Un exhibicionista es condenado por acosar a cuatro niñas en Dos Hermanas pero no irá a la cárcel
Provocación sexual
Su abogado y la Fiscalía alcanzan un acuerdo y la Audiencia de Sevilla, tras imponerle seis meses de prisión, le concede la suspensión a cambio de seguir un programa de educación sexual o indemnizar a las víctimas
A prisión un exhibicionista de 37 años que perseguía a menores en Dos Hermanas
Un exhibicionista que durante tres días seguidos se apostó junto a un colegio de Dos Hermanas y asaltó a tres niñas y una adolescente, con el agravante de que pesaba sobre él una orden de alejamiento de cualquier centro educativo porque ya había protagonizado actos similares, ha sido condenado a seis meses de cárcel pero no entrará en prisión. La explicación es que Rafael H.R., que así se llama este individuo, tuvo la suerte de contar con un buen abogado que le consiguió el mejor acuerdo posible con la Fiscalía. La acusación no sólo aceptó rebajar el castigo que inicialmente pedía contra el acosador, sino que también se mostró favorable a que se suspendiera la ejecución de esa pena de reclusión. A cambio, porque nada sale gratis, el encausado deberá seguir un programa de educación sexual, entre otras condiciones.
La sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla, encargada de juzgar el caso, empieza relatando que Rafael H.R. fue detenido a principios de 2022 porque había acosado a cinco menores en distintos lugares de Dos Hermanas. Como consecuencia de esos hechos, que aún están pendientes de ser juzgados, la Sección Primera dictó el 18 de enero de 2022 un auto en el que, como medida cautelar, le prohibió acercarse a menos de 100 metros de cualquier centro educativo o formativo de Dos Hermanas en el que estudiasen menores de edad. También le advirtió de que “en caso de incumplimiento incurriría en un delito de quebrantamiento de medida cautelar” y eso podría llevarlo a prisión provisional. “El encausado fue notificado debidamente el 26 de enero”, recuerda la Sección Cuarta en su sentencia.
La advertencia no fue tomada en serio por el investigado. “Con pleno conocimiento de la vigencia de la orden de alejamiento impuesta y sin causa que lo justificara”, como destaca la Sala, apenas tardó unas semanas en volver a hacer de las suyas. Su diana, para más inri, fue el mismo colegio: el Antonio Gala.
El primer hecho ocurrió sobre las 19.10 horas del 23 de marzo. Rafael H.R. se acercó al colegio y “permaneció en sus inmediaciones, a una distancia aproximada de 50 metros”. Entonces, “con intención de provocar sexualmente a una menor de 12 años de edad que acababa de salir del centro docente, la siguió cuando esta giró una esquina”, relata el tribunal. Acto seguido se dirigió a ella. “Ven”, le dijo, “al tiempo que gestualizaba con una mano el acto de la masturbación sin llegar a mostrar sus órganos genitales en ningún momento”. Como es natural, la niña huyó.
El exhibicionista repitió al día siguiente. Sobre las cuatro de la tarde, Rafael H.R. se dirigió a la plaza Juan Antonio Pérez Muñoz, que está “a 86 metros” del mismo colegio. “Con ánimo de satisfacer su deseo sexual, a sabiendas de lo obsceno de su conducta”, se sentó en un banco cerca de donde estaban dos hermanas, la mayor de 16 años y la menor de 12, “se sacó su miembro viril y, sin apartar la mirada de las niñas, comenzó a masturbarse”. Las jóvenes “abandonaron el lugar al ver el pene del encausado”, quien por otra parte siguió a lo suyo y “mirándolas fijamente mientras se alejaban”.
El tres de tres, de nuevo “con pleno conocimiento de la vigencia de la orden de alejamiento impuesta y sin causa que lo justificara”, sucedió sobre las 14.30 horas del 25 de marzo. El procesado se quedó en esta ocasión en la puerta de Anidi (Asociación Nazarena para la Integración de las Personas con Discapacidad Intelectual), que también “dista 86 metros” del colegio. Cuando vio que una menor de 12 años salía, se fue detrás y “se dirigió a ella con ánimo libidinoso”. En concreto le dijo “que si le hacía una paja”, según recoge textualmente la sentencia, “al tiempo que gesticuló el movimiento de la masturbación, sin llegar a mostrar sus órganos genitales”. Al igual que las anteriores damnificadas, esta niña “también huyó inmediatamente del lugar”.
Detenido pocos días después, Rafael H.R. estuvo en prisión provisional desde el 29 de marzo del 2022 por mandato del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Dos Hermanas.
El día del juicio, el abogado de Rafael H.R., Diego Silva, alcanzó un acuerdo con la Fiscalía para que esta rebajase su petición inicial de nueve meses de cárcel y 7.200 euros de multa. El acusado fue condenado a seis meses de prisión por un delito de exhibicionismo y provocación sexual con la atenuante de alteración psíquica (“al tiempo de los hechos sufría una leve alteración de su capacidad cognitiva, con una minusvalía declarada del 65%”, explica la sentencia) y a una multa de 2.164 euros por un delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar.
La Sección Cuarta, que dictó sentencia firme en la misma sala tras la conformidad, también le prohibió acercarse a menos de 200 metros y comunicarse con las cuatro víctimas durante un año y nueve meses, lo inhabilitó para el ejercicio de cualquier profesión relacionada con menores de edad por un plazo de cinco años y le impuso el pago de 1.200 euros a cada joven.
El acuerdo, además, incluía el beneficio de continuar en libertad. El tribunal se lo concedió en el mismo acto del juicio. “Careciendo de antecedentes penales y siendo la pena impuesta inferior a dos años de prisión, procede acordar la suspensión”, declara la sentencia. El plazo es de dos años. Es decir, que Rafael H.R. no entrará en la cárcel si durante ese plazo no comete ningún delito ni se acerca a menos de 100 metros de cualquier centro docente donde haya menores. También deberá indemnizar a las víctimas y someterse a un programa de educación sexual y a un programa de tratamiento “adecuado a su dolencia” mental.
De los parques a los colegios e incluso la biblioteca
Rafael H.R., que ronda los 40 años, empezó su reprobable carrera como exhibicionista propasándose delante de mujeres y menores en distintos parques públicos de Dos Hermanas, pero su “déficit de control sexual” fue aumentando y acabó actuando junto a colegios de infantil y primaria y la biblioteca municipal. Así lo explicó la Policía Nacional cuando lo detuvo en enero de 2022. Entonces le imputó cinco delitos contra la libertad e indemnidad sexual.
Esos hechos ocurrieron entre octubre y diciembre de 2021. Las víctimas, de entre 9 y 15 años, contaron que “un varón de piel oscura” los persiguió y se les acercó “para mostrar sus partes íntimas y comenzar a autocomplacerse”. Son palabras literales de la Policía al referirse a unos sucesos que todavía están pendientes de enjuiciamiento y que generaron esa orden de alejamiento que él quebrantó en marzo de 2022.
El acosador, de hecho, se ha librado de la cárcel pero ahora ya tiene un antecedente penal que puede jugar en su contra si vuelve a ser condenado, por ejemplo por lo acaecido en 2021.
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