El ex policía dominicano reconoce que asestó "cuatro o cinco" cuchilladas a su ex pareja

Crimen machista en Olivares

El acusado llamó a su madre tras cometer el crimen con la intención de llevarle a los dos hijos menores. "He cometido un fracaso", le comentó a su madre

Agentes de la Guardia Civil, en el escenario del crimen machista de Olivares.
Agentes de la Guardia Civil, en el escenario del crimen machista de Olivares. / José Ángel García

El ex capitán de la Policía de la República Dominicana José Manuel Rodríguez Martínez, que está siendo juzgado en la Audiencia de Sevilla por el asesinato de su ex pareja Estefany G. E., a la que acuchilló en plena calle en Olivares en octubre de 2016, ha reconocido este martes ante el jurado popular que arremetió en "cuatro o cinco" ocasiones con el cuchillo contra la víctima, que presentaba un total de 12 heridas por arma blanca.

El acusado, que se enfrenta una condena de entre 23 y 30 años de cárcel, ha explicado en su declaración en el juicio que tras cometer el crimen llamó a su madre para entregarle a sus dos hijos menores. "He cometido un fracaso", ha asegurado José Manuel Rodríguez que le dijo en esa conversación a su madre, y ha agregado que a continuación "pensaba entregarse".

El trasfondo del crimen es una supuesta infidelidad de la mujer, que mantenía una relación con una persona que según el acusado estaba metido en el mundo de las drogas y él no quería que sus hijos se vieran relacionados con la drogadicción, según la versión del procesado, que también ha dicho que tenía cierto "temor o miedo" al compañero de su pareja porque éste había puesto en su estado de WhatsApp que "por las buenas le daba la gloria y por las malas le daba un tiro".

El acusado ha indicado que no consideraba a su pareja "capaz de serle infiel" porque creía que ella valoraba "el sacrificio que hizo" al dejar la República Dominicana, donde tenía una carrera en la Policía de 19 años y otra hija de un matrimonio anterior. La acusación particular que ejerce la Junta de Andalucía le ha preguntado al acusado sobre una serie de mensajes enviados el día anterior al crimen, en los que insultaba a su pareja y hacía referencia a esa infidelidad.

El día de autos, el 16 de octubre de 2016, el acusado ha explicado que había quedado con su ex pareja para recoger a los niños -por entonces de cinco y tres años- y cuando llegó con su vehículo Estefany comenzó a "discutir", pidiéndole que le diera una carpeta del menor que tenía en el maletero, del que cogió dicha carpeta y un cuchillo que, según el ex policía, estaba guardado junto a otros efectos de una barbacoa familiar reciente.

A continuación se dirigió hacia su mujer, que estaba a unos 15 metros, portando la carpeta en una mano y el cuchillo en la otra, ha afirmado el acusado, que no ha dudado en añadir cínicamente que "ella podía ver el cuchillo y pudo entrar en su domicilio y cerrar la puerta". Cuando estuvo a su alcance, siempre según su versión exculpatoria, la víctima comenzó a lanzarle patadas y se produjo un forcejeo en el que ambos cayeron al suelo. También ha opinado que la víctima tuvo posibilidad de defensa, puesto que "de las 12 heridas, siete son de defensa", ha agregado el acusado, que ha sostenido que la mujer cogió el cuchillo y ha completado su relato diciendo que "si el cuchillo no hubiera estado en el maletero, tal vez no habría estado hoy sentado aquí".

El acusado ha negado que le asestara esas doce cuchilladas, porque no recuerda en qué circunstancias se produjeron las heridas, pero sí ha admitido que en el forcejeo "le tiró el cuchillo cuatro o cinco veces", es decir, que intento usarlo contra ella en esas ocasiones.

Tras la agresión, vio cómo la mujer "entró en la casa" y él se subió al coche, donde según el procesado estaban subidos los dos menores, y se marchó del lugar. José Manuel Rodríguez asegura que sus hijos "no vieron lo sucedido", aunque las acusaciones mantienen que la agresión se produjo en presencia de los dos niños, que no paraban de llorar y gritar mientras su madre era acuchillada repetidas veces.

El acusado ha negado un episodio anterior de malos tratos que tuvo lugar en febrero de 2016, cuando según la Fiscalía llegó a amenazar a su pareja con un arma blanca porque ésta no quería mantener relaciones sexuales, algo que el ex policía dominicano ha negado.

La defensa del acusado alega que los hechos no son constitutivos de un delito de asesinato, sino de un homicidio (imprudente o doloso), en el que además aprecia las circunstancias atenuantes de arrebato y confesión.

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