Los acusados de la muerte de Cayetano Romero apuntan a los ‘enemigos’ que tenía la víctima

Dos Hermanas

Niegan la paliza recibida por el fallecido y aseguran que las dos víctimas estuvieron con ellos "por voluntad propia"

Audiencia provincial de Sevilla
Audiencia provincial de Sevilla

"Cayetano llevaba un carrera más grande que la mía y la de mi hermano", así explicaba Israel G. F. ante el tribunal por qué razón cree que mataron a Cayetano Romero, cuyo cadáver fue encontrado en marzo de 2019 en un descampado de Dos Hermanas conocido como Las Marías Chicas. "Tenía problemas con bandas de extranjeros, gitanos y gente que se dedicaba a prestar dinero. Cualquiera puede estar relacionado con su muerte", declaró ante el tribunal de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla.

Todos los acusados declararon, la mayoría solo ante el fiscal y su abogado, que Cayetano Romero no recibió ninguna paliza y que tanto él como la otra víctima, Jonatan A. acudieron a todos los sitios donde transcurrieron los hechos "por su propia voluntad". Asimismo, negaron la participación del padre de los principales acusados, Juan Manuel G. A. y de su sobrino, José Antonio G. Los hermanos Israel y Juan Manuel G. F. reconocen que hubo una discusión en casa de José Antonio G. "fue tan fuerte que una vecina amenazó con llamar a la policía, pero no llegamos a las manos", explican los hermanas, aunque otros dos de los acusados explicaron que se pegaron "guantazos" entre Israel y Cayetano y otro de los procesados, José Antonio G. llegó incluso a explicar que a este último le sangraba la nariz, por lo que le pidió permiso para entrar en el cuarto de baño de su casa para limpiarse.

Y es que, según declaró Juan Manuel G. F., el otro acusado que está en prisión, "Cayetano se fue andando por su propio pie, sin ningún problema y agradeciéndonos el trato recibido". Coinciden además en señalar que el desencadenante de lo que ocurrió ese 1 de marzo de 2019 fue un "incidente" del que ninguno de ellos quiso hablar ocurrido cerca de la gasolinera de Ciudad Expo, en Mairena del Aljarafe y en una finca situada en este municipio. Aunque uno de los acusados, Juan Manuel G. F. aclaró a preguntas de la fiscal que "ese incidente no tiene nada que ver con la muerte de Cayetano". Incluso añadió que la discusión, en realidad, fue entre Cayetano Romero y Jonatan, la otra víctima, "porque Cayetano descubrió que Jonatan era el verdadero cabecilla de todo lo que pasó". Según las acusaciones, ambos protagonizaron una venta fallida de droga propiedad de los principales acusados.

De "un camino de tierra" de Mairena, "donde había mucha gente con palos para pegar a Cayetano, Jonatan e Israel", según uno de los acusados, huyeron en dos coches donde subieron las dos víctimas "por propia voluntad". Según los procesados, en todo momento pudieron irse a su casa e "incluso Jonatan estuvo hablando con su mujer por el móvil".

Versiones opuestas

Una versión de los hechos radicalmente opuesta a la que sostienen las acusaciones. En ellos señalan que el 1 de marzo de 2019, Cayetano Romero y Jonatan A. presuntamente "iban a participar como intermediarios en una operación de venta de droga".Cuando regresaba de la operación, Cayetano informó que le habían robado la droga y se fueron los cuatro a la finca de una persona en Mairena del Aljarafe, donde hubo una discusión entre Cayetano e Israel G. F. en la que éste le propinó un puñetazo en la cara. Según fuentes del caso, Israel G. F, llamó a su hermano y a dos sobrinos también acusados. El hermano, Juan Manuel G. F. tuvo una actitud "muy agresiva con respecto a Cayetano". Los cuatro exigieron a Jonatan A. y al fallecido que fueran con ellos a las Tres Mil Viviendas. Según Israel G. los hechos fueron completamente diferentes y Cayetano apareció con "una brecha en la cabeza y con unas bridas verdes puestas" y se fueron a casa de su sobrino, en las Tres Mil Viviendas huyendo de unas personas que querían pegarles.

El relato de la acusación continúa indicando que, a esta casa, propiedad de de José Antonio G. J. llegaron Juan Jesús L. T. y José Antonio L. T. y se produjo una fuerte discusión entre los acusados y ambas víctimas. "a quienes culpaban de lo fallido de la operación" y golpearon a Cayetano y Jonatan en la cara y el cuerpo. Ante las quejas de los vecinos por el escándalo llevaron a los dos, "contra su voluntad", a la vivienda de Israel G. F. donde también llegó el padre de Israel y Juan Manuel. Según el ministerio público, "guiados por el ánimo de obtener un ilícito beneficio patrimonial " y con el propósito "de combatir la voluntad" de ambas víctimas, los ataron a una silla con cinta de embalar y trasladaron a habitaciones diferentes "siendo ambos amenazados con matarlos" y agredidos violentamente en cuerpo y cara. Tanto que, según la acusación particular, uno de los agresores acudió días después al centro de salud con fracturas en la mano. El objetivo de los acusados era obligarlos al pago de la deuda que, según ellos habían contraído al perder la droga, exigiéndoles la escritura de un inmueble en propiedad como garantía del pago.

Sin embargo, tanto Israel como Juan Manuel G. F. declararon ante el tribunal que Jonatan les entregó esa "nota simple escrita a mano" de manera "voluntaria" porque "tenía muchas ganas de solucionar el incidente". Aseguraron ante el tribunal que nunca le pidieron nada y que la entrega de ese documento "fue una sorpresa".

Otro punto diametralmente diferente entre los escritos de acusación y las declaraciones de los acusados es que mientras que la Fiscalía sostiene que José Antonio L. T. fue a casa de Jonatan para pedirle que le acompañara a casa de Cayetano, que iba echado en el asiento trasero del coche y le dejaron a escasos metros de su vivienda. Sin embargo, ellos declararon que le llevaron en automóvil porque "tenía miedo de irse solo porque tenía muchos enemigos en las Tres Mil Viviendas. Entró en su casa por su propio pie".

En cualquier caso, seis días después, el cadáver de Cayetano Romero fue encontrado en un descampado cercano a la residencia canina Las Marías Chicas. El Ministerio Público imputa a lsrael y Juan Manuel G. F. un delito de lesiones en concurso ideal de homicidio por imprudencia grave por los que solicita una pena de 6 años al primero y 5 años y 3 meses al segundo más 600 euros a cada uno por un delito de maltrato de obra sin lesión; dos delitos de detención ilegal para siete de los acusados con la pena de tres años de prisión por la comisión de cada uno de ellos; dos delitos de extorsión por los que pide tres años por la comisión de cada uno de ellos y un año y seis meses para Raúl Gasco R. por uno solo de los delitos. Asimismo, el ministerio público solicita 175.000 euros en concepto de responsabilidad civil para el hijo de Cayetano Romero y 10.000 euros para la madre.

La acusación particular imputa a los principales acusados un delito de lesiones en concurso ideal con otro de homicidio por imprudencia grave, además de dos delitos de detención ilegal y otros dos de extorsión. Al resto de los acusados, Juan Manuel G. A., José S. F. Juan Antonio G. J., Juan Jesús L. T., José Antonio L. T., Raúl G. D. y María José J. S., dos delitos de detención ilegal y dos delitos de extorsión, aunque deja fuera de este último a la única acusada.

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