La familia de una joven fallecida insiste en que se investigue el "atropello mortal" por el novio
La acusación particular presenta un recurso para que la juez se inhiba en favor de un juzgado de Violencia sobre la Mujer
A pesar el último informe de la Guardia Civil que descarta el atropello, la familia recuerda que no puede "cerrarse en falso" el caso porque quedan todavía pruebas por practicar
La familia de una joven de 19 años que murió en la madrugada del 7 de septiembre de 2019 al arrojarse presuntamente del coche en marcha que conducía su novel en la autovía A-4, en el término municipal de Carmona, insiste en que el caso se investigue como un caso de violencia de género, a pesar del último informe elaborado por el Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de la Guardia Civil (ERAT) que ha concluido que el fallecimiento "no es compatible" con un atropello mortal.
Las abogadas Encarnación Molino e Irene Amosa, que representan a los padres de la joven, han presentado un recurso ante el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Carmona, que investiga el caso, en el que se opone a una providencia dictada por la instructora el pasado 28 de diciembre en la que acordaba dar traslado a la Fiscalía para que se pronunciara sobre la continuación de la investigación tras el informe elaborado por los expertos de la Guardia Civil.
Las letradas consideran que, en su lugar, la juez tenía que haberse inhibido ya hace tiempo en favor de un juzgado de Violencia sobre la Mujer, al entender que los hechos que se investigan constituyen un "atropello mortal" por parte del novio de la fallecida y no un supuesto suicidio. En este sentido, señalan que no puede "cerrarse en falso" esta investigación cuando todavía quedan diligencias de prueba que se acordaron por la juez y no se han practicado, como por ejemplo la ampliación del informe de autopsia por parte del servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla, diligencia que fue acordada en julio pasado pero aún no se ha practicado.
De la misma forma, recuerdan que aún está pendiente de recibir el resultado del examen del teléfono móvil de la fallecida, que la acusación entiende que puede "arrojar luz sobre lo sucedido aquella fatídica noche y ser relevante a efectos de determinar la responsabilidad del investigado". Además, está pendiente la decisión de practicar o no una serie de diligencias que han sido solicitadas y reiteradas por dicha acusación, que añade que queda todavía "materia de investigación" en torno a lo ocurrido aquella madrugada.
La familia ha puesto de manifiesto la "firme decisión" de continuar adelante el procedimiento, sosteniendo la acusación, y ha mostrado su "absoluta disconformidad" con el informe del ERAT de la Guardia Civil, que ya anuncia que será "sometido a contradicción con fundamento técnicos y objetivos, que pondrán de manifiesto su falta de rigor científico".
Además, la acusación destaca que con independencia del informe del IML, resulta necesario que se tome declaración al forense que practicó el levantamiento del cadáver, dado que "puede facilitar datos de indudable interés e importancia, no teniendo nada que ver la información que él pueda aportar con la complementaria que vayan a proporcionar otros forenses sobre la autopsia" porque, añade, "una cosa es el examen del cuerpo en el lugar del fallecimiento y otra diferente el examen realizado en el Anatómico Forense".
También solicita la declaración de varios testigos, en este caso las primeras personas que se detuvieron en el lugar de los hechos y que estaban presentes cuando se halló el cuerpo de la joven, por lo que es "incomprensible que todavía no hayan sido oídos en declaración, no guardando la información que puedan aportar ninguna relación el objeto de la pericial forense que está pendiente".
La familia pide asimismo la ratificación de los peritos que han llegado a conclusiones distintas a las de la Guardia Civil, para que puedan "aclarar y dar cuantas explicaciones sean oportunas en justificación de su criterio técnico, de los fundamentos que mantienen en contraposición con los de la Guardia Civil". En este caso, son dos peritos judiciales y una psicóloga quienes han certificado que lo que en un principio se consideró como el suicidio de una chica de 19 años, al tirarse de un coche en marcha, pudo ser un asesinato machista cometido por su novio, que presuntamente la atropelló y aprisionó contra la valla metálica de la autovía.
El suceso ocurrió a las 3 de la madrugada del 7 de septiembre de 2019 en la autovía A-4 a la altura de Carmona, cuando la víctima murió por traumatismos múltiples, fractura de ambos fémures y rotura del bazo supuestamente al arrojarse del coche en marcha que conducía su novio.
El nuevo informe del ERAT de la Guardia Civil se ha producido después de que el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Carmona ordenase la realización de este informe para que, una vez analizado el atestado inicial y las diligencias policiales y judiciales practicadas, determinasen si era factible la hipótesis del atropello mortal.
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