Los acusados del crimen del joyero de Carmona "acordaron aceptar la violencia extrema" según la Fiscalía
Crimen del joyero
El Ministerio Público cambia la acusación de asesinato por un delito de robo con viollencia para uno de los acusados como alternativa por si el jurado no considera a uno de los acusados como autor material de la muerte de lo joyero
La pareja de fiscales del juicio con jurado sobre el crimen del joyero de Carmona ocurrido en agosto de 2018 ha planteado al los miembros del tribunal popular una alternativa de calificación del delito para uno de los dos acusados de matar y robar a Francisco Cintado en su joyería de esta localidad sevillana. Aunque solicitan para ambos acusados (hay un tercero fugado) las penas de 33 años de cárcel por asesinato y detención ilegal como medio de cometer robo con violencia, en el caso que el jurado considere probado que Iulian I. no participó en la muerte de Francisco Cintado, la fiscalía ha planteado que sea condenado a 12 años de prisión por lesiones graves y 8 por detención ilegal para cometer robo con violencia.
En este sentido, la defensa de Iluilan I. también cambió su calificación de los hechos al entender que sí existió delito de robo con violencia, pero negó que su defendido participara ni en la detencion ilegal ni en el asesinato. Por su parte, el abogado de Gheorghes S. solicitó al tribunal que tuviera en cuenta las tres "circunstancias modificativas" a la hora de establecer la pena para su defendido. Según el letrado, el acusado actuó bajo el síndrome de abstimencia porque "es consumidor de cocaína desde los 15 años y tiene 42". Además recordó que ha facilitado la dirección del tercer acusado, que está fugado, y se ha mostrado "especialmente arrepentido".
Por su parte, la acusación particular considera que los dos acusados son culpables tanto de asesinato como de robo con violencia.
Durante sus conclusiones finales, tanto Fiscalía como acusación particular señalaron que no existía ninguna prueba de que los atacantes actuaron bajo los efectos de alcohol y droga. Asimismo, añadieron que la dirección del huido fue facilitada por la familia de Gheorghe S., y no por el propio acusado.
Un robo "pensado e ideado"
Después de oír a los testigos, policías y forenses que han declarado ante el tribunal, el Ministerio Público considera probado que los acusados "idearon el plan desde tres días antes" puesto que acudieron a la joyería "con la intención de ganarse la confianza de Francisco Cintado y estudiar el local". De este modo, el 6 de agosto, cuando entraron en la joyería y mientras Iulian I. vigilaba, entraron en el establecimiento "y se abalanzaron, golpearon y amordazaron con una violencia que se excedió de lo necesario para conseguir su objetivo".
Según mantiene la Fiscalía, el robo estaba "pensado y planeado" para desvalijar la joyería, incluso los asaltantes habrían asumido matar al dueño si fuera necesario. Se basa en que, si es verda que las bridas y las cintas las llevaba el acusado que está huido, como declararon los dos procesados,, lo lógico es que tanto Iulian I. como Gheorge S. entendieran "que se iba maniatar y reducir a alguien, lo que implicaba uso de violencia.
Considera como un dato importante para refrendar esta hipótesis de que no les importaba matar al joyero que el riesgo de que reconociera a sus asaltantes tras el atraco era alto "porque ya habían acudido antes". En este acuerdo, incluye a Iulian I. puesto que, aunque no participó físicamente en la paliza, "sabía que se iba a emplear violencia contra el joyero. Aceptó el resultado de los hechos fuera cual fuera y su colaboración en la vigilancia desde la calle contribuyó al trágico final".
"No querian matar, sólo robar"
Este concierto previo es aceptado por el abogado de Gheorghe S., incluso el robo, "pero no la intención de matar" de su defendido basándose en que cuando huyeron de la joyería, "dejaron con vida a la víctima, que según el forense tardó en fallecer entre 1 y 2 horas". Insiste en que la muerte "fue un infortunio", como ya aseguró en la primera sesión del juicio.
El letrado atribuye las lesiones y golpes que presentaba el cadáver a la maniobra para reducirle "porque el joyero tenia un bate de béisbol y una pistola de fogueo para defenderse". Ahora bien, nunca llegó a poder cogerlos para defenderse. "Querían neutralizar su defensa, pero no matarle". De hecho, durante su conclusión final alegó que el joyero se resistió, "y eso fue una actitud imprudente, algo que nunca se debe hacer". Aún fue más allá. "Estos señores -señalando a los acusados- no lo mataron, se murió por circunstancias".
Por otro lado, la abogada de Iulian I. aseguró que su defendido "no sabía nada ni antes, ni durante ni después" del atraco. "Su papel es totalmente de subordinado".
También te puede interesar
Lo último