"Al Chicho no lo vais a ver más, lo he matado": el asesino de Alcalá confiesa pero alega que tenía "una gran borrachera"

Asesinato

"No sé qué se me pasó por la cabeza, nos peleamos y se me fue de las manos", dice Fernando Jesús L.G. en la primera sesión del juicio, en la que se escuda en que había pasado la noche "drogado y bebiendo"

La Fiscalía pide 29 años de cárcel por matar a un hombre en Alcalá de Guadaíra

Francisco Jesús L.G., en el centro de la imagen, este martes en el inicio del juicio en la Audiencia de Sevilla.
Francisco Jesús L.G., en el centro de la imagen, este martes en el inicio del juicio en la Audiencia de Sevilla. / Ismael Rubio

Un jurado popular ha empezado este martes a enjuiciar en la Audiencia de Sevilla a un hombre para quien la Fiscalía solicita 29 años de cárcel por asesinar y robar a otro varón en Alcalá de Guadaíra, donde la víctima era conocida como el Chicho. El acusado, Fernando Jesús L.G., no se ha andado con rodeos y ha reconocido que fue el autor del crimen, aunque se ha escudado en que no se acuerda de cómo lo cometió porque llevaba "una borrachera muy grande". No es la primera vez que confiesa. Ya se lo dijo a dos testigos ("al Chicho no lo vais a ver más, lo he matado") horas después de perpetrar el crimen y a dos policías el día que se entregó. "Estoy arrepentido, no sé qué se me pasó por la cabeza", ha asegurado ya ante el tribunal. Lo único que ha negado es el robo de dinero para comprarse ese mismo día un móvil, aunque el testigo que lo llevó al centro comercial ha desmentido esa versión.

Los hechos ocurrieron en la mañana del 24 de septiembre de 2022. El encausado, que ha explicado que tenía "recogido" al otro varón en su casa, desayunó con él en una venta de la carretera entre Alcalá y Dos Hermanas. Antes, según él, habían estado "toda la noche bebiendo y tomando droga". Después salieron del establecimiento y se pelearon. "Nos fuimos enfrente, él me echó en cara que yo le había quitado un dinero que había perdido. Le pegué con una piedra en la cabeza, él me estaba arañando, y se me fue la mano", ha contado.

A partir de ahí, su defensa es que no recuerda qué más pasó. Además de la pedrada, la víctima apareció atada de pies y manos y estrangulada con una bolsa colocada alrededor del cuello y una tela entrelazada “para constituir un lazo con un palo a modo de torniquete", según la Fiscalía. Fernando Jesús L.G. ha señalado que sí cogió una bolsa "que estaba en el camino", aunque dos camareros de la venta han puntualizado después que se la pidió a otro usuario del local. Y a partir de ahí, ningún detalle más.

"Él estaba bien [después de la pedrada], después no me acuerdo, estaba con una borrachera muy grande. Lo haría yo", ha asumido. Más explícitamente sí ha reconocido que le cogió la cartera y la cartilla, "aunque no tenía ni un duro". "La cogí por cogerla, pero no compré nada con su tarjeta", ha afirmado.

Una vez consumada la muerte de la víctima, el acusado regresó a la venta, donde ya pasó el resto del día como normalmente hacía. Así lo han corroborado un par de testigos, dos primos que trabajan en el restaurante. Cuando ambos estaban recogiendo el establecimiento, ya por la tarde, Fernando Jesús L.G. les confesó el delito.

"No lo vais a ver más, lo he matado"

"A Chicho ya no lo vais a ver más, lo he matado", ha referido uno de los hosteleros. "Nos dijo que lo había cogido por detrás, que le había puesto la bolsa en la cabeza y que, ya en el suelo, le había dado con una piedra. Incluso nos dijo el sitio. Cuando subimos, era verdad", ha contado el segundo testigo.

Al fallecido lo hallaron tendido en el suelo, "amarrado de pies y manos" y con una bolsa "ya rota" alrededor de su cabeza. "Se le veía la cara", ha matizado uno de esos testigos. Ambos, por cierto, han recordado que los dos hombres acompañaron su desayuno de un botellín de cerveza cada uno, pero ninguno advirtió señales de perjuicio por alcohol en el procesado, al contrario de lo que defiende su abogado.

Unos días después, Fernando Jesús L.G. se presentó en la comisaría de Policía Nacional de Alcalá y se entregó. "Se acercó a la ventanilla y dijo 'tengo conocimiento de que me estáis buscando, soy el autor de lo del Chicho'", ha narrado uno de los agentes que lo atendieron. "Nos dijo que el Chicho le hacía la vida imposible", ha destacado un segundo policía.

En su escrito provisional, el Ministerio Público reclama para Fernando Jesús veinticinco años de prisión por un delito de asesinato y cuatro años por un delito de robo con violencia. También reclama que indemnice con un total de 111.000 euros a las dos hermanas y los siete sobrinos del fallecido. Todos los familiares han comparecido ante el Tribunal del Jurado durante la primera sesión y han ratificado que reclaman esa indemnización.

La defensa, por su parte, ha reivindicado en su turno de cuestiones previas que "todo el mundo tiene derecho a la reinserción en la sociedad", aunque su petición principal es la de absolución. Antes de oír el testimonio de su cliente, de hecho, el letrado ha reclamado que su cliente ni mató ni robó a la víctima. Como alternativa a esa sentencia absolutoria, de cumplimiento imposible una vez escuchado el relato de Fernando Jesús L.G., esta parte ha pedido una condena por un delito de homicidio con la eximente o la atenuante de drogadicción y alcoholismo.

El caso no tiene mucho más. "La investigación fue fácil", ha reconocido el policía que instruyó el atestado del crimen. "Había testigos a los que el autor contó que había cometido los hechos", ha resaltado este agente, que también ha recordado que la víctima había cobrado la pensión "recientemente". Con parte de ese dinero, según la Fiscalía, se compró el acusado un móvil de 99 euros.

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