La Fiscalía pide 17 años para los cuatro atracadores de un chalé en Mairena
Asalto en un chalé de Mairena
Los asaltantes irrumpieron por el método de "policías full", haciéndose pasar por agentes, e iban liderados por un ex guardia civil que falleció en un tiroteo con los agentes que acudieron al domicilio
La Fiscalía de Sevilla ha reclamado una condena de 17 años de cárcel para cuatro atracadores que participaron el 19 de diciembre de 2017 en el asalto del chalé en Mairena del Aljarafe del empresario Joaquín Henares, que fue retenido por un grupo de diez asaltantes que buscaban un supuesto botín de entre nueve y once millones de euros y que acabó con la muerte de uno de los ladrones, el ex guardia civil Antonio Reyes Estévez, conocido como el Pocholo.
En su escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía imputa a cuatro de los cinco investigados -para el quinto solicita la absolución- tres delitos de usurpación de funciones públicas y de delito de detención ilegal -en relación con el empresario y dos jardineros de la finca- en concurso con un delito de robo violento en casa habitada y con uso de arma o medio peligroso, así como un delito leve de lesiones. Por cada uno de los tres delitos mencionados en primer lugar reclama sendas condenas de cinco años y ocho meses de prisión para Manuel C.L., José Francisco R.B., José H.R. y Manuel F.A., mientras que por el delito leve de lesiones pide una multa de 900 euros.
Dice el Ministerio Publico que estos cuatro acusados, junto a otras personas que formaban un grupo cercano a la decena, se concertaron en los últimos meses de 2017 para apoderarse "por la fuerza y empleando la violencia que fuera menester, de objetos de valor y de las cantidades de dinero que pudiera haber en la vivienda" del empresario Joaquín Henares, en la urbanización las Tinajas de Mairena.
Uno de los tres acusados, que siguen actualmente en prisión, declaró tras ser arrestado que había contactado precisamente en el patio de la cárcel con un colombiano, al que llamaban el Colombi, quien le dijo que en el chalé había entre nueve y once millones de euros, dinero que se hallaba en una caja fuerte, mientras que en un pajar había más dinero oculto.
El golpe llevaba preparándose desde hacía meses y se materializó sobre las 08:30 horas del 19 de diciembre de 2017, cuando los acusados, entre ellos el ex guardia civil que resultó muerto se presentaron en el domicilio a bordo de cuatro o cinco vehículos, e irrumpieron por el método que se conoce en el argot como "polis full", es decir, haciéndose pasar por agentes de la autoridad, para lo cual iban provistos de placas de identificación colgadas al pecho.
El cabecilla de los asaltantes, el ex guardia Antonio Reyes, se identificó como el jefe del grupo de Policía Judicial y le dijo a dos jardineros de la finca que iban a realizar un registro "por un delito de narcotráfico y blanqueo de capitales", por lo que los trabajadores le franquearon la entrada y avisaron al propietario, llevando puestos al menos dos de los asaltantes chalecos con la leyenda "Policía".
El empresario creyó en principio lo que le decían los asaltantes y como le preguntaron dónde estaba el dormitorio y las cajas fuertes, los acompañó hasta su cuarto, recibiendo "empujones y cachetazos, apremiándole para que colaborara y llegando a decirle que, si no lo hacía, podrían hacerle algo a su mujer y a su hijo", precisa el fiscal, que añade que se apoderaron de joyas, relojes y dinero y 3.200 euros en efectivo.
Los dos jardineros fueron encerrados en una habitación y los atracadores tenían además la intención de llevarse dos vehículos de alta gama, un Porsche Cayenne y un Mercedes CLK 300, que le dijeron "tenían que intervenir". A continuación, le dijeron a Joaquín Henares que los llevara donde guardaba la paja para los caballos, pues "era allí donde cocultaba el dinero que le había traído" un detenido en Barcelona y que así lo había confesado.
El ex agente encañonó a los guardias civiles
A las 09.10 una patrulla de la Policía Local de Mairena recibió un aviso de la central comunicándole que un ciudadano había llamado alertando de la presencia de varios individuos saltando la tapia desde el techo de un coche hasta el interior de un chalé en la urbanización Las Tinajas, y poco después llegó una patrulla de seguridad ciudadana de la Guardia Civil, momento en el que se produjo el enfrentamiento con el ex guardia civil conocido como el Pocholo.
Dice el fiscal, que este ex agente "de manera repentina e inesperada sacó su arma de la funda y encañonó a los guardias civiles estando a poca distancia de ellos, como un metro y medio, y aunque intentaron tranquilizarlo, les decía que tiraran sus armas al suelo y que los iba a matar".
Los dos agentes comenzaron a recular hacia la salida intentando calmarlo, prosigue el relato del Ministerio Público, diciéndole que se fuera de allí, que no lo iban a detener, pero fueron seguidos por el ex agente, "que los apuntaba con el arma hacia el rostro y el cuerpo, pasando de encañonar de uno a otro agentes, mientras que seguía gritando para que tiraran sus armas e insistiendo en que los iba a matar".
Dice el fiscal que el Pocholo denotaba por "sus expresiones y por su mirada de odio que podía disparar" contra los agentes en cualquier momento, por lo que uno de los guardias desenfundó su arma y para "proteger su vida y la de su compañero, efectuó dos disparos" que acabaron con la vida de Antonio Reyes Estévez.
El empresario asaltado creía que eran "policías de verdad"
La víctima del robo, el empresario Joaquín Henares, aseguró en su declaración que colaboró con los asaltantes de su vivienda porque creía que eran "policías de verdad", y contó además cómo incluso llegaron a decirle que dos de sus vehículos iban a ser intervenidos, de hecho ambos coches estaban con el motor arrancado cuando llegaron los agentes de la Policía Local y la Guardia Civil.
Los atracadores le indicaron además que colaborase porque si no iba a ser "peor para él" y que le dijera dónde estaba el dinero o de lo contrario "iba a pasar unos cuantos años en la cárcel". El empresario añadió que Antonio Reyes Estévez y uno de los detenidos lo llevaron a la zona de la cuadra, donde comenzaron a picar el suelo de hormigón "en busca del supuesto dinero que tenía escondido y que los autores decían que se lo había traído el mexicano, un tal José Luis, que estaba detenido en Barcelona, que era el que había dicho que el dinero estaba en ese lugar y que lo había traído hace unos ocho días", según recoge la declaración del empresario ante la Guardia Civil, a la que ha tenido acceso este periódico.
Mientras buscaban el dinero, le colocaron bridas y fue golpeado, y después de una hora sin hallar nada lo amenazaron con matar a sus familiares y le colocaron la bolsa de plástico en la cabeza hasta que se desmayó.
La víctima añadió que una antigua empleada a la que despidió unos meses antes les dijo que guardaba el dinero en la zona donde se encuentra la paja y el grano, lugar dónde buscaron precisamente los asaltantes. En cuanto a los objetos sustraídos, aseguró que le faltaban joyas de su mujer, varios relojes -uno de ellos un Cartier Santos valorado en 12.000 euros- y unos 3.200 euros en efectivo.
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