Salud sin fronteras
La IA y la humanización
Crimen machista
La Audiencia de Sevilla ha dejado este martes visto para sentencia el juicio contra Alfredo G.C., el ciudadano boliviano acusado de asesinar a su pareja en un piso de la Macarena y ocultar después su cuerpo en el río Guadalquivir, después de que un jurado popular lo haya declarado culpable de todos los delitos que le imputaban la Fiscalía y la familia de la víctima: asesinato, lesiones en el ámbito de la violencia de género y estafa. El veredicto, adoptado por unanimidad, también ha estimado las agravantes de parentesco y género al considerar que acabó con la vida de Virginia "precisamente por el hecho de ser mujer" y no aceptar la ruptura anunciada por la víctima. En cambio, el jurado ha rechazado que el homicida estuviese ofuscado por los celos y borracho cuando mató a su pareja. La única atenuante de la que se beneficiará el acusado, precisamente por "intoxicación por la ingesta de cerveza", tiene que ver con el delito de lesiones, es decir, con el golpe que le propinó horas antes de matarla.
El jurado ha considerado probado por unanimidad que Virginia y Alfredo convivían juntos en un bajo de la calle Ágata desde que reanudaron su relación en febrero de 2022 y que los hechos ocurrieron entre el 24 y el 25 de abril. "Durante una reunión festiva" con varios compatriotas en el inmueble, él "observó" que ella presentaba "marcas de chupetones en el cuello" que no eran suyas. Al pedirle explicaciones, ella le dijo que "era viejo y aburrido" y que quería irse con otro varón porque "era más hombre que él". El asesino "se molestó" tanto que "de forma sorpresiva le propinó un fuerte golpe" en la cara y "se abalanzó sobre ella". El resto de participantes en la fiesta evitó una nueva agresión y lo echó del piso.
Alfredo regresó por la noche al domicilio. Al verlo aparecer, Virginia se metió en su dormitorio. Él esperó a que el resto de personas presentes se quedasen dormidas y entró entonces en el cuarto con el propósito de matar a la víctima. "Para acabar con su vida se colocó encima, al tiempo que la presionó fuertemente en el cuello con un objeto no precisado hasta causarle la muerte por asfixia mecánica", ha relatado el portavoz del jurado. Así pues, la asesinó "cuando se encontraba durmiendo y con sus facultades psicofísicas mermadas por la ingesta de cerveza", de modo que "aprovechó su situación de indefensión" para poner fin a su vida "movido por los celos, al ser consciente de que ella pretendía abandonarlo".
Después, según indica el veredicto también por unanimidad, Alfredo "usó la tarjeta de crédito" de Virginia "para extraer dinero de varios cajeros con cargo a una cuenta corriente cuya titularidad exclusiva" era de la víctima. Entre el 25 de abril y el 7 de mayo llegó a sacar 8.140 euros.
Tras oír el veredicto, la Fiscalía ha modificado levemente sus conclusiones sólo en lo que atañe al delito de lesiones en el ámbito familiar y ha pedido diez meses de cárcel en vez de un año, pero ha mantenido su petición respecto al asesinato (veinticinco años) y la estafa (tres años). En resumen, ha reclamado un total de 28 años y 10 meses de cárcel para Alfredo G.C. La acusación particular ejercida por la familia de la víctima ha mantenido su solicitud de 29 años en total y la defensa ha interesado la pena mínima para cada delito. Como dato relevante, estas dos últimas partes personadas han sido ejercidas por abogadas del turno de oficio (Mar Hermano, que en el estrado ha estado acompañada por Helena Martínez, y Ruth Morillo, respectivamente).
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios