La estafa de las Thermomix: condenan a once personas por contratos falsos y reventas ilegales en Sevilla
Estafa
Tres comerciales de Vorwerk y otras ocho personas aceptan penas mínimas de entre nueve meses de cárcel y multas de 480 euros: nadie irá a prisión tras un acuerdo entre la empresa que comercializa los aparatos, un banco, la Fiscalía y las defensas
Las entidades financieras que concedieron préstamos no devueltos reclamaban inicialmente más de 300.000 euros de indemnización, pero la negociación entre las partes establece que Vorwerk será resarcida con algo menos de 70.000
La Thermomix, que desde hace años triunfa en multitud de cocinas, es un electrodoméstico comercialmente tan valioso que por eso mismo es muy goloso para los estafadores. Eso ha ocurrido en Sevilla. Tres comerciales, en connivencia con otras personas, organizaron un cambalache de falsas compras, reventas y comisiones ilegales que provocó su enriquecimiento personal en la misma medida en que perjudicó a Vorwerk, la empresa que comercializa estos aparatos y para la que trabajaban las tres vendedoras, y al banco que concedió créditos al consumo a supuestos compradores. El caso, destapado tras “una compleja y extensa investigación policial”, llegó a juicio el 13 de enero y se cerró con un acuerdo entre las partes: los once acusados admitieron su culpabilidad, aceptaron penas muy leves de cárcel y se comprometieron a indemnizar a Vorwerk con un total de 62.980 euros.
Los hechos fueron investigados a partir de julio de 2015 cuando la jefa de ventas de Vorwerk en la delegación de Los Remedios detectó irregularidades en cuatro contratos firmados por la comercial Beatriz P.M. Su denuncia “desencadenó” esa “compleja y extensa investigación policial”, según refería la Fiscalía en su escrito de acusación, con el que los acusados mostraron su conformidad ante la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla.
Los investigadores descubrieron que la comercial elaboró “al menos en quince ocasiones” contratos de ventas con “personas que jamás habían contactado con ella”, pero cuyos datos controlaba, o con personas “cuyos datos eran alterados” al escribir los contratos. En ello la auxilió Gema L.V., con antecedentes por falsedad y estafa, que modificaba las fotocopias de los DNI de los supuestos compradores “con manipulaciones informáticas”.
Tras recibir las máquinas, Beatriz P.M. se las entregaba a José Manuel L.M. y Dolores C.P., quienes a su vez las revendían a otros clientes (distintos de los que aparecían en los contratos) por “entre 600 y 800 euros”. Así “se lucraban de forma ilícita”. Beatriz P.M. se enriquecía porque “cobraba comisiones de Vorwerk de forma fraudulenta”.
Beatriz P.M. también se coordinó con otras dos comerciales, Antonia V.S. y Mercedes C.S., la primera con una condena firme por estafa desde 2013. Con el propósito de “aumentar las comisiones de sus ventas” de forma ilícita, las tres sellaron varios contratos con terceras personas a las que vendían las máquinas por 1.195 euros sabiendo que esos clientes “no abonarían las cuotas del préstamo que se firmaba con una financiera en el momento de la compra”. Una vez que las comerciales recibían las Thermomix, en lugar de entregárselas a los compradores se las daban a José Manuel L.M. y Dolores C.P.
Las ventas y la financiación se firmaban también con otro tipo de falsos compradores, en este caso “personas que se prestaban a facilitar sus datos a cambio de recibir 300 euros por su ilícita colaboración”. Eso hicieron Carmen G.E. y Desirée R.M., la primera con antecedentes de hurto.
En todos estos hechos, además, participaron como “intermediarios” otros tres encausados: Joaquín N.R., Melania R.D. y Rocío R.R. Lo que hacían era “facilitar el contrato de venta entre los comerciales y los compradores” y a cambio recibían entre 50 y 200 euros. Como en el resto de operativas delictivas, todos eran “perfectamente conocedores” de que el supuesto cliente no pagaría las cuotas del préstamo y la Thermomix sería revendida. Lógicamente, al tratarse de contratos falsos, las reclamaciones de las entidades que financiaban las compras eran “imposibles” y no iban a ninguna parte.
Como consecuencia de estos hechos, y del acuerdo entre las acusaciones y las defensas, las dos reincidentes (Antonia V.S. y Gema L.V.) se llevaron la mayor pena: nueve meses y un día de cárcel, más una multa de 540 euros para la segunda. Seis meses les cayeron a Beatriz P.M. (multada también con 360 euros), Mercedes C.S., José Manuel L.M., Dolores C.P., Joaquín N.R., Melania R.D. y Rocío R.R. Carmen G.E. y Desirée R.M., por último, aceptaron dos meses que se sustituyen por 480 euros de multa para cada una. En resumen hubo cuatro condenados por un delito continuado de falsedad en documento mercantil como medio para cometer un delito continuado de estafa; cinco por estafa continuada; y dos por un delito de estafa. Todos se beneficiaron de la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas (hace ya diez años de los hechos), de ahí la rebaja en las penas.
El trabajo de todas las defensas desde luego fue excelente, ya que la petición inicial de la Fiscalía oscilaba entre uno y cuatro años de cárcel. Pero hay más. Una vez que el tribunal anticipó el fallo de la sentencia y lo declaró firme en la misma sala, la Fiscalía avisó de que no se oponía a que se suspendiera la ejecución de todas las penas de privación de libertad durante tres años. Eso significa que todos se librarán de acabar en una celda siempre que no cometan ningún delito en ese tiempo y paguen las indemnizaciones.
Indemnizaciones de 6.780 euros por cabeza
El capítulo del perjuicio económico sufrido por las dos acusaciones particulares (Vorwerk y un banco) también experimentó importantes cambios tras el acuerdo entre las partes. En principio, la entidad financiera personada en el caso reclamaba algo más de 315.000 euros. Sin embargo, durante esas negociaciones extrajudiciales entre las partes, el banco fue resarcido por otra vía y Vorwerk se conformó con que nueve de los once condenados le pagasen 6.780 euros cada uno. La mayoría dispondrá de tres años para satisfacer esa responsabilidad civil y Mercedes C.S., en circunstancias personales más complicadas, tendrá cuatro años. Carmen G.E. y Desirée R.M., por su parte, deberán abonar a la empresa 980 euros cada una y podrán hacerlo en el plazo de un año.
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