La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¿Se imaginan un Aldama en versión sevillana?
Invercaria
El cuarto juicio de Invercaria ha comenzado con el rechazo por parte del tribunal de la suspensión de la vista propuesta por la defensa del ex presidente de la sociedad, Tomás Pérez-Sauquillo, que ha alegado que el principal testigo de cargo, Cristobal Cantos, está pendiente del recurso de una querella presentada por Pérez Sauquillo contra él. En esta querella, presentada justo antes del juicio de aceitunas Tatis y cuyo archivo está recurrido, Tomás Pérez-Sauquillo, el ex presidente de Invercaria imputaba falso testimonio y estafa procesal al ex directivo que destapó el caso.
Según explicó el presidente del tribunal durante la primera sesión, que Cristobal Cantos tenga un procedimiento pendiente "no es causa de suspensión porque los hechos investigados no impiden la celebración del juicio". Asimismo, recordó que el testigo podrá asistir acompañado de su abogado y no responder a las preguntas que considere que pueden perjudicarle en otro procedimiento, "tal y como ocurre en otros casos".
Varias de las defensas solicitaron que los acusados declararan en último lugar y que a algunos de ellos se les dispensaran de la asistencia tanto por motivos de salud como por causas económicas, puesto que tienen que desplazarse desde el municipio de La Carolina, en Jaén. El tribunal consideró que tendrían que estar en la sala, físicamente o por videoconferencia, durante la declaración de todos los acusados y que esta, en cualquier caso, deberá ser presencial. En cualquier caso, les recordó tanto a los letrados como a los procesados que tienen obligación de seguir el juicio. Respecto a la declaración de los acusados, se mantendrá el que estaba establecido.
Por otro lado, al comienzo de la sesión las defensas solicitaron la aplicación de dilaciones indebidos puesto que la causa de Fumapa, a pesar de haber finalizado la instrucción en 2017, se vio afectada por el retraso sine die a causa de la vista oral del procedimiento específico de los ERE. Uno de los acusados, el ex director de IDEA Jacinto Cañete también estaba procesado en esa pieza.
La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado una condena de seis años de prisión y 25 años de inhabilitación para el ex presidente de Invercaria Tomás Pérez-Sauquillo por delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos, en relación con los préstamos que por importe de 359.581,6 euros concedió esta sociedad pública andaluza de capital riesgo a la empresa Fumapa.
El Ministerio Público solicita las mismas penas de seis años de prisión y 25 de inhabilitación para los miembros del consejo de Administración de Invercaria Isabel de Haro Aramberri, Jacinto Cañete, y Ramón Martín López; mientras que a los administradores de Fumapa, los empresarios Fulgencio Canales Rodríguez y Francisco Gutiérrez Cañizares, les ha pedido dos años y medio de cárcel y seis inhabilitación para cada uno. A estos dos últimos acusados, los fiscales los consideran inductores de los delitos de prevaricación y malversación, apreciándoles además una circunstancia atenuante en su conducta prevista en el artículo 65.3 del Código Penal, para "cuando en el inductor o en el cooperador necesario no concurran las condiciones, cualidades o relaciones personales que fundamentan la culpabilidad del autor", lo que permite imponer la pena inferior en un grado.
Además de las penas de cárcel y de inhabilitación, el Ministerio Público reclama que los seis acusados indemnicen conjunta y solidariamente a la agencia Idea con 300.000 euros, puesto que, según apunta en el escrito de conclusiones provisionales, "el perjuicio total a la mercantil Invercaria y a la agencia Idea asciende a 359.581,60 euros, cantidad que puesta en relación con los fondos propios del año 2008 destinados a inversiones, suponen un daño relevante en las propias cuentas de la entidad y en los posibles fondos destinados a otros proyectos en fase semilla o arranque".
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal relata que Fumapa es una sociedad limitada constituida el 13 de diciembre de 1988, dedicada a la fabricación y venta de carpintería metálica y aluminio y cristal, cuyo capital social es de 45.436,52 euros. En fechas no determinada, los socios de Fumapa, Fulgencio Canales Rodríguez y Francisco Gutiérrez Cañizares, lograron una reunión en La Carolina (Jaén) con el presidente de Invercaria, Tomás Pérez-Sauquillo.
Después, el 8 de abril de 2008, los empresarios se reunieron con Pérez-Sauquillo y personal de Invercaria, para la concreción de la petición de inversión. En esa reunión en la sede de Invercaria, no entregaron "más de dos folios manuscritos, en los que se contenía una serie de gastos entre 2005 y 2008, así como un inventario de inmovilizado de Fumapa y Fumafra", mercantil esta última constituida por los mismos socios.
A finales de 2006 tanto Fumapa como Fumafra presentaban fondos propios negativos por 27.644 y 165.037 euros, respectivamente, y ambas se encontraban en una situación"comprometida" desde el punto de vista económico a todos los niveles. El entonces presidente de Invercaria, Tomás Pérez-Sauquillo, a pesar de ser “consciente de la irregularidad del inicio del trámite y de la inviabilidad en todos los sentidos de tal ayuda, con estos datos y documentos, hizo llegar a través de su secretaria el interés del mismo en que se analizara la inversión, dándose traslado de estos documentos a personal del departamento de Promoción, cuyo director era en esas fechas Cristóbal Cantos".
El proyecto no pasó por el departamento de análisis e inversiones de Invercaria ni por el comité de dirección, y en el informe se constató un "deficiente análisis de la inversión propuesta y siempre de manera fragmentaria y parcial que consistió en una ficha informativa incompleta, y de apenas unos párrafos de medio folio y un informe, meramente informativo". El documento, de "medio folio", concluía que ambas empresas mostraban “problemas de liquidez a corto plazo y que se carecían de datos que indicasen la operación a realizar, inversión, y que financiación se pedía a Invercaria".
Posteriormente, el propio Cristóbal Cantos elaboró un informe el 19 de mayo de 2008 y "sin formato oficial", en el cual decía que carecía de datos que se han requerido y se hablaba de la “alta consideración e importancia del proyecto”, aunque también se advertía de la "deficiente situación de liquidez, con fondos propios negativos y fuerte dependencia de un solo cliente” y se apuntaba la necesidad de hacer una auditoría de cuentas para el ejercicio 2007, así como diversificar la cartera de clientes y hacer un informe sobre la gestión de la empresa. "Ninguno de estos tres aspectos señalados como necesarios se realizó posteriormente ni el presidente dio orden en tal sentido", precisa el fiscal, que recuerda que el 23 de julio de 2008, el consejo de administración de Invercaria acordó por unanimidad la concesión de un préstamo participativo por importe de 300.000 euros, y se votó "a pesar de no presentar plan de negocios, ni análisis de inversión".
Según la Fiscalía, Invercaria el 1 de octubre de 2009 era "consciente de la comprometida situación económica de Fumapa, de sus problemas con Hacienda y la Seguridad Social a través de una reunión mantenida con personal de la misma y donde hasta entonces no se habían afrontado los pagos de principal e intereses del préstamo".
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