La hijastra de la Duquesa Roja solicita que se nombre un administrador judicial en el pleito por la millonaria herencia
No descarta pedir el embargo de las explotaciones por eventos de su hermana Pilar
La hijastra de la Duquesa Roja acusa a sus hermanos de torpedearle la herencia
La Justicia ejecuta la sentencia que dio la razón a los hijos de la Duquesa Roja sobre la herencia
Rosario Bermudo, la ecijana que es hija (así lo reconoció la Audiencia Provincial de Madrid) de Leoncio González de Gregorio, quien fuera marido de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, duquesa de Medina Sidonia, conocida por su carácter rebelde con el sobrenombre de la Duquesa Roja, ha solicitado que se nombre un administrador judicial en relación con la herencia millonaria que le corresponde.
Así lo ha anunciado este martes su abogado, Fernando Osuna, quien ha señalado que no descarta pedir el embargo de las explotaciones por evento de su hermana Pilar.
El letrado ha señalado que el documento por el que se repartió la herencia hace tiempo es muy voluminoso y teme que se produzcan "irregularidades", al tener que hacer nuevas cuentas por haber alcanzado Rosario Bermudo la filiación hace unos días.
La herencia de la astigitana Rosario Bermudo puede ascender hasta los cinco millones de euros "si se consideran gananciales algunos bienes de la Duquesa Roja", ha apuntado Fernando Osuna, quien ha adelantado asimismo que hay algunos inversores que quieren "comprarle a la mujer sus derechos hereditarios para conseguir la filiación ha tardado diez años".
La lucha de esta ecijana por ser reconocida como hija del marido de la Duquesa Roja comenzó hace nueve años. El Juzgado de Primaria Instancia y la Audiencia Provincial de Madrid le dieron la razón. Contaban para ello con una prueba contundente: el ADN de la demandante coincide en un 99,9% con el de Leoncio González de Gregorio, su padre.
Los cuatro hijos reconocidos de González de Gregorio, sin embargo, han seguido recurriendo a instancias judiciales. La última fue el Tribunal Supremo, donde llevaron este asunto hace un año. Aún no ha habido contestación, mientras la salud de Bermudo se deteriora, igual que la de su marido (totalmente dependiente) y sus recursos económicos son mínimos a estas alturas de la vida, señala el letrado Fernando Osuna.
La exhumación de 2017
Según el abogado, los hermanos de esta ecijana han intentado obstaculizar desde un primer momento dicho reconocimiento, motivo por el cual han acudido a todas las instancias judiciales posibles. En algunas de ellas, como la Audiencia Provincial, les han condenado a pagar las costas. El primer impedimento que pusieron fue la prueba de ADN. Se negaron a realizarla, lo que llevó a que un juez ordenara la exhumación de González de Gregorio hace seis años en Soria. Las muestras tomadas de sus restos mortales se enviaron al Instituto de Medicina Legal (IML), que concluyó que el parentesco entre la demandante y el que fuera marido de la Duquesa Roja es del 99%.
"Con este porcentaje, los jueces le han dado la razón a mi clienta, pero sus hermanos le están poniendo multitud de trabas en este litigio, conscientes de que cualquier trámite judicial, por muy simple que sea, se demora seis meses", explica Osuna. A los siete años que dura el proceso para que Rosario sea reconocida como hija del aristócrata se podrían sumar otros diez hasta que se le otorgue la parte de la herencia que le corresponde, que puede alcanzar los cinco millones, según los cálculos realizados por este bufete de abogados.
Un tiempo que se antoja demasiado largo para la demandante, aquejada de problemas de salud y con un marido totalmente dependiente. Los escasos recursos económicos que posee el matrimonio resultan a día de hoy insuficientes para hacer frente a los gastos que genera esta atención sanitaria, motivo por el cual a Rosario le urge acceder a la parte de la herencia que le corresponde. Dicha fracción podría variar en función de un factor determinante. Si Leoncio no tenía constancia de que Rosario era su hija, la ecijana obtendría la quinta parte de esta fortuna. Si por el contrario, se demuestra que conocía de su existencia y no la quiso incluir en el testamento, la cuantía será menor.
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