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El acusado de matar a su mujer en Dos Hermanas: "Empecé a golpearla con el hacha porque se me cansaron los brazos"

Violencia machista

La mujer presentaba 96 lesiones por todo el cuerpo

La acusación particular, ejercida por dos de sus hijas, solicita la prisión permanente revisable

El acusado de matar a su mujer a golpes en Dos Hermanas / José Ángel García

La tarde del 26 de enero de 2019 Emilio Verdugo llamó a su hija con un trágico mensaje: "Creo que he matado a tu madre". Desde este miércoles, un jurado popular lo enjuiciará en la Audiencia Provincial de Sevilla por matar a golpes a Rosa R., su esposa durante 47 años. La mujer presentaba 94 lesiones causadas por patadas, puñetazos y golpes con la parte roma de un hacha. El propio acusado declaró ante el tribunal que le dio "puñetazos por todos lados". Un dolor y sufrimiento "causado voluntariamente" según la Fiscalía.

Emilio, que reconoció haber matado a su mujer desde el primer instante, está en prisión provisional desde el 29 de enero de 2019, por una cruel casualidad, el día del aniversario de la boda con su víctima.

Durante la primera sesión de la vista oral, el acusado declaró que la pareja comenzó a discutir cuando él llegó tarde a comer. Él mismo reconoció ante el tribunal que en los últimos años la relación del matrimonio era mala "por el alcohol". Unos 20 años antes había acudido durante varios años a dos asociaciones de ayuda a alcohólicos.

Después de un intercambio de insultos, la mujer anunció que se iba a la calle. "Le dije que yo iba con ella y le cerré la puerta con llave". Entonces, según la Fiscalía, el hombre le tapó la boca fuertemente y empezó a golpearla en la cocina, rompiéndole las gafas "algo que dejó más indefensa a la mujer, puesto que tenía cierta discapacidad visual", aseguró la fiscal. Ante este ataque, la mujer fue al sótano, donde guardaba un juego de llaves. Fue entonces, cuando él la alcanzó dándole puñetazos y ella rodó escaleras abajo.

El acusado declaró ante el jurado que la mujer se cayó sola por las escaleras del sótano para, acto seguido, reconocer que "dejó un gran charco de sangre en el suelo, por el porrazo o porque se golpearía con un escalón". No obstante, ante las preguntas de la fiscal afirmó que, con la mujer tirada ya en el suelo, le dio patadas por todo el cuerpo, desplazándola por el suelo del sótano. "Estaba mareado y cansado", afirmó.

Tan agotado estaba por la paliza que le estaba dando a Rosa, aseguró ante el jurado, que cogió una de las hachas que guardaba en el sótano y comenzó a pegarle con la parte roma. "Me dolían tantos los brazos, que agarré una de las hachas que tenía guardadas en el sótano a menos de un metro", afirmó. Es más, como fundamento de que no tenía intención de matarla añadió: "Si hubiera querido matar a mi mujer le hubiera dado un par de hachazos y le hubiera partido la cabeza en dos", declaró el acusado ante las preguntas de la acusación sobre su intención de matar. "Estaba ciego y no sabía lo que hacía", añadió. Sin embargo, cuando la fiscal le preguntó si le había golpeado muchas veces con el hacha, explicó que fueron "mil, dos mil, cinco o diez veces", haciendo alusión a que recuerda que le golpeó con profusión. En cualquier caso, cuando se dio cuenta de que Rosa no respiraba, "llamé al 112 y bajé otra vez para comprobar que no respiraba". Fue entonces cuando llamó a su hija.

Atacada sin posibilidad de defensa

La fiscal, en su alegato ante el jurado, afirmó que el acusado se ensañó con su mujer "hasta que se cansó, cogió el hacha y la golpeó hasta que la mató. Ella no se pudo defender. La golpeó para que ella se enterara quién mandaba en casa". El propio Emilio V. T., a preguntas de la letrada de la Junta de Andalucía sobre la causa de la paliza señaló: "Creo que fue porque no obedeció".

El sótano no tenía otra vía de salida, sólo una pequeña ventana y ella recibió una brutal paliza que"prolongó innecesariamente el sufrimiento de la mujer".

La infancia del acusado

Por otro lado, el letrado de la defensa, Luis Barrón, hizo una reseña de la vida del acusado "donde recibía día sí y otro también una paliza de sus padres" y su pasado como alcohólico. "Ha sido toda su vida un enfermo y el alcohol le vuelve loco", aseguró para justificar el argumento de que Emilio no era consciente de que estaba matando a su mujer. En su alegato, expresado con tanta vehemencia que la magistrado presidente le llamó a la moderación, arremetió contra los medios de comunicación por, según el, "publicar los hechos sin haber investigado" -aunque el relato publicado está basado en el escrito de la Fiscalía- y contra "los profesionales que han intervenido en el procedimiento que han hecho los informes "con sólo dos entrevistas a mi defendido".

El Ministerio Público solicita la pena de 25 años de prisión y que indemnice con un total de 450.000 euros a dos (una de ellas renuncia a la indemnización) de sus tres hijas por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con las agravantes de parentesco y género. Por su parte, la acusación particular solicita la pena de prisión permanente revisable y la defensa, la libre absolución o una pena de cinco años por un delito de lesiones con resultado de muerte.

Según destaca la Fiscalía, Emilio Verdugo no sufría ningún trastorno ni alteración que influyera en su voluntad o alterase su visión de la realidad, por lo que "comprendió la ilicitud de su acción y quiso el resultado" que se dio. Sin embargo, la defensa asegura que el acusado actuó bajo los efectos del alcohol puesto que había tomado casi un litro de manzanilla más varios vasos de vino.

Las hijas del matrimonio

Durante la primera sesión también declararon las hijas del matrimonio. Dos de ellas lo hicieron presencialmente con sentimientos encontrados. Mientras una lo describió como una persona "que siempre buscaba pelea" y que su padre para ella "había muerto", la otra aseguró haberlo perdonado. Esta última, que es psicóloga y fue a la que el padre avisó que había matado a la madre, afirmó que cuando hablo con su padre este estaba "disociado, como desconectado de sí. Sabía lo que había hecho pero estaba como congelado. Hay quien no lo entiende, pero le he perdonado". Ella ha indagado sobre el pasado de su padre y cree que "se le rompió algo dentro cuando chico, sé que arrastra mucho".

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