El hombre acusado de matar a un gorrilla en El Cerezo defiende su inocencia: "Fue sin querer"
Homicidio en Sevilla
Luis Jackson G.B., un ciudadano colombiano en situación irregular en España, pide su absolución, se muestra "arrepentido" y explica que la víctima lo insultó y lo atacó con un cuchillo: "En el forcejeo, desgraciadamente lo lastimé yo o se lastimó él"
La Fiscalía de Sevilla pide 14 años de cárcel para un hombre acusado de matar a un indigente en El Cerezo
Un jurado popular ha empezado este lunes a enjuiciar a un hombre acusado de matar de varias puñaladas a un gorrilla en un parque de El Cerezo. La Fiscalía reclama para Luis Jackson G.B. catorce años y seis meses de prisión por un presunto delito de homicidio con la circunstancia agravante de abuso de superioridad. La víctima, por su parte, era de nacionalidad marroquí, tenía 31 años y malvivía en un vehículo estacionado en San Lázaro. También era una persona "conflictiva" que intentó agredir al acusado, quien se ha escudado en que estaba bebido y drogado y en que actuó "en legítima defensa" porque el otro lo insultó y lo atacó con un cuchillo. "Fue sin querer", ha alegado el encausado, que igualmente se ha mostrado "arrepentido".
Los hechos, según relata la Fiscalía en su escrito de calificación provisional, ocurrieron en las primeras horas del 3 de mayo de 2023. El acusado se encontraba junto a su novia y otras dos personas en el parque Isla Canela, en la confluencia de la avenida Doctor Fedriani y la calle Doctor Jaime Marcos. La acusación aseguraba que la víctima se acercó a pedirles un cigarro y comenzó entonces una “violenta” discusión. Luis Jackson ha negado ese punto y ha explicado que Mohamed, nombre del fallecido, quería venderle un teléfono que él rechazó.
"Llegó desafiándome e insultándome directamente, diciéndome hijo de puta e insultando a mi madre. Yo le dije 'tranquilo, no quiero problemas'. Después se fue, pero volvió a los diez minutos con un amigo y comenzó a insultar otra vez. Cogió la botella de cerveza que teníamos, se la bebió y sacó un cuchillo. Yo le dije que no quería problemas, pero intentó tirarme con el cuchillo. Forcejeamos, me dio en las piernas y sin querer, no sé cómo, lo lastimé yo a él o se lastimó él mientras yo intentaba quitarle el arma para que no me lastimara", ha relatado el procesado ante el jurado de la Audiencia de Sevilla.
"Desgraciadamente -ha insistido-, en el mismo forcejeo lo lastimé yo sin querer o se lastimó él y se llevó una puñalada. Yo me asusté, vi que cayó y me acerqué. Hablé con él, 'hermano, qué te pasa', pero venía una multitud de amigos de él insultando y me asusté", ha seguido relatando. "La gente me quería pegar", ha alegado cuando el fiscal le ha preguntado por qué no auxilió al herido o por qué no llamó a una ambulancia. "No pensé que le hubiera hecho tanto daño", ha comentado también.
La acusación ha hecho ver al acusado un par de detalles contradictorios o aparentemente inexplicables. El primero, que él le dijo a la magistrada que investigó el caso que tenía un cuchillo oculto en un árbol y con él peleó con la víctima. En el juicio ha aclarado que esa versión no era cierta y que el único cuchillo fue el que llevaba Mohamed. Y el segundo dato es la falta de constancia de las heridas que, según él, le provocó la víctima, ya que no fue asistido por ningún médico y por tanto no hay parte: "Me las curé", se ha limitado a indicar.
Lo que sí ha reconocido Luis Jackson G.B. es que no era la primera refriega que mantenía con el aparcacoches. "Una vez, un amigo suyo me cogió todas las pertenencias, me quitó hasta las tijeras de cortar naranjas. Yo me lo encontraba y trataba de evitarlo, era más él conmigo que yo con él", ha señalado.
El fiscal también ha sido muy incisivo con la falta de auxilio hacia el caído. "Me arrepiento tanto de ese momento... Pero me asusté", ha reiterado el encausado, que ha insistido varias veces en que huyó del lugar porque se aproximaban varios amigos o compatriotas de la víctima.
En el trámite inicial de alegaciones previas, la abogada de Luis Jackson ha solicitado su absolución en primer lugar y, como petición subsidiaria, una pena de siete años y medio de cárcel basada en la aplicación de las atenuantes de alcoholismo, drogadicción y confesión.
"Un juicio justo" como "tributo" a la víctima
El fiscal del caso pronunció un inusual alegato inicial en el que recalcó a los jurados la importancia de “valorar lo que perjudica al acusado, pero también lo que le favorece”, en alusión a las circunstancias atenuantes que pueden suavizar la condena a Luis Jackson G.B. si es declarado culpable. “Los presos valoran mucho tener un juicio justo. Este señor tiene que salir de aquí totalmente convencido de que ha tenido un juicio justo. La posibilidad de reinserción depende en gran manera de eso”, apostilló el representante de la acusación pública.
El fiscal también se refirió al crimen como “un suceso terrible” originado por “un motivo nimio y evitable” que ha tenido o va a tener “consecuencias dramáticas para dos personas”. Una es el acusado y otra, lógicamente, la víctima: “Tuvo que morir fuera de su país y sin nadie cercano. La Policía encontró a un primo, pero desde entonces nadie ha preguntado por él. El tributo que le podemos rendir es esclarecer las verdaderas circunstancias que concurrieron en su muerte, es el gran favor que le podemos hacer”, destacó.
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