Piden tres condenas de prisión permanente por el triple crimen de Dos Hermanas

Tres condenas de prisión permanente revisable, unidas a otros 25 años de cárcel por otros tres delitos, son las condenas que pide una de las acusaciones particulares por el triple crimen de Dos Hermanas en el que está acusado “El Pollino” y otros familiares y una de cuyas víctimas fue una niña de seis años.

El juicio se celebrará ante un jurado popular y la primera acusación que ha presentado su escrito de calificación es la hija del turco Yilmaz Giraz, también conocido como Mehmet Demir, quien pide tres condenas de prisión permanente revisable por otros tantos delitos de asesinato, junto a 25 años de cárcel por pertenencia a organización criminal, secuestro y tenencia ilícita de armas y una indemnización de 200.000 euros.

Según esta acusación, los siete procesados formaban un grupo criminal que organizó y llevó a cabo el secuestro de Sandra Capitán, su hija Lucía Begines y Yilmaz Giraz. Los acusados pertenecían al “Clan de los Cabo”, investigado en numerosas ocasiones por tráfico de heroína.

En dicho grupo Ricardo G.H., “El Pollino”, era el máximo responsable, financiaba la operación y daba las órdenes.

Su esposa Elisa F.H. “colaboraba de forma activa en todo lo que organizaba su marido”, su padre Ricardo G.G., alias “El Cabo”, era “colaborador activo” y su madre Joaquina H. era “conocedora y colaboradora” de sus actividades.

Los restantes acusados son David H.P. y José Antonio M.B., encargados de “secuestrar y torturar a los secuestrados” y Manuela M.M., quien les puso en contacto. “El Pollino” ofreció a estos dos hombres una cantidad de dinero y a Manuela otra como intermediaria, según el escrito de acusación.

Pretendían “secuestrar y acabar con la vida” del turco para “saldar una deuda, obtener algún tipo de información o apropiarse de dinero procedente de la actividad que, al parecer, venía desarrollando”.

El 16 de septiembre de 2017, “El Pollino”, su esposa y su padre, junto con David y Jose Antonio, se dirigieron al domicilio de la familia Giraz y consiguieron que bajasen a la calle con engaños. Cuando Giraz se mostró reacio a subir al vehículo de los secuestradores, Elisa “esgrimió un arma y amenazó a la menor” y la introdujo en el vehículo “de forma violenta”.

Cuando llegaron al domicilio de los secuestradores, David y José Antonio inmovilizaron al Turco con cinta americana en los pies y las manos, a Sandra -que estaba embarazada de tres meses- la colocaron bridas en las muñecas y los tobillos y la golpearon en el pecho y en las piernas, a la vez que la amenazaban con una pistola.

Al mismo tiempo, “El Cabo” y “El Pollino” sujetaban a la menor, le taparon la boca y la golpearon en el pecho y en la cara.

Con la pequeña herida y los dos adultos “inmovilizados y heridos de gravedad”, el grupo decidió acabar con su vida. Primero mataron a la niña de un tiro en la cabeza, aunque no le produjo la muerte inmediata y “aún con vida, la arrojaron a la fosa séptica” del cuarto de baño, que habían preparado días antes para ocultar los cuerpos.

Luego dispararon a Sandra en la cabeza, aunque el tiro tampoco le produjo a muerte instantánea y le hicieron otros cuatro disparos. Finalmente asesinaron a Yilmaz de otro disparo en la cabeza.

Entonces llamaron a la hormigonera con la que habían contactado el día anterior y confirmaron un hormigonado de unos 20 metros cúbicos para rellenar la fosa séptica donde habían depositado los cuerpos.

La familia pagó a los sicarios y “a fin de no levantar sospechas y con la excusa de celebrar el cumpleaños de “El Pollino”, “organizó una barbacoa en el exterior del domicilio con música alta”, concluye el relato hecho por la hija de Giraz.