La juez archiva la causa por la muerte del Hospital de Valme tras ser indemnizada la familia
La Fiscalía, que inicialmente había pedido el procesamiento del ascensorista, muestra su conformidad con el acuerdo alcanzado por la acusación y la defensa para cerrar la vía judicial
Carpetazo a la investigación judicial por la muerte de Rocío Cortés, la joven que falleció el 20 de agosto de 2017 atrapada en un ascensor del Hospital de Valme. La juez de Instrucción número 1 de Sevilla, Elvira Alberola, ha dictado un auto, con fecha 22 de mayo, en el que acuerda el sobreseimiento provisional y archivo de la causa por este accidente, por el que habían sido citados a declarar un ascensorista y el celador que acompañaba a Rocío Cortés, que aquel día había dado a luz a su tercera hija.
La investigación judicial se ha archivado finalmente tras haberse alcanzado un acuerdo económico para indemnizar a los familiares de la víctima. La Fiscalía de Sevilla había solicitado en febrero pasado a la instructora que procesara por un delito de homicidio por imprudencia grave al operario del ascensor que estaba trabajando el día del suceso, si bien una vez que la acusación particular retiró los cargos contra los dos investigados, el Ministerio Público realizó un nuevo dictamen, avalado por el fiscal jefe, Luis Fernández Arévalo, en el que la acusación pública no se oponía al archivo de la causa, al haberse producido un “acuerdo absoluto” entre los familiares de las víctimas y la defensa de los investigados, según explicaron a este periódico fuentes de la Fiscalía.
En el escrito presentado por la Fiscalía una vez apartados de la causa los perjudicados, el fiscal Daniel Valpuesta expone que en este caso "existe base para sostener, bien la falta de elementos suficientes para sostener una pretensión de condena, bien constancia de la gravedad de aquella imprudencia, pudiendo sostenerse que el informe pericial de Taxo concluye que no puede determinarse con exactitud si el accidente que dio lugar a las presentes actuaciones se originó como consecuencia de un incorrecto funcionamiento del ascensor, de un error del operario en su manipulación o de una combinación de ambos". De esta forma, el fiscal considera “aventurado persistir” en su acusación inicial, "al existir serias dudas sobre la utilidad de iniciar la fase de juicio oral con tan escasas expectativas de un pronunciamiento condenatorio".
En la misma línea se pronunció el abogado que ejerce la acusación particular en representación de los familiares de Rocío Cortés, José María Núñez, quien señaló a este periódico que tras haber sido abonada la indemnización a la familia, se decidió retirar las acusaciones por la “dificultad probatoria”, dado que ninguno de los dos informes periciales obrantes en la causa eran “concluyentes”. Así, precisó que el primer informe elaborado por la Policía Judicial se había realizado sobre un ascensor gemelo al que sufrió la avería. Y el segundo peritaje, elaborado por Taxo, tampoco era concluyente, por lo que la acusación se “arriesgaba a un pleito que podía salir bien o no, y ante una eventual sentencia absolutoria”.
El letrado de la acusación particular no quiso pronunciarse sobre la cuantía de la indemnización que han recibido los familiares, dado que parte de la misma ha ido destinada para las tres hijas de Rocío Cortés, por lo que prefiere mantener la reserva sobre la cuestión dado que entre los beneficiarios están las tres menores de edad.
Por su parte, el abogado Juan Carlos Alférez, que ha defendido al ascensorista inicialmente imputado por estos hechos, mostró su satisfacción por el archivo de la causa. "Respetando profunda y sinceramente el dolor de la familia y pronunciándonos exclusivamente sobre nuestro cliente, valoramos el auto de sobreseimiento y archivo como la solución procesal técnicamente más correcta, ante la ausencia de prueba clara y concluyente sobre cuál fue la causa del desgraciado accidente", ha aseverdo Juan Carlos Alférez.
El auto del juzgado de Instrucción número 1 de Sevilla señala expresamente que al haber solicitado la Fiscalía y las acusaciones el sobreseimiento provisional de las actuaciones, "procede acordar de conformidad con lo pedido, pues rigiéndose el proceso penal por el principio acusatorio, es necesaria la existencia de acusación para que pueda seguir adelante el procedimiento".
La joven Rocío Cortés, de 25 años y vecina de la barriada de los Montecillos, en Dos Hermanas, falleció atrapada por las puertas del ascensor sobre las 14:30 horas del 20 de agosto de 2017. Rocío estaba siendo trasladada desde la segunda planta, donde está la sala de despertar, a la tercera, donde estaba su habitación después de haber tenido a su tercera hija.
La clave está en los informes periciales
La clave que ha permitido el archivo de la causa por el accidente del ascensor de Valme está en que los informes sobre el siniestro no determinan una responsabilidad clara y concluyente.
El Grupo de Homicidios de la Policía atribuyó la muerte de Rocío Cortés a un fallo humano, al sospechar que el ascensorista investigado pudo “manipular” el freno de mano sin adoptar las medidas de seguridad pertinentes, que incluyen entre otras informar a los pasajeros y comprobar que todas las puertas están “cerradas”.
De otro lado, el informe elaborado por Taxo tampoco es esclarecedor en el sentido de sostener que el accidente se debiera a una avería del ascensor, o bien a un fallo humano por parte del operario del ascensor, o que el trágico desenlace se produjera por una combinación de ambos factores. Los informes periciales son la pieza clave en este tipo de procesos judiciales, en los que se trata de averiguar si se ha producido un fallo técnico o humano.
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