Un abogado de Sevilla irá a la ONU por la herencia de Ernesto Koplowitz
Litigio familiar
Fernando Osuna seguirá “luchando” por los derechos de Carlos Koplowitz, hijo del empresario y de una venezolana con la que no se casó, después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos haya desestimado su demanda
El hermano de las Koplowitz acude al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en busca de su herencia millonaria
Un nuevo Koplowitz en la familia
Carlos Koplowitz, hijo extramatrimonial de Ernesto Koplowitz y una mujer venezolana y por tanto hermano de las famosas empresarias Alicia y Esther Koplowitz, acudirá a la ONU después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) haya desestimado el recurso presentado por su abogado para reclamar su parte de la herencia del patriarca, fallecido en 1962. El letrado sevillano Fernando Osuna, que defiende sus intereses, basa sus esperanzas en que existió “vida familiar entre su padre y su madre cuando él era un bebé” y que las propias Koplowitz lo trataron como a un hermano durante muchos años, hasta que él quiso hacer valer sus derechos como parte de la familia. No hay muchos más motivos para pensar en el desenlace con el que sueñan, ya que todos los tribunales, españoles y europeos, han rechazado su pretensión.
En un escueto comunicado enviado a mediados de septiembre, el TEDH informó a Osuna de que no admitía su demanda y de que esa decisión era “definitiva”. Y no le daba más explicaciones. “Las leyes españolas no permiten que hereden hijos extramatrimoniales cuyos padres fallecieran antes de la Constitución (1978). Eso colisiona con los criterios del TEDH, que en varias sentencias establece que si ha habido vida familiar, sí hereda. En este caso la hubo porque el padre sentía un profundo amor por su hijo. La mala suerte es que sólo lo pudo disfrutar un año”, relató ayer el letrado.
Si la jurisprudencia del TEDH era favorable a su reclamación, ¿por qué la desestimó? “Ha dicho que no sin motivación. Nos ha chocado, hemos invocado siete u ocho sentencias pero no admite la demanda”, respondió. Por eso Osuna acudirá ahora a la última vía, la Sección de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra (Suiza). “Vamos a seguir luchando, es injusto que el hijo no herede sólo por no haber habido matrimonio”, anunció el letrado, que al mismo tiempo maneja alternativas como buscar “un mediador de prestigio que intente conciliar a las hermanas con Carlos” o negociar directamente con ellas.
El protagonista de la noticia fue muy rotundo cuando le tocó analizar este nuevo varapalo. “Estoy en una cierta precariedad. Vivo una situación difícil, económica y socialmente”, dijo Carlos Koplowitz. “Por un conflicto con la madre de mi hija, hemos ido a juicio y ha sido muy complicado. Luchar por mi hija me ha costado mi vida profesional y personal”, indicó el demandante, que tiene 62 años y nació un año antes de que su progenitor falleciese en un accidente de tráfico. Ahora intenta salir adelante dando clases de tenis, ejerciendo de coach de recursos humanos y alquilando una habitación, con el problema añadido de que ni siquiera es propietario.
“Aunque no tenga dinero para comer correctamente, vendré siempre a España a defender mis derechos morales. No pido millones, pido una solución a una situación humana. Llevo con esta lucha desde 1988. En 2013 se comprobó que yo era hijo de mi padre, así que llevo diez años con el tema de la herencia. Estoy segurísimo de que mi padre habría querido que hubiera comprensión y diálogo”, aseveró.
“La Audiencia de Madrid dijo que moralmente tengo derecho a algo y yo sigo con la esperanza de que vamos a encontrar una solución. Es una cuestión de humanidad, hay valores morales que harán que luche hasta mi último suspiro. Se lo debo a mi padre, a mi madre y a mí mismo”, añadió Koplowitz, que lleva ya mucho tiempo sin tener trato alguno con sus hermanas. “A partir de que decidí abrir una puerta hacia el pasado y ser llamado como mi padre, eso marcó el fin de la relación. Para mis hermanas, todo lo que tiene que ver con el pasado no se abre”, explicó.
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