El jurado halla culpable de asesinato al hombre que mató a su ex mujer en Palmete

Violencia machista

El tribunal considera que Francisco Rodríguez se ensañó con la víctima y que ese día salió con la intención de acabar con su vida, al tiempo que ha apreciado una circunstancia agravante de género

Francisco R. T. confesó haber matado a su ex mujer en Palmete en junio de 2017
Francisco R. T. confesó haber matado a su ex mujer en Palmete en junio de 2017 / Juan Carlos Vázquez

El jurado popular ha hallado esta tarde culpable a Francisco Rodríguez del asesinato de su ex mujer, Encarnación Barrero, a la que asestó numerosas puñaladas tras esperarla en la barriada de Palmete. El veredicto, hecho público esta tarde, considera que el acusado cometió el crimen con ensañamiento y que ese día salió con intención de acabar con su vida, al tiempo que ha apreciado una circunstancia agravante de género.

Durante la vista oral, numerosos testigos, incluso el propio acusado, narraron que Francisco Rodríguez esperó agazapado detrás de un coche a que su ex mujer, Encarnación Barrero, su hijo menor, la prima de ésta, María José Barrero, y su pareja, salieran del domicilio.

El veredicto considera probado por unaminidad que Francisco Rodríguez apuñaló a María José Barrero y la la hirió de extrema gravedad con intención de matar, "de manera sorpresiva e inopinada, estando indefensa y sin poder reaccionar". Cuando vio que su ex mujer, Encarnación Barrero intentó huir, la persiguió hasta un garaje donde se había refugiado y, una vez allí "y con ánimo de acabar con su vida, le clavó repentinamente el cuchillo. Ella intentó defenderse, pero murió. El acusado le asestó las puñaladas consciente de querer aumentarle el sufrimiento". El jurado ha apreciado en este caso la agravante de género al considerar probado que Francisco Rodríguez Torralbo había amenazado en varias ocasiones a su ex mujer, a quien mató "como máxima expresión de su dominación sobre Encarnación por ser mujer"

Una de las vecinas avisó a María José que había un hombre escondido, ella se acercó y el acusado le asestó una puñalada y salió corriendo detrás del novio de la prima (que despistó al atacante) y Encarnación Barrero junto al menor, que se refugió en una cochera, donde Francisco Rodríguez le asestó varias puñaladas y donde finalmente murió.

El jurado considera que no se ha llegado a la convicción de que Encarnación Barrero "no tuviera ocasión de defenderse", por lo que no aprecia alevosía. Tampoco estima, por una mayoría de siete votos, que se den la circunstancias necesarias para aplicar al acusado la atenuante de confesión porque aunque se entregó en la comisaría de Nervión unas horas después de cometer los hechos, "no aportó ninguna prueba para esclarecer los hechos porque según declaró el jefe del Grupo de Homicidios, el cuchillo utilizado estaba en un descampado, pero no oculto".

Entre los hechos que menos controversia generaron durante el juicio está el quebrantamiento de la orden de alejamiento, algo que el jurado ha declarado probado por unanimidad. Respecto a la bicicleta que robó a un niño de 13 años para huir del lugar donde mató a su ex mujer, los miembros del jurado, por unaminidad, consideran que "no esgrimió un cuchillo pero sí le dijo al niño: esta bici es mía, a ver si tienes huevos de quitármela", por lo que cogió la bici sin violencia, pero sí con intimidación.

Ante este veredicto, tanto la fiscal como las acusaciones particulares se ratificaron en sus peticiones. La fiscal solicita un delito de homicidio con agravante de ensañamiento y género por la muerte de Encarnación Barrero y la tentativa de asesinato para María José Barrero, además de robo con intimidación y quebrantamiento de orden de alejamiento, en total 33 años. Por otro lado, las acusaciones se reiteran en las peticiones de asesinato y tentativa de asesinato y la defensa solicita la sentencia conforme a Derecho.

Durante la lectura del veredicto, el juez expulsó de la sala al acusado por interrumpir en varias ocasiones a la presidenta del jurado. Mientras que lo desalojaban seguía diciendo que todo lo que decía el veredicto era mentira y que él lo había hecho por sus hijos. No ha sido esta la primera vez que Francisco Rodríguez ha levantado la voz en la sala. En los cuatro días que ha durado el juicio ha mostrado su disconformidad con lo que decían algunos de los testigos. Es más, cuando el veredicto fue devuelto por la mañana, el acusado llegó a decir que se cortaría el cuello antes de volver otro día más de juicio.

Mucho más calmado estuvo en la última palabra del juicio, antes de quedar visto para el veredicto, diciendo que sentía mucho lo que había ocurrido. “Pido perdón a la familia y a mis hijos. Ahora estoy bien”.

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