El depredador sexual alega que violó a la chica guiado por unas "voces internas"

Fernando Gallardo Sánchez, el depredador sexual detenido el pasado miércoles en Sevilla por la violación de una joven en su casa de Triana ha alegado que escogió a la chica porque así se lo dijeron unas "voces internas" que no sólo le indicaron que viniera a Sevilla, sino que le señalaron incluso a su víctima. Esto es lo que ha contado el detenido al ser examinado por el médico forense, a quien ha manifestado además que está tomando un tratamiento compatible con una patología mental, en concreto, con una esquizofrenia paranoide.

En su comparecencia ante la juez de Guardia, el detenido se ha acogido a su derecho a no declarar, y la juez lo ha enviado a prisión imputado por cuatro delitos: agresión sexual, detención ilegal, lesiones y robo con violencia e intimidación. La investigación del caso corresponderá al juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, que estaba de guardia cuando se produjo la violación.

El presunto autor de la violación ha relatado que fueron esas "voces internas" las que le dijeron que se desplazara desde su localidad de residencia, en Villanueva del Arzobispo (Jaén), hasta Córdoba, pero una vez en esta ciudad, le dijeron que no actuara en esta ciudad, sino que debía ir a Sevilla.

Ya en la capital hispalense, según la versión que mantiene el detenido, estuvo deambulando sin tener una víctima clara hasta que, ha insistido, esas voces le señalaron a la víctima de Triana, a la que siguió y violó en su casa. El forense de los juzgados ha determinado que Fernando Gallardo, de 57 años, está en condiciones de prestar declaración ante la juez de Guardia.

En su declaración ante la Policía, el individuo ha reconocido la autoría de la agresión sexual. Este depredador sexual ha pasado 26 años en prisión, 20 de ellos por otra agresión sexual. La última vez que ingresó en un centro penitenciario lo hizo el 16 de octubre de 1998 y no salió hasta el mismo mes de 2018. Antes había pasado otros cinco años en la cárcel por una condena por un robo y unos meses más en preventivo a mediados de los años ochenta, por una agresión sexual ocurrida en Córdoba por la que fue detenido y encarcelado pero de la que luego resultó absuelto.

La Policía no descarta que se produjeran otros intentos de violación anteriores, ya que lleva fuera de la cárcel aproximadamente año y medio por lo que la Policía ha difundido un retrato robot, aunque con el rostro difuminado, y algunos datos físicos característicos del sospechoso.