El exalcalde Salado se queda como único acusado por corrupción en Espartinas tras la absolución de un ex alto cargo municipal y a su esposa

Prevaricación

La Fiscalía y el Ayuntamiento retiran la acusación contra Juan Antonio Torrecilla, que era gerente de una empresa municipal, y su esposa, la empresaria que logró la concesión de un restaurante y del mantenimiento de un parque

Las acusaciones elevan a definitivas sus conclusiones contra quien fue alcalde en el periodo 2003-2017 y piden que sea condenado a ocho años de inhabilitación

La Fiscalía pide ocho años de inhabilitación por corrupción para Domingo Salado (PP), antiguo alcalde de Espartinas

Imagen de archivo de Domingo Salado junto al Ayuntamiento de Espartinas.
Imagen de archivo de Domingo Salado junto al Ayuntamiento de Espartinas. / José Ángel García

La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla dejó ayer visto para sentencia el juicio a Domingo Salado, alcalde de Espartinas por el PP durante catorce años (2003-2017), para quien la Fiscalía pide ocho años de inhabilitación por la concesión presuntamente irregular de un restaurante a una empresa administrada por la esposa de quien entonces era gerente de la sociedad municipal Espartinas Desarrollo Local, Juan Antonio Torrecillas. Para estos dos últimos investigados, el Ministerio Público solicitaba cuatro años de prisión por tráfico de influencias y falsificación de documentos. Sin embargo, y esta fue la gran novedad de la última sesión, la Fiscalía y el Ayuntamiento de Espartinas retiraron ayer mismo la acusación contra Torrecillas y su mujer durante la exposición de sus conclusiones definitivas, así que ambos automáticamente quedaron absueltos por el tribunal y salieron de la sala. El único procesado que queda pendiente de la sentencia es Salado.

En las cuestiones previas, la acusación particular ejercida por el Consistorio ya había retirado la acusación por el delito de prevaricación contra Torrecillas y su mujer. En las conclusiones definitivas, pronunciadas ayer, la Fiscalía hizo lo mismo respecto a todos los delitos que les imputaba al entender que durante el juicio había habido una ausencia total de pruebas que confirmasen el tráfico de influencias (ningún testigo vio juntos al alcalde y a los otros dos investigados) o la falsedad documental (uno de los testigos clave falleció antes del juicio y no llegó a declarar durante la instrucción).

Según recoge la Fiscalía en su escrito de acusación, los hechos ocurrieron cuando el Ayuntamiento decidió encargar a una empresa externa la explotación del restaurante ubicado en el Parque del Sol. La esposa de Torrecillas creó entonces la sociedad Da Fra Espartinas y el Consistorio le dio la concesión en agosto de 2011. En 2012, Salado aprobó también la contratación de la misma empresa para el mantenimiento del Parque del Sol a pesar de los reparos del secretario general del Ayuntamiento y de la interventora municipal, que señaló distintas irregularidades en la renovación de ese contrato en 2014.

Las acusaciones, al contrario de lo ocurrido con Torrecillas y su mujer, sí elevaron a definitivas sus conclusiones en relación con Salado.

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