La Feria es una gran fiesta pero, por desgracia, también es una continua fuente de sucesos y en los últimos tiempos empieza a ser más frecuente de lo aconsejable que lo que ocurre en el Real, lejos de quedar en el Real, llegue hasta la Audiencia de Sevilla. Hace unos meses fueron condenados varios jóvenes por protagonizar una agresión homófoba en la Calle del Infierno y ahora son dos camareros de una caseta, y por tanto compañeros de trabajo, los que han sido castigados a sendas penas de cárcel por pelearse entre ellos en plena jornada de trabajo. A uno, que empujó al otro y después pegó un puñetazo a la novia cuando esta intentó auxiliar a su pareja, le han caído cinco meses de prisión. El segundo, que tras ver el ataque a su novia cogió unas tijeras y se las clavó al primero, ha sido penalizado con un año y medio. Y eso sin contar las indemnizaciones que tendrán que pagarse mutuamente.

Los hechos, que han sido juzgados por la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, ocurrieron en la Feria de 2022, la primera después de dos años de suspensión por la pandemia de coronavirus. Sobre las 2.00 de la madrugada del 6 de mayo, viernes de Feria, Francisco Javier M.P. y José María L.M. emprendieron una "fuerte discusión" dentro de la caseta en la que ambos trabajaban, ubicada en la calle Costillares, y la refriega verbal acabó degenerando en física.

Lo primero que ocurrió fue que José María empujó a Francisco Javier. Al verlo, la novia de este último intentó ayudarlo, pero también fue empujada por el primer acusado y cayó al suelo, donde fue golpeada en la cara. La reacción de Francisco Javier al comprobar lo que le había ocurrido a su novia fue coger unas tijeras, abordar a José María por la espalda y clavárselas.

Francisco Javier sólo sufrió una contusión en la rodilla izquierda de la que se recuperó en apenas dos días. A su novia le fue peor: acabó con tumefacción y un hematoma en tobillo derecho y una contractura en la espalda, todo fruto de la caída, y el manotazo en la cara le provocó la rotura parcial de la paleta izquierda, así que necesitó que se le reconstruyera el diente y se le ha quedado como secuela la rotura parcial del incisivo central. El más perjudicado, en todo caso, fue José María, que tras ser atacado con las tijeras sufrió heridas de las tardó 53 días en recuperarse. Entre otras secuelas le ha quedado una cicatriz de 6x0,5 centímetros en la mejilla izquierda.

Antes del acto del juicio, Francisco Javier anticipó 6.000 euros a José María y se comprometió a abonar el resto de la indemnización en un plazo de diez días. Además, el mismo día del suceso ya reconoció que había agredido a su compañero con las tijeras ante los agentes de la Policía que se presentaron en la caseta. Por el resarcimiento económico se ganó la atenuante de reparación del daño y por el reconocimiento del delito, la de confesión. Es decir, doble rebaja de la pena.

En la sentencia, facilitada por la oficina de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la Sección Séptima condena a Francisco Javier M.P. a un año y seis meses de cárcel como autor de un delito de lesiones con uso de instrumento peligroso con las susodichas atenuantes. A José María L.M. le impone cinco meses de prisión por un delito de lesiones (por la agresión a la novia de su compañero) y una multa de 90 euros por un delito leve de lesiones (por la agresión al compañero).

El tribunal también establece que Francisco Javier indemnizará a José María L. M. con 2.555 euros por las lesiones y 10.000 euros por las secuelas. A ese total de 12.555 euros hay que restarles los 6.000 que ya abonó antes del juicio y otros 70 euros por vía de compensación. Por tanto, la responsabilidad civil total que debía satisfacer en ese plazo de diez días era de 6.485 euros.

El otro acusado también deberá tirar de cartera: José María fue condenado a indemnizar a Francisco Javier M. P. con 70 euros, aunque esa cantidad "se tiene por satisfecha por vía de compensación", según declara la sentencia, y por otro lado tendrá que abonar 3.425 euros a la novia del otro encausado por las lesiones y las secuelas que le causó.

El caso se resolvió antes del acto del juicio con un acuerdo entre las cuatro partes participantes (la Fiscalía, los dos acusados y la novia). Inicialmente, en su calificación provisional, el Ministerio Público reclamaba cinco años de cárcel para Francisco Javier por el delito de lesiones con instrumento peligroso y dos años para José María por los dos delitos de lesiones.

Ya dentro de la sala de vistas, los acusados reconocieron los hechos y expresaron su conformidad con los cambios introducidos por el Ministerio Fiscal. Como todas las partes se comprometieron a no recurrir el fallo, el tribunal dictó sentencia firme allí mismo. Después, en una resolución aparte, suspendió la ejecución de las penas. Si los procesados pagan las indemnizaciones y no delinquen más, ninguno irá a la cárcel.