La defensa no ve “ninguna prueba directa” contra el presunto asesino de su ex pareja
Juicio con jurado
Las acusaciones particulares imputan a "El Moco" violencia de género y asesinato con las agravantes de ensañamiento y alevosía
Un jurado popular inició este lunes en la Audiencia de Sevilla el juicio contra Abel M.L., de 40 años, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 20 años de cárcel por matar a golpes a una mujer con la que había mantenido una relación sentimental. La defensa del acusado pidió su absolución y dijo al jurado que "ni una sola prueba directa acredita su culpabilidad” ya que “todas son circunstanciales”.
El jurado quedó compuesto por seis mujeres y tres hombres, que deberán decidir si Abel M.L., conocido como El Moco, mató a la que había sido su compañera, Dolores O.G., en la madrugada del 1 de febrero de 2020 en una plaza de San Juan de Aznalfarache frecuentada por toxicómanos.
Manuel Bizcocho, abogado del procesado, argumentó que Loli tenía una nueva pareja, que la relación con Abel había terminado diez años antes y que en los últimos años el acusado solo había tenido con ella “alguna discusión puntual por temas de droga”.
Abel acudió al juicio con un rosario de grandes dimensiones colgado del pecho y su letrado aportó al tribunal un certificado sobre la drogadicción de larga duración que padecía.
En sus alegaciones previas, la fiscal del caso -que solicita 20 años de cárcel por un delito de asesinato- pidió al jurado que “aplique el sentido común y el sentido de la Justicia” y recordó que el acusado “ha cambiado de versión varias veces y según le convenía a medida que el cerco policial se cerraba sobre él”.
El acusado “maltrataba, robaba y obligaba a prostituirse” a Loli
En la causa hay tres acusaciones particulares: la que ejerce la hija de 17 años de Loli, la de su hermano y madre, y la que ejercita la Junta de Andalucía como acusación popular “como manifestación de la repulsa de toda la sociedad andaluza y porque no queremos venganza, sino justicia para Loli por su muerte injusta”, según afirmó la letrada de la Administración andaluza.
Estas acusaciones añaden a su petición de 24 años por asesinato otro delito de violencia de género habitual, con una petición de tres años, y las agravantes de alevosía y ensañamiento por “aumentar deliberadamente el sufrimiento de la víctima” con los 23 golpes que recibió en la cara, frente y cráneo.
El abogado José Izquierdo, que representa a la hija de Loli, explicó al jurado que “no había necesidad de propinarle un aluvión de 23 golpes para robarle la droga” y recordó que, según las amigas de la víctima, Abel “la amenazaba, maltrataba, robaba, vejaba y obligaba a prostituirse”.
“En una palabra, que concurren los dos males de la sociedad actual: la violencia de género y las drogas”, aseguró.
Su escrito de acusación solicita 22 años de cárcel por asesinato, tres por violencia habitual y una prohibición de acercarse a menos de un kilómetro de la joven durante 30 años. La declaración del acusado se producirá este martes.
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