La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Caso Faffe
El juicio a Fernando Villén, ex director general técnico de la Faffe, y Antonio Torres, alcalde socialista de Lebrija durante 24 años y después director de Recursos Externos de la fundación pública, quedó visto para sentencia este miércoles después de que las partes pronunciasen sus respectivos informes finales y los acusados ejerciesen su derecho a la última palabra. Resultó interesante ese turno final de los encausados. “Trabajé incansablemente y ayudé a incrementar el patrimonio de la Junta de Andalucía”, llegó a decir Torres en un discurso que leyó con voz entrecortada por la emoción, hasta el punto de que llegó a llorar.
El acusado, para quien la Fiscalía Anticorrupción pide dos años y medio de cárcel, básicamente repitió buena parte de lo que dijo cuando declaró durante el juicio. A grandes rasgos resumió que se lo acusaba de no tener formación, no hacer nada o no ir a la sede de la Faffe y respondió que había estudiado en “algunos de los centros de formación de directivos más prestigiosos de España” o que consiguió subvenciones “por más de dos millones de euros” gracias a distintos convenios, entre ellos dos con los Ministerios de Defensa e Interior. “Es decir, que ayudé a incrementar el patrimonio de la Junta de Andalucía”, destacó.
“Todo ello lo hice combinando el trabajo telemático desde casa con el trabajo presencial en la sede de la Faffe cada quince días”, insistió el ex primer edil de Lebrija, que ya con la voz entrecortada se dirigió a quienes estaban a su derecha: “No tengo nada en contra de las personas que me están acusando sin fundamento de ningún tipo. Quiero pensar que lo hacen por falta de información sobre los hechos, por eso espero que la Justicia ponga a cada uno en su sitio y me absuelva de unos delitos que nunca cometí”, proclamó.
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