El acusado a su hermano: "He matado a mamá y a la hermana. Mátame"
Doble parricidio Arahal
Repitió las mismas palabras a los policías locales que llegaron al domicilio tras encontrar los cadáveres
El acusado del doble parricidio en Arahal ocurrido en diciembre de 2016 ha declarado durante su testimonio ante el tribunal del Jurado que sólo recuerda "un tres por ciento" de lo que sucedió esa noche en el domicilio de la calle Pedrera del municipio sevillano. De hecho, tras responder continuamente a las preguntas de la fiscal y de la acusación que no recordaba nada, admitió que "en este tiempo he recopilado datos y ve imágenes borrosas, gritos y voces de lo que pasó entonces".
Ante el tribunal sí recordó que llevaba varios días antes del doble crimen consumiendo. "Esa noche tomé cocaína base y pastillas para la hipófisis y la depresión". Sin embargo, no pudo precisar ni la cantidad ni de dónde sacó el dinero para pagarla.
Dos de los hermanos del acusado declararon durante la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Sevilla, que contó entre el público con un grupo de estudiantes de Leyes de la Universidad de Florida (EE. UU.). El primero de ellos, Eduardo P. B. fue el que encontró los cadáveres, después de que acudiera a la casa. El jefe de la hermana le había llamado extrañado de que no fuera a trabajar ese día ni contestara al teléfono.
Una vez que se presentó en la casa familiar, intentó entrar utilizando la llave y no pudo, por lo que pidió ayuda al vecino colindante y terminó accediendo a la vivienda por la azotea. "Me extrañó que todas las puertas estaban cerradas por dentro con pestillos y derribé la puerta de la cocina, donde estaba mi madre en el suelo". Mientras, el vecino se dirigió hasta otro dormitorio donde estaba Juan Antonio P. B., el acusado, tumbado boca abajo en la cama. Al principio creyó que estaba muerto, pero cuando se movió me avisó. En cuanto entró en la habitación, Juan Antonio le dijo: "He matado a la hermana y a mamá. Mátame".
El testigo afirmó con rotundidad que el bien de Arahal "es que no esté mi hermano". El hermano del acusado dudó de que existiera una discusión anterior al apuñalamiento de la hermana "porque estaba en ropa interior, no iba a estar desnuda delante de él. Además, si hubiera habido una discusión, se habría encerrado en su cuarto con pestillo".
Sobre la adicción a las drogas del acusado los dos hermanos que testificaron afirmaron que era un consumidor esporádico "que se daba una o dos pechá de coca al año como quien se emborracha tres o cuatro veces al año".
El mayor de los hermanos del acusado recalcó la situación de sometimiento en la que Juan Antonio tenía a las dos mujeres de la casa: su madre y su hermana. "Era una relación de amo y sirvientes", afirmó. Incluso explicó que el acusado se mostraba celoso con los hombres que se acercaban a la hermana. No dudó en calificar a Juan Antonio como una persona "profundamente mala que primero las hizo desgraciadas e infelices y luego las mató". Para terminar su declaración mostró su gratitud al tribunal por dar la oportunidad de defender el honor de su madre y hermana.
La sesión continuó con los testimonios de los agentes de la policía local de Arahal y de la Guardia Civil que acudieron al domicilio tras los hechos. Los policías declararon que el acusado estaba lúcido y que, incluso les llamó por su nombre. Todos declararon que el acusado les dijo, nada más verlos: "Ha pasado lo que tenía que pasar. Matadme".
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