La peor cara del fútbol: "Matad a esos biris jaja"
Finaliza la instrucción tras cinco años
La juez procesa por un total de ocho delitos a 25 ultras implicados presuntamente en los incidentes de la final de la copa del Rey de 2019 que disputaron el Barça y el Valencia
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Cinco años después, el juzgado de Instrucción número 12 de Sevilla ha concluido la investigación por los incidentes que tuvieron lugar la noche previa a la final de la copa del Rey que disputaron el 25 de mayo de 2019 el Barcelona y el Valencia en el estadio Benito Villamarín. La juez que ha investigado los altercados entre hinchas ultras del Barcelona y del Sevilla ha procesado a un total de 25 personas por hasta ocho delitos de atentado a la autoridad, desórdenes públicos, riña tumultuaria, lesiones, daños, tenencia de armas prohibidas, incitación al odio y pertenencia a organización criminal. Dos de los procesados -uno de ellos vecino de una localidad sevillana- están acusados por un comentario publicado en la red social Facebook en la que literalmente se leía lo siguiente: "Matar a esos biris jaja" (sic).
La instructora ha dictado un auto, al que ha tenido acceso este periódico y que tiene fecha del 10 de mayo, en el que da por finalizada la instrucción de la causa cuando se cumplen precisamente este domingo cinco años de aquellos altercados. La magistrada dirige el proceso contra 25 personas, 23 de las cuales fueron detenidas por la Policía Nacional con motivo de los incidentes que se produjeron la víspera de la final de la copa del Rey. De estas 25 personas, dos son hinchas ultras de "United Family" del Real Betis, otros del Frente Atlético y 19 de los "Boixos Nois".
El auto explica que sobre las 23:40 horas del viernes 24 de mayo de 2019 comenzaron a producirse los primeros incidentes en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán entre aficionados radicales de distintos equipos, en concreto, de un lado los ultras del Barcelona y del Betis, y de otro los "Biris Norte" del Sevilla, con una "ideología contraria" a los anteriores. Ambos bandos estaban organizados y portaban "vestimentas oscuras, gorras, sudaderas con capuchas y bragas con el fin de no ser identificados".
El primer incidente, relata la juez, se produjo cuando los seguidores ultras del Barceona se encontraron con los del Sevilla, lanzando "piedras, botellas y jarras de cristal" hacia los agentes de la Policía Nacional que estaban interviniendo para evitar que la situación pasara a mayores. "Los ultras del Barcelona gritaron consignas como 'a por ellos' o 'a muerte' en referencia a los aficionados sevillistas que se encontraban en el lugar".
La Policía disolvió esta "masa tumultuaria", en la que había unas 200 personas, y se produjeron seguimientos a pie y con vehículos, durante los cuales prosiguieron los "lanzamientos de objetos hacia los agentes actuantes, llegando incluso a lanzar sillas en la vía pública para obstaculizar el paso de vehículos policiales".
Durante estos incidentes, la Policía Nacional procedió al arresto de un primer grupo de cinco radicales que, entre otras acciones, lanzaron objetos a los agentes y los insultaron, llegando incluso algunos individuos a ofrecer una fuerte resistencia a su detención, propinando patadas a algunos funcionarios policiales.
Otros policías siguieron a un grupo de entre 60 y 70 "Boixos Nois", quienes iban encapuchados "en actitud hostil, portando defensas extensibles, palos y otros objetos contundentes en sus manos, y lanzando, multitud de objetos tales como vasos de cristal y piedras". Estos jóvenes, que actuaban de manera "coordinada y organizada", formaron barricadas en la vía pública mediante la colocación de señales de tráfico de base cementosa de gran peso y el volcado de una cuba de residuos de obra que contenía ladrillos, placas de yeso y piedras". La Policía detuvo a 18 de estos sujetos.
Nuevos incidentes tuvieron lugar sobre las cuatro de la madrugada de ese 25 de mayo y fue entonces cuando los agentes observaron a un grupo de personas en torno a una furgoneta, en cuyo interior fueron intervenidos puños americanos, una navaja y un martillo.
Incitando al odio contra los sevillistas y cinco policías heridos
De forma paralela, entre las 12 y las 23:59 horas del mismo día se difundió a través de un perfil de Facebook una publicación titulada "Avanzadilla... Boixos Nois Terror Tour", que contenía una fotografía con los integrantes del mencionado grupo. Esta publicación fue compartida 52 veces por distintos usuarios, "incitando al odio y a la violencia contra los aficionados del Sevilla FC".
Fue en esa publicación donde uno de los investigados, vecino de una localidad sevillana, compartió esa publicación entre sus contactos e insertó el comentario "matar a esos biris jaja", una expresión con la que, según el auto judicial, se estaba "alentando el odio e incitando a la violencia contra los aficionados del Sevilla FC pertenecientes al grupo Biris Norte".
La instructora detalla que como consecuencias de todos estos altercados resultaron heridos cinco policías nacionales, con lesiones en el gemelo, en una muñeca, con contusiones y roturas de fibras, o con contracturas. Además, se provocaron daños al mobiliario público por valor de 1.080,70 euros y otros 200 euros por la rotura de la pantalla de un teléfono móvil que uno de los policías llevaba en su pantalón.
El auto atribuye a 23 de los investigados delitos de atentado a la autoridad, desórdenes públicos, riña tumultuaria, daños; mientras que a otros ocho se imputan delitos de tenencia de armas prohibidas. Delitos de incitación al odio y de pertenencia a organización criminal se atribuye a los 25 encausados.
Un comentario de "broma, una exageración como recurso humorístico"
La defensa del acusado que escribió el mensaje en Facebook rechaza que ese comentario constituya un delito de incitación al odio. Reconoce que es un comentario "desafortunado", pero señala que un "comentario jocoso aislado no es suficiente para la comisión de un delito de incitación al odio, especialmente cuando no existe ningún otro elemento objetivo que lo respalde", ni se han encontrado indicios de que esta persona esté involucrado en alguna actividad delictiva "más allá de este comentario en particular".
En este sentido, el joven manifestó que su comentario fue realizado "en tono de broma, de cachondeo" desde su vivienda en Barcelona, "no debe interpretarse como una incitación real a la violencia" y destaca el uso de la expresión "jaja" al final de la frase, que indica el tono bromista, defiende.
Asimismo, indica que se trata de una "exageración, una herramienta común en el humor andaluz". "El uso de palabras como 'matar' en un contexto no literal y exagerado es una forma reconocida de expresar sorpresa, asombro o incredulidad en situaciones cómicas o incluso se admite su uso coloquial con expresiones como 'te voy a matar cuando llegue a casa', utilizado en el ámbito familiar y sin que refleje la voluntad real de acabar con la vida de alguien".
Por todo ello, concluye que utilizó la "exageración como recurso humorístico para resaltar su rivalidad hacia el equipo rival de su club, pero sin ninguna intención real de incitar a la violencia y mucho menos desear la muerte a persona alguna", por lo que pide el sobreseimiento de la causa contra él.
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