Procesado “El Moco” por el asesinato de su ex pareja toxicómana
Violencia machista
Obligaba a la mujer a prostituirse y le quitaba dinero a golpes
El juzgado de Violencia sobre la Mujer 2 de Sevilla ha abierto juicio por presuntos delitos de asesinato y violencia habitual contra un hombre apodado El Moco, que será enjuiciado por un jurado popular por asesinar a golpes a la que había sido su pareja sentimental, una mujer toxicómana de 34 años.
El cuerpo de Dolores O.G., Loli como la conocían los vecinos, apareció a las 5.30 de da madrugada del 1 de febrero de 2020 en la plaza Blas Infante de San Juan de Aznalfarache, un lugar frecuentado por toxicómanos y personas excluidas.
El informe del forense indicó que Loli presentaba múltiples golpes en la cabeza y traumatismos craneoencefálicos severos “incompatible con la vida” que habían sido producidos por un “objeto contundente plano con alguna arista”. La víctima se encontraba primero de cara al agresor y posteriormente en decúbito prono, quedando el homicida a su espalda, según el auto de apertura de juicio al que tuvo acceso este periódico.
Loli había mantenido una relación sentimental con A.M.L., de 40 años, conocido como El Moco, y continuaban viéndose pues ambos eran consumidores de sustancias estupefacientes.
La víctima había presentado denuncia contra su agresor por violencia de género en 2007 pero las diligencias se archivaron por renuncia de la perjudicada, recuerda el auto.
El acusado, detenido varios meses más tarde, reconoció que estuvo con ella entre las 2 y las 3 de la madrugada y también que sobre las 4 estuvo en la zona de los contenedores de basura de la plaza Blas Infante, pero al no hallar nada se marchó a su casa, adonde llegó sobre las 6:30 o 7 y le abrió la puerta su hermano.
El Moco no reconoce los hechos pero el auto apunta como indicios contra él que próximo al lugar donde apareció el cuerpo de la víctima se encontró un gorro de lana con su perfil genético y en las escaleras de acceso a la plaza se observaba un reguero de sangre que partía del cuerpo y se perdía en la calle Santa Rita, lugar donde un testigo le vio marchándose de la plaza.
Otro testigo que reside cerca de la plaza observó al regresar a su casa que, en torno a las 4 o 5 horas, había una persona tras un poyete que identificó como el acusado y a los pocos segundos éste se levantó y se dirigió rápidamente hacia las escaleras que comunican la plaza Blas Infante con los contenedores de la calle Santa Rita, donde la Policía Científica localizó las manchas de sangre de la víctima.
Un último indicio contra el acusado es que ese mismo día a las 9 de la mañana se encontró a otro testigo en un descampado y le dijo que “habían matado a una chavala y le habían reventado la cabeza”.
Pero “resulta extraño” que el levantamiento del cadáver comenzó a las 7:30 horas, a esa hora se estaba haciendo todavía la inspección ocular “y no había prácticamente información, y menos aún que hubiera trascendido a terceras personas”.
Obligaba a prostituirse a la víctima
Otros testigos dijeron que conocían a Loli y que a veces la habían visto con El Moco consumiendo sustancias estupefacientes en la plaza donde apareció el cadáver, y otra mujer declaró que en la noche del crimen había oído a Loli discutiendo con un hombre. Unas semanas antes la víctima le había pedido que no la dejara sola con él “porque le daba miedo”.
La relación que mantenían eran “tormentosa”, pues el acusado obligaba a Loli a prostituirse para conseguir dinero, le tiraba del pelo y la golpeaba para quitarle droga o dinero, según otras personas que los conocían.
Finalmente, en el marco de otra investigación policial, se constató que eran frecuentes las peleas entre ellos debido al consumo de drogas y el carácter violento del acusado, finaliza el auto previo a que la Fiscalía y la acusación particular presenten sus escritos de calificación por presuntos delitos de asesinato y violencia de género.
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