Condenan y 'perdonan' a un joven que ayudó a un menor a apuñalar a un aspirante a policía en Alcalá de Guadaíra
Tentativa de homicidio
La víctima, que en el momento de los hechos ya había superado las pruebas físicas previas a las oposiciones, tuvo que renunciar a su objetivo porque las graves lesiones que sufrió le impedían ser apto médicamente
El menor fue condenado a dos años de internamiento y a pagar una indemnización de 140.000 euros; el segundo acusado no entrará en prisión si abona 38.000 euros y se somete a un programa de resolución de conflictos
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La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a un joven que ayudó a otro, entonces menor de edad, a apuñalar a un tercero durante una refriega en Alcalá de Guadaíra. Como consecuencia de las graves lesiones que sufrió, la víctima pasó un mes en la UCI, estuvo a punto de perder la vida y se vio obligado a renunciar a su intento de convertirse en policía nacional a pesar de que antes del suceso había superado las pruebas físicas. El autor material del apuñalamiento, que ahora es mayor de edad, fue condenado en su día a dos años de internamiento que ya ha cumplido y a indemnizar al apuñalado con 140.000 euros por las lesiones que le causó. El segundo acusado, juzgado este jueves en la Sección Primera, tendrá que pagar 38.000 euros por el daño moral infligido. De hecho, si lo hace en un plazo de cinco años y satisface otra serie de condiciones, ni siquiera entrará en prisión.
Este desenlace ha sido el resultado de un acuerdo entre la Fiscalía y los representantes del acusado y la víctima. Inicialmente, Juan Antonio G.C. se exponía a una petición de condena de ocho años por parte del Ministerio Público y diez por parte de la acusación particular. Tras la negociación entre la fiscal y los dos letrados, Ana Isabel Rivero en el nombre del procesado y Antonio Silva en el del perjudicado, la pena ha quedado fijada en dos años de cárcel por un delito de tentativa de homicidio con la agravante de superioridad (fueron dos contra uno) y las atenuantes muy cualificada de enajenación mental y analógica de reparación del daño (ya ha consignado 2.000 de los 38.000 euros), la prohibición de acercarse a menos de 500 metros o comunicarse con la víctima durante ocho años y el pago de la susodicha responsabilidad civil.
La conformidad también incluye la suspensión de la ejecución de esa pena de cárcel. La defensa la ha solicitado basándose en la ausencia de antecedentes penales y el "esfuerzo reparador" y la Fiscalía no se ha opuesto siempre que cumpla tres condiciones: que no cometa ningún delito en los cinco próximos años, que pague los 36.000 euros en ese mismo plazo (a razón de 600 al mes) y que se someta a un programa de resolución pacífica de conflictos también durante ese mismo tiempo. El tribunal, que ha dictado sentencia firme en la misma sala, ha acordado la suspensión de la pena.
Los hechos ocurrieron el 7 de mayo de 2021. El acusado se encontraba en el bar Jacinto junto a Álvaro R.D., conocido en Alcalá como 'Maligno'. Ambos coincidieron allí con el tercer joven, con quien el menor de edad "había tenido un enfrentamiento dos semanas antes". Es más, este encausado ya había expresado con anterioridad "su intención de apuñalar" a la víctima y en aquel momento "alentó" a Juan Antonio G.C. a ayudarlo en la agresión. El joven "se mostró conforme". Así quedaba reflejado en el escrito de la Fiscalía, que ha sido aceptado por el encausado cuando ha reconocido los hechos ante el tribunal.
En aquel establecimiento no ocurrió nada, pero todo cambió sobre las diez de la noche en la calle San Fernando. El menor, armado con una navaja, abordó a la víctima y "aprovechando que ellos eran dos", le asestó una cuchillada en el abdomen y otra en el cuello mientras su cómplice agarraba al agredido "fuertemente por detrás hasta inmovilizarlo".
Como consecuencia de ese ataque, la víctima permaneció 29 días ingresado en el hospital. Y menos mal que fue auxiliado pronto por varios testigos de la escena que rápidamente llamaron a los servicios de emergencias, porque las heridas habrían sido mortales de no haber sido tratadas con esa inmediatez. De hecho, la puñalada en el abdomen afectó al páncreas y la del cuello pasó cerca de la aorta. Entre las secuelas que padece la víctima figuran la dificultad para hablar cada vez que gira mínimamente el cuello, hasta el punto de que está pendiente de ser intervenido de las cuerdas vocales.
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