El Tapita a un testigo protegido: "El Pollino no tiene cojones para matar a esa gente"
El acusado que fue contratado para reducir al turco vio cómo el Pollino lo encañonaba y a la mujer tirando de los pelos a la niña, en contra de lo que había declarado el propio encausado.
Un testigo protegido que ha declarado este viernes en el juicio por el triple asesinato de Dos Hermanas ha explicado que uno de los acusados, David Ramón Hurtado Pino, el Tapita, le comentó en una reunión que el principal acusado, Ricardo García Hernández, el Pollino, "no tiene cojones para matar a esa gente", en alusión a los asesinatos del turco Yilmaz Giraz, su mujer, Sandra Capitán, la hija de ésta, Lucía Begines, de sólo seis años.
En su declaración ante el tribunal del jurado, este testigo protegido, identificado como el número 2 y que ha llegado a la sala ocultando su rostro con un casco de moto, ha explicado que era muy amigo del turco asesinado, al que conocía desde hacía 25 años, y ha relatado como una hija de Yilmaz recibió una llamada telefónica desde el teléfono móvil del padre, en el que una persona que no sabía hablar bien turco le comunicó que estaba muerto.
En el sumario del caso consta que en la llamada se dijeron dos palabras en turco: "Vuldular öldü", que traducidas significan "le dispararon, está muerto". La llamada fue realizada el domingo 17 de septiembre de 2017 -tan sólo un día después del triple crimen- a una hija del turco, pero cuando ésta intentó contactar con el número que le había telefoneado sólo pudo hablar con un joven "con acento andaluz" que les negó haber llamado desde ese número a nadie y añadió que tenía ese teléfono desde hacía un año, colgándole a continuación.
Este testigo protegido ha señalado que en esa reunión con el Tapita y un amigo de éste, también testigo protegido, y le contó que le habían invitado a "secuestrar a un turco", pero no le comentaron que habría una mujer y una niña, por lo que cuando los vio llegar se marchó dejando tirado al Pollino. El testigo protegido, en contra de lo que ha declarado el Tapita, sitúa a éste en la vivienda de Bellavista donde residía el turco -El tapita dijo que los esperó en la vivienda de Dos Hermanas- y también ha contado que este acusado vio al Pollino cómo "encañonaba" con un arma al turco y la niña era cogida por los pelos por la mujer del Pollino.
También ha relatado que David Ramón Hurtado le comentó que en la casa había una "fosa séptica" y que "los tenían secuestrados allí", añadiendo que el propio Tapita estaba dispuesto a ir a la casa y entrar en la misma para ver qué había ocurrido si no lo hacía la Policía. Según el testigo protegido, sin la colaboración de David Ramón "hubiera sido imposible" esclarecer el triple asesinato.
Otro testigo protegido, en este caso el número 1 y que también ha llegado a la sala cubriendo su rostro con un pasamontañas, ha relatado que es amigo del Tapita y que un día, una vez conocida la desaparición de las tres personas, David le contó que él "sabía algo", ya que lo habían "contratado para intimidar" a una persona, pero cuando vio que llegaban la mujer y la niña a la vivienda de Dos Hermanas se marchó del lugar.
El testigo número 1 ha reconocido que fue él quien llamó a Josefa Capitán, la madre de Sandra y abuela de Lucía, diciéndole que un tal Ricardo, el Pollino, de la barriada de Ibarburu es quien tenía a las tres personas desaparecidas. Este testigo protegido acudió a la barriada nazarena, donde David "le marcó" la casa ubicada en el número 168 de la calle Cerro Blanco como el domicilio donde fueron llevadas las tres personas, y a continuación le dio esta información al testigo protegido número 2 para que se la facilitara a la Policía.
En la sesión de este viernes también han declarado, en este caso por videoconferencia, otros tres testigos protegidos, tres trabajadores de una empresa cementera donde el Pollino y su padre, el Cabo, contrataron el hormigón que vertieron sobre la fosa séptica donde fueron sepultados los cadáveres de las tres víctimas.
El encargado de la empresa ha identificado en el acto del juicio al Pollino y al Cabo como las personas que el día 15 de septiembre estuvieron en la empresa solicitando precios para el hormigonado y cómo al día siguiente -el del triple asesinato- contrataron 20 metros cúbicos de hormigón, aunque ha añadido que la primera vez que le acompañaban iba una persona "alta y morena" que se quedó en la puerta del negocio, considerando que podría ser una persona extranjera.
Otro de los trabajadores, que llevó uno de los camiones con el hormigón, ha señalado que en la vivienda de Dos Hermanas estaban el Pollino y el Cabo, a los que ha identificado también en el juicio, y también la madre del Pollino, Joaquina Hernández, aunque no ha podido reconocer que estuviera también la mujer del Pollino, Elisa Fernández.
Este empleado ha dicho que le dio la manguera con el hormigón al Pollino y que éste "cerró la puerta" todo lo que pudo, echando en este caso el cliente el hormigón líquido. Según este testigo protegido, sólo entraron entre siete u ocho metros cúbicos de hormigón líquido y ha explicado que en 24 horas dicho elemento se pone compacto, un proceso que es más rápido cuando hace calor.
El quinto testigo protegido, otro empleado de la hormigonera, ha dicho que en el casa había tres personas, además de unos niños, pero sólo ha podido reconocer con seguridad al Cabo.
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