Los ex mandatarios del Valle defienden su correcta actuación
Desfalco en la hermandad
Se sienten víctimas de un “acoso y derribo sin escrúpulos”
Son “ataques contra apellidos de la hermandad de toda la vida”
Sevilla/Los miembros de la hermandad del Valle afectados por la posible ampliación de las diligencias penales se sienten traicionados por sus hermanos y defienden su correcta actuación, tanto en las relaciones comerciales con la cofradía como en su denuncia contra el ex mayordomo acusado de apropiarse de 219.660 euros.
Lucas Maireles, ex hermano mayor; Francisco O’Kean, ex primer teniente de hermano mayor; Javier Mejia, ex segundo teniente de hermano mayor; y Luis Piazza, ex mayordomo, quieren limpiar su imagen ante la publicación por este periódico de la iniciativa de un grupo de hermanos que ha pedido ampliar las diligencias penales.
Este grupo ha pedido que los ex mandatarios sean llamados a declarar -como testigos o como investigados- y que la Agencia Tributaria informe sobre los suministros a la hermandad de la sastrería O’Kean y de Imprenta Rojo, de la que es titular la familia Mejía.
Sobre la investigación solicitada porque Maireles y O’Kean tenían firma mancomunada en las operaciones del ex mayordomo investigado, afirman que “trabajábamos en la confianza sobre las personas”. El ex mayordomo, Antonio Castro, “había estado en dos juntas anteriores, llevaba ocho años trabajando para la hermandad y no dudamos de él. Regularmente presentaba documentos y no había reclamaciones de nadie”.
O’Kean y Mejía defienden la corrección de sus suministros a la hermandad. Explican que “son proveedores desde hace generaciones". Imprenta Rojo lleva trabajando para el Valle desde 1934. Afirma que durante estos años ha realizado muchas donaciones desinteresadas a la hermandad, y es “absolutamente falso que realice publicaciones mensuales o trimestrales”. Sí que hace dos boletines anuales y otro extraordinario el año en que hay elecciones.
O’Kean trabaja para la hermandad desde hace tres generaciones y siempre hizo los suministros y arreglos para el Valle como donaciones desinteresadas. El actual titular de la sastrería solo ha cobrado dos juegos de librea en 2012 por encargo de la Junta de gobierno tras comparar dos presupuestos.
“En una hermandad debe primar la fraternidad”
Respecto a la actual Junta, opinan que su actitud “no corresponde a una hermandad, en la que debe primar la confraternidad, no se puede llegar a este enfrentamiento. Está teniendo una actitud contraria a la que preconizó, que era restaurar la unidad”.
Los afectados se sienten víctima de un “acoso y derribo” y creen que “van a por ellos sin escrúpulos”. Afirman que, del primer grupo de 22 hermanos que acudió a la vía penal, ocho están en la actual Junta de Gobierno y otra parte son familiares o allegados de los actuales responsables.
Presidida por Gonzalo Pérez de Ayala, la actual Junta está también personada como perjudicada en la causa contra el ex mayordomo y hace unos días dijo a la juez que faltan diligencias de investigación para aclarar los “puntos oscuros” del desfalco.
Los hermanos afectados explican a este periódico que su Junta de Gobierno decidió no actuar por la vía penal, sino civil, contra el ex mayordomo porque tenía su compromiso de ir reintegrando las cantidades desviadas. Llegó a darles dos pagarés, que fueron impagados, y les envió copia de una transferencia de 70.000 euros que resultó falsa.
El asesor jurídico del Arzobispo les autorizó tanto la vía civil como penal y sobre todo intentar llegar a un acuerdo con el acusado.
Ahora siguen convencidos que las irregularidades “están circunscritas a Antonio Castro. Todos tenemos la conciencia tranquila”.
Se lamentan de que, bajo su mandato que terminó en 2018, “nos achacaban que no dábamos información a los hermanos pero desde que tomó posesión la nueva Junta de Gobierno no tenemos noticia de cómo está el proceso ni de otras cuestiones de la hermandad”.
Creen que quienes les acusan deberían pedirles perdón públicamente “por el daño personal y familiar que nos han causado”.
A su juicio, lo que late detrás de las denuncias “son ataques personales contra apellidos de la hermandad de toda la vida. Lo han hecho sin escrúpulos y lo de las redes sociales ha sido terrible”.
Maireles, O’Kean, Mejía y Piazza llevan entre 40 y 50 años dedicados a la Hermandad del Valle, donde “han echado los dientes” . Han pasado por ser monaguillos, costaleros, nazarenos y miembros de la junta. Maireles ha estado en cinco juntas de gobierno, al igual que Mejía. O’Kean ha estado con cinco hermanos mayores y Piazza en cuatro juntas.
Lucas Maireles indica que no ha tenido más remedio que dimitir hace unos días como camarero del Cristo de la Cruz al Hombro “debido a la insostenible situación derivada de la actuación de estos hermanos”.
También te puede interesar