La fiscal rebaja la pena solicitada al acusado hasta los 14 años por homicidio y agresión sexual

Juicio crimen del Parque Amate

El Ministerio Público ha reitrado la petición del delito de profanación de cadáveres.

Tribunal del crimen del Parque Amate
Tribunal del crimen del Parque Amate / José Ángel García

El último día del juicio del tribunal del jurado sobre la mujer que apareció muerta y quemada en el Parque Amate ha sido destinado a los informes y conclusiones finales del Ministerio Fiscal y el abogado defensor, Miguel Rivera Casado. La fiscal, Ángeles González, modificó su informe inicial retirando la petición de pena por el delito de profanación de cadáveres. También cambió la calificación del delito cometido por el acusado, de asesinato a homicidio y agresión sexual en concurso medial. Esto supone una rebaja de los 21 años pedidos en el comienzo del juicio a 14 años. "Tras una ardua gestión por parte de la defensa", según explicó Miguel Rivera tras el juicio.

Por otro lado, el abogado defensor solicitó la pena de 6 meses por homicidio imprudente con la atenuante de drogadicción y, con caracter subsidario, es decir como segunda opción, homicidio con dolo eventual y la eximente incompleta de drogadicción, por lo que se estima una pena de 5 años.

La fiscal considera al acusado, Miguel Ángel Fernández, autor responsable de la agresión sexual en grado de tentativa y homicidio consumado. "Para el ministerio fiscal está probado que mató a Pilar C. D. porque no queria mantener las relaciones sexuales y que lo hizo con pleno conocimiento", manifestó. Asimismo, añadió que no aprecia atenuante de drogadicción, "aunque sí se debería tener en cuenta la reincidencia porque el acusado cumplió condena por violación en Badajoz" y está pendiente de un juicio por una violación en el Parque del Tamarguillo.

Por su parte, el abogado argumentó la ausencia de agresión sexual puesto que, "anteriormente ambos consintieron en mantener relaciones sexuales a cambio de la droga y 20 euros". Tampoco existe este delito en grado de tentativa, según el letrado porque su defendido "libre y voluntariamente desistió de tener relaciones sexuales cuando se percató de que la mujer estaba muerta". Rivera explicó al tribunal que "un cadáver no es una persona, es una cosa, por lo que en cualquier caso no cabe hablar de agresión sexual".

La representante del ministerio público indicó al jurado las contradicciones en las que el acusado ha incurrido a lo largo del juicio. "Durante su testimonio dijo que se gastó unos 300 euros en droga, mientras que el jefe de Grupo de Homicidios explicó en su intervención ante el tribunal que llevaba un gramo, un precio que no alcanza los 50 euros", indicó. En cuanto a que estaba bajo los efectos de las drogas, la fiscal se preguna que si esto era así, cómo fue posible que recordara todo lo que había hecho. Además, se refirió al informe de los forenses de Badajoz donde se indica que no era dependiente ni adicto a sustancias estupefacientes.

Respecto a la muerte de la mujer, la fiscal considera como acto probado que el acusado "usa sus propias manos", incluso golpeándola en la cabeza y apretándole el cuello "brutalmente", para concluir que "no es un accidente". Para ella, la no intencionalidad de la muerte alegada por la defensa, "cae por su propio peso".

Tampoco está de acuerdo la fiscal con la sinceridad de la colaboración, "puesto que la realiza cuando descubren que le pertenece el ADN encontrado en la escena el crimen, más de un mes después". Para ella, el arrepentimiento, "si existe, es por el daño y la vergüenza que este hecho puede causar a su familia".

En el uso de su última palabra, el acusado de matar y quemas a una mujer en el Parque Amate en julio de 2017, pidió perdón a la familia de la víctima y solicitó una segunda valoración forense de su trastorno "bien practicada conforme dice la Constitución". En este momento, el magistrado presidente le recordó que la última palabra no está para rebatir los testimonios, ni repetir lo dicho en su testimonio inicial"

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