Cinco años y dos meses de cárcel por intentar matar a un hombre con un hacha en Castilblanco de los Arroyos
Sentencia
El vecino de Castilblanco de los Arroyos acusado de intentar matar a otro hombre con un hacha, amenazar a su amigo con un cuchillo y quitar la vida al padre de la víctima, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Sevilla a cinco años y un día de cárcel por homicidio intentado y dos meses por sendos delitos de amenazas leves tras llegar a una conformidad entre las partes. La Fiscalía solicitaba para F. C. G. nueve años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y dos años por otros tantos delitos de amenazas, así como que se le prohíba acercarse a menos de 200 metros o comunicarse con la víctima durante diez años. El Ministerio Público también pedía una indemnización de algo más de 17.000 euros por los daños y las secuelas que le ha dejado.
Los hechos ocurrieron sobre las 16:15 del 11 de agosto de 2018 cuando el procesado, de 41 años, se dirigió a la víctima cuando esta se encontraba junto a un amigo en una urbanización de Castilblanco y lo abordó "de forma sorpresiva por la espalda". A continuación sacó un hacha que llevaba en una mochila e intentó golpearlo en la cabeza, pero el otro reaccionó a tiempo y evitó el impacto interponiendo su brazo. Tras ese primer intento, F.C.G. "continuó lanzando golpes con el hacha" mientras le decía "te tengo que matar" y le hacía caer al suelo. En ese momento intervinieron las personas que había allí, pero el encausado esgrimió entonces un cuchillo "de grandes dimensiones", se dirigió al amigo de la víctima y le dijo "o me dejas o te pincho y te rajo también", por lo que aquel se marchó del lugar.
El investigado abandonó también la escena, pero lo hizo "vociferando" que iba a buscar al padre del agredido para matarlo. Como consecuencia del incidente, la víctima sufrió una fractura en el codo izquierdo y otro en la tibia derecha, así como secciones parciales en la planta de un pie y el tendón de Aquiles, lesiones de las que tuvo que operarse y de las que se recuperó cien días después. Además, detalla el fiscal, como secuelas le han quedado varias cicatrices que le causan un "perjuicio estético moderado".
El tribunal ha tenido en cuenta la atenuante analógica de arrepentimiento por parte del acusado, que ha sido representado legalmente por el abogado Luis Ocaña Escolar.
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