Una joven sevillana reclama al SAS 48.000 euros por el coste de su operación de cáncer en la sanidad privada
La mujer acudió a la privada ante el "desahucio vital" en la sanidad pública, puesto que fue "descartada por el SAS y sacada de la lista de espera sin su consentimiento", denuncia su abogado, Pedro Arnaiz
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Una sevillana de 28 años ha presentado una reclamación ante el Servicio Andaluz de Salud (SAS), ante el que solicita el reintegro de los 47.616,11 euros que tuvo que pagar en la sanidad pública por varias intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas realizadas en la sanidad privada por un cáncer de ovario, ante el "prácticamente desahucio vital al que le llevó la sanidad pública".
El letrado Pedro Arnaiz, que representa a la paciente, ha explicado a este periódico que no sólo es que fuese la sanidad privada la que "le descubrió el cáncer" después de dos asistencias a urgencias con diagnósticos de presunción "absolutamente inconcebibles y sin sustento en pruebas médicas, sino, lo que es peor, que una vez fracasado el tratamiento para el cáncer y siendo la única opción de salvar la vida la intervención quirúrgica, fue descartada por el SAS, sacando a la paciente de la lista de espera sin su conocimiento, al tiempo que, con esa decisión ya tomada, intentaban convencerla de que no se operase por el alto riesgo de la intervención", señala Pedro Arnaiz.
En la demanda presentada ante el SAS, la joven relata que en el mes de julio de 2022 empezó a sentirse muy cansada, con mucha fatiga, inflamación de barriga, dolor en la parte derecha (zona hígado, vesícula..) y casi todo lo que comía le sentaba mal, provocándole diarreas y vómitos. En septiembre tuvo problemas para orinar y tras acudir a su médico de cabecera, le dijeron que según los síntomas sería una infección de orina; le hicieron las pruebas y dio negativo.
Como los síntomas se agravaban, el 22 de diciembre de 2022 acudió al servicio de Urgencias del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, donde tras las correspondientes analíticas, análisis de orina y una radiografía simple le indicaron como diagnóstico de presunción “dolor hipocondrio derecho”, intolerancias alimenticias, y acumulación de gases, dándole el alta.
El 25 de enero de 2023 volvió a acudir por agravamiento de los síntomas, y tras otra radiografía de abdomen, le dieron el alta con diagnóstico de presunción “dolor abdominal”.
A la vista de su situación clínica, relata la joven, "no le quedó otra opción que acudir en ayuda de la medicina privada" el 6 de febrero, donde sí me prescribieron una ecografía donde le detectan el tumor, por lo que al día siguiente acudió nuevamente al Hospital Virgen Macarena, donde le hacen otra ecografía que confirma el diagnóstico establecido en la sanidad privada el día anterior.
Dada la gravedad de su patología y de su estado físico, se preparó una intervención para el día 13 de marzo. A la vista de que el tumor no reducía a pesar de las sesiones de quimioterapia, fue citada en Ginecología, donde le informaron de que habían "decidido operarla porque no había otra solución posible", indica en la reclamación del letrado Pedro Arnaiz.
Una operación "muy complicada" y sacada de la lista de espera
Al tiempo que comenzaron a realizar las pruebas pre quirúrgicas, habiéndose girado la solicitud de autorización para intervención el 19 de julio, recibió una llamada de la secretaría del cirujano para concretar una cita porque querían hablar con ella. Acudió el 22 de agosto a la misma y le informaron de que "la operación es muy complicada, que tenía muchos órganos afectados y que algunos de ellos eran indispensables para vivir, dándole dos días para pensarlo".
La sorpresa de la paciente se produjo cuando al llegar a su domicilio encontró una carta del Hospital en la que se le comunica que el día 11 de agosto, 11 días antes de la cita para que decidiera del 22, "había sido unilateralmente dada de baja de la lista de espera (registro de demanda quirúrgica). Así consta en la hoja de evolución, en la anotación del día 11-08, cuando en la anotación del 22-08 de la hoja de evolución en la que se me dice que se me informa de los riesgos para que decida, el SAS sabía que habían decidido sacarme de la lista de espera quirúrgica".
"Ante el abandono a mi suerte por la sanidad pública, con un tumor y un cáncer incompatibles con la vida, tras una desesperada búsqueda vital de quien pueda acometer la intervención que me fue negada por la sanidad pública, acudo a un cirujano del Hospital San Juan de Dios de Córdoba, quedando ingresada el 1-09-23 y operada de urgencia al día siguiente 2-09-23", relata la demanda.
A pesar del "éxito de la intervención en la sanidad privada, tras el alta el 15-09, tuve que acudir de nuevo al hospital Virgen Macarena el 18 de dicho mes por aparición de fiebre, quedando ingresada" y después de tres semanas sin intervención quirúrgica, nuevamente "no quedó más opción que acudir de nuevo a la sanidad privada en Córdoba, donde quedé ingresada el 9-10-2023 siendo intervenida ese mismo día y dada de alta en fecha 13-10-2023".
En consecuencia, "desahuciada por la sanidad pública, que por dos veces me abocó a requerir por urgencia vital la intervención de la sanidad privada que sí acometió con éxito las intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas certeras, también negadas, me he visto a desembolsar un total de 47.616,11euros, cuyo reintegro solicito", concluye la reclamación presentada ante el SAS.
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