Condenan a cuatro años de cárcel al ladrón que robó en un hotel de Sevilla Este a punta de pistola
Robo con intimidación
El caco, que es multirreincidente y ya tenía cuatro condenas firmes en el momento de los hechos, entró en el establecimiento por la piscina y amenazó a la recepcionista con volarle la cabeza
La pesadilla de un taxista de Sevilla que fue atacado por dos ladrones: “Mátalo, apuñálalo, que no salga vivo de aquí”

Un ladrón con un extenso historial de robos, y también de condenas, agregó ayer una más a su palmarés al aceptar cuatro años de cárcel por atracar un hotel muy próximo a Fibes a punta de pistola. Apenas se llevó algo más de 2.000 euros, pero lo más grave del suceso es que en el camino hacia tan raquítico botín dejó traumatizada a la recepcionista del establecimiento: no sólo le apuntó con el arma, sino que la amenazó con volarle la cabeza, con esas mismas palabras, si no se ponía de rodillas.
Los hechos, que fueron enjuiciados en la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla, ocurrieron en la primavera de 2024. Sergio S.G., que en ese momento tenía en su currículum criminal cuatro sentencias firmes por otros tantos robos, se presentó en el hotel de marras junto a otra persona que no ha llegado a ser identificada. Tenían el “evidente ánimo de obtener un inmediato e ilícito beneficio patrimonial”, que es como la fiscal explicaba en su escrito de acusación provisional que su intención básicamente era robar.
Los ladrones entraron en el establecimiento por la piscina. Sergio S.G. llevaba la cara oculta con una braga de cuello más una gorra con visera que a su vez estaba cubierta por sudadera con capucha. Ya dentro del hotel, el encausado se dirigió a la recepcionista, “la encañonó con un arma de fuego corta” y, “levantando la voz”, le dijo “no grites, danos el dinero”. La víctima, que tras el suceso se dio de baja y ya no ha vuelto a trabajar en el hotel, se quedó “atemorizada” y señaló a los asaltantes el cajón donde se guardaba el efectivo. De allí extrajeron los cacos un total de 2.016,38 euros, pero se ve que la cantidad no debió de satisfacerles porque acto seguido instaron a la recepcionista a que les contara “dónde estaba la otra caja”. También le pidieron que les diera su móvil. La empleada les respondió entonces que ni había otra caja ni ella llevaba móvil. El encausado reaccionó ordenándole “que se arrodillara o le volaba la cabeza”. Y afortunadamente el incidente terminó ahí porque, con la mujer ya de rodillas, los agresores se marcharon por la puerta principal.
La Fiscalía inicialmente encajó los hechos en un delito de robo con intimidación con las agravantes de uso de disfraz (por llevar el rostro oculto) y de multirreincidencia (por todas las condenas que pesaban sobre él). En total reclamó seis años y medio de cárcel para Sergio S.G. Tras la negociación con la abogada del ladrón, sin embargo, el Ministerio Público aceptó introducir la atenuante de drogadicción. “El acusado es consumidor de sustancias estupefacientes”, alegó ayer la fiscal ante el tribunal. Esa modificación en su escrito de calificación se tradujo en una rebaja de dos años y medio de prisión para el implicado, que por supuesto dio su visto bueno al cambio. Tras confirmar su conformidad, la Sección Tercera dictó sentencia en la misma sala y la declaró firme.
El acusado, que por este suceso permanece en prisión provisional desde el 3 de mayo de 2024 y de hecho llegó ayer a la Audiencia desde la cárcel, también deberá indemnizar al hotel con 1.116,38 euros. Los 900 euros exactos que faltan para llegar a la cantidad que sustrajo junto a su compinche ya fueron aportados en su día por la aseguradora con la que el establecimiento tenía la correspondiente póliza.
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