La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
El robo de unas gafas por un miembro de La Manada
El juez de Instrucción número 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, ha abierto juicio oral contra el miembro de La Manada Ángel Boza por el robo de unas gafas de sol el día 1 de agosto en El Corte Inglés de la Plaza del Duque de Sevilla, hechos por los que el joven permanece en prisión provisional.
En un auto fechado el día 20 de septiembre, el magistrado acuerda la apertura de juicio oral contra Ángel Boza por los delitos de robo con violencia e intimidación de los artículos 237 y 242.1 y 3 y lesiones del artículo 147.2 del Código Penal, delitos por los que la Fiscalía de Sevilla ha solicitado una condena de cuatro años de prisión.
En el auto, el magistrado ratifica la medida cautelar de prisión acordada mediante un auto dictado el 2 de agosto pasado, al estimar que no han "variado las circunstancias que determinaron en su momento” el establecimiento de dicha medida cautelar.
Además, requiere al acusado para que, en el plazo de un día, preste fianza en cantidad de 594,32 euros “para asegurar las responsabilidades pecuniarias que, en definitiva, pudieran imponérsele, en cualquiera de las clases señaladas en los artículos 591 y 784.5 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, con el apercibimiento de que de no prestarla se le embargarán bienes en cantidad suficiente para asegurar la suma señalada”.
El miembro de la Manada será enjuiciado en los próximos meses en un juzgado de lo Penal de Sevilla.
En su escrito de acusación, la Fiscalía de Sevilla solicita para el acusado cuatro años de cárcel por un delito de robo con violencia e intimidación y el pago de una multa de 300 euros por un delito leve de lesiones, así como que, en concepto de responsabilidad civil, pague una indemnización de 232 euros a un vigilante que resultó lesionado.
Dice el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales que Ángel Boza acudió sobre las 19:15 horas del pasado 1 de agosto a El Corte Inglés de la Plaza del Duque, donde "con intención de hacerlas suyas sin abonar su importe, se apoderó" tras arrancar el dispositivo de seguridad, de unas gafas de sol de la marca Oakley, valoradas en 148 euros. A continuación, se dirigió a la zona del parking, donde tenía estacionado su vehículo, "estando localizado en todo momento por el servicio de seguridad del establecimiento". Cuando abandonaba el aparcamiento, fue requerido por un segundo vigilante, que le esperaba al final de la rampa de salida para que detuviese el vehículo, pero en ese momento Ángel Boza, "con la intención de conseguir huir en poder de las gafas de sol, aceleró bruscamente, golpeando a este segundo vigilante en la cadera, consiguiendo darse a la fuga, no sin antes golpear en una mano a un tercer vigilante cuando éste se interpuso en su trayectoria con el mismo objetivo de que el acusado detuviera su marcha".
Poco después, el acusado fue interceptado por la Policía Local de Sevilla en la avenida Menéndez Pelayo, siéndole intervenidas en ese momento las gafas de sol sustraídas. Como consecuencia de estos hechos, uno de los vigilantes sufrió una contusión a nivel de la pared abdominal derecha con hematoma subyacente, que precisó para su curación de una primera asistencia facultativa, y que le supuso siete días de "perjuicio personal básico, uno de los cuales fue de pérdidas de calidad de vida moderada", precisa el fiscal.
El pasado 25 de septiembre, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla rechazó el recurso de apelación presentado por la defensa del acusado contra la resolución en la que el juez de Instrucción número 16 ratificó la prisión provisional, comunicada y sin fianza del investigado acordada por auto del 2 de agosto.
El tribunal pone de manifiesto en este auto que, “de la investigación llevada a efecto por la Policía y la investigación judicial, existe base sólida suficiente para constatar la existencia de indicios racionales de la comisión” por parte del acusado de un delito de robo con violencia y un delito leve de lesiones, una “tesis mantenida por la Fiscalía al formular escrito de acusación y por el Juzgado de Instrucción”.
De este modo, el tribunal tuvo en cuenta para ratificar la situación de prisión provisional del investigado “la naturaleza y gravedad del delito, la existencia de indicios racionales” contra el acusado y “la pena con que se le conmina (4 años de prisión, según escrito de acusación ya formulado por el Ministerio Fiscal), que pudiera condicionar la decisión de sustraerse a la acción de la justicia”.
Asimismo, el tribunal valoró que la celebración de la vista “será en fecha próxima”, en cuyo caso “
habrá que garantizar la presencia en juicio del acusado para posibilitar un proceso sin dilaciones”, así como “la posibilidad de reiteración delictiva”, ya que el acusado “ha sido condenado por delitos de fecha comisión 23 de mayo de 2014 y 1 de febrero de 2016”.
Por todo ello, la Audiencia considera que la medida de privación de libertad, “en estos momentos, es adecuada y proporcional”, todo ello, según subraya, “en atención a la gravedad del hecho (robo con violencia), pena solicitada (4 años de prisión), indicios racionales que constatan la participación del acusado-apelante, fase del procedimiento y el riesgo de reiteración delictiva”, ya que “condenas anteriores no lograron evitar nueva conducta delictiva”.
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