El acusado de matar a su ex mujer en Palmete pide perdón a sus hijos

La fiscal introduce la agravante de género a la hora de calificar la muerte de su ex pareja y la agresión a la otra víctima

Agentes inspeccionan la puerta del garaje donde ocurrieron los hechos. / José Manuel Vidal / Efe

El abogado defensor de Francisco Rodríguez tenía dos noticias buenas y una mala para los miembros del jurado que tendrán que deliberar sobre el veredicto del crimen machista ocurrido en Palmete en 2017. Pocas veces se cometen delitos con dos apuñalamientos, uno de ellos mortal, a plena luz del día, con multitud de testigos y con confesión del autor ante la Policía varias horas después. Esta fue la conclusión del letrado José María Carnero: “El caso es relativamente sencillo porque hay una confesión clara por parte de Francisco”. Pero el jurado no lo tiene tan fácil.

Y es que, en este juicio con jurado que empezó el pasado martes, hay hechos que todas las partes consideran como ciertos. Numerosos testigos, incluso el propio acusado, narraron a lo largo de estos cuatro días que Francisco Rodríguez esperó agazapado detrás de un coche a que su ex mujer, Encarnación Barrero, su hijo menor, la prima de ésta, María José Barrero, y su pareja, salieran del domicilio. Una de las vecinas avisó a María José que había un hombre escondido, ella se acercó y el acusado le asestó una puñalada y salió corriendo detrás del novio de la prima (que despistó al atacante) y Encarnación Barrero junto al menor, que se refugió en una cochera, donde Francisco Rodríguez le asestó varias puñaladas y donde finalmente murió. También está claro que el acusado quebrantó la orden de alejamiento, algo en lo que era reincidente.

Francisco Rodríguez utilizó la última palabra del juicio, antes de quedar visto para el veredicto, diciendo que sentía mucho lo que había ocurrido. “Pido perdón a la familia y a mis hijos. Ahora estoy bien”. En varias ocasiones durante el juicio se mencionó la falta de arrepentmiento del acusado. Es más, se le ha tenido que llamar la atención al mostrar en voz alta su contrariedad ante algunos testimonios.

Según la defensa, “es relativamente sencillo e incluso está de acuerdo con la Fiscalía y la acusación popular en que la muerte de Encarnación no es asesinato, “porque no existe alevosía ni ensañamiento”. El abogado de Francisco Rodríguez no dudó en calificar al crimen como “despiadado y feísimo, pero es un homicidio consumado”. En el caso de María José, tampoco lo calificó como lesiones porque, según él, Francisco Rodríguez apuñaló a la prima de su ex pareja “sin intención de quitarle la vida, una sola vez”.

La dificultad a la que se enfrenta el jurado es en la calificación de los delitos que, tendrá su traducción en las penas. Las diferentes acusaciones: fiscal, abogados de las víctimas y letrada de la Junta de Andalucía no se ponen de acuerdo en calificar los diferentes ataques a las mujeres. Mientras que la fiscal y la letrada de la Junta de Andalucía calificaron el ataque a María José Barrero como tentativa de asesinato con agravante de género, “al actuar el acusado con menosprecio hacia la víctima por ser mujer” y la muerte de Encarnación Barrero como homicidio con las agravantes de parentesco y género; los abogados de ambas mujeres califican los hechos como asesinato y tentativa de asesinato. De este modo, las penas solicitadas oscilan entre los 34 años que pide Fiscalía por los cuatro delitos y los 44 años de las acusaciones particulares.

Durante sus conclusiones finales, la fiscal introdujo la agravante de género en los delitos de asesinato y homicidio, a lo que se adhirieron las acusaciones.

La fiscal leyó ante el jurado los hechos probados de la última sentencia de malos tratos contra el acusado, que se publicó cuando la ex pareja ya había muerto. En ella se describe una situación continua de maltrato y de dependencia de Encarnación hacia Francisco, con un alto grado de sumisión por parte de la mujer y de dominación por parte del acusado.

Para el abogado de Francisco Rodríguez no ha quedado claro el delito del robo con violencia e intimidación del robo de una bicicleta que el acusado quitó a un menor de 13 años en su huida tras matar a su ex mujer. El acusado ha negado que le empujara o le intimidara con el cuchillo. Durante su declaración ante el tribunal del jurado esgrimió que sí había confesado que había matado a su ex mujer, “qué más me habría dado decir lo de la la bici. ¿Qué más da ir a la cárcel 20, 30 o 40 años?”. Sin embargo, las acusaciones recordaron que el niño explicó que el acusado le dio un empujón por detrás para quitarle la bicicleta, amenazándolo.

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