de Valencia. En 1924 fue Victoria Kent la primera colegiada en Madrid y poco después Clara Campoamor.

En los años 60 empezó el proceso de la incorporación mayoritaria de mujeres a los colegios profesionales pero no fue hasta los años 80 cuando empezaron a entrar en las Juntas de Gobierno y en el siglo XXI cuando se normalizaron las mujeres decanas.

Durante la reciente campaña electoral entre la abogacía sevillana solo la candidatura del luego elegido Óscar Cisneros planteó “la actualización y modernización de los Estatutos a los tiempos actuales”. No proponía específicamente el cambio de denominación la lista de Silvia Muñoz, integrada solo por mujeres.

En el proceso hacia un lenguaje inclusivo profesional destaca el caso especial del Colegio de Enfermería, el único que por su composición mayoritariamente femenina lleva esa denominación desde su nacimiento y no necesitará ninguna adaptación.

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