El Cuco y su madre "urdieron un plan para engañar" al tribunal
Marta del Castillo
El juez concluye que el Cuco, su madre y su padre, ya fallecido, "urdieron un plan para engañar al tribunal" que juzgó a Miguel Carcaño y a los otros adultos
El instructor confirma que el Cuco estuvo en el piso de León XIII la tarde del asesinato de Marta y que no es cierto que sobre las 23:30 horas se encontrara con su padre y volviera a casa
Los hechos fueron denunciados por los padres de Marta del Castillo, que recordaron que la sentencia de la Audiencia ordenó que se dedujera testimonio contra el Cuco por falso testimonio
Un nuevo juicio al Cuco y a su madre por haber mentido supuestamente en el juicio principal por el asesinato de Marta del Castillo. El juez de Instrucción número 2 de Sevilla, Carlos Mahón, ha dictado un auto por el que acuerda procesar a Francisco Javier García Marín, el Cuco, y a su madre Rosalía García Marín, por un delito de falso testimonio, en relación con la declaración que ambos prestaron en el juicio por el asesinato de Marta del Castillo. En el auto, el juez acuerda el archivo de las actuaciones contra el padre del Cuco, Ángel Romero Cid, tras su fallecimiento.
En el auto, al que ha tenido acceso este periódico, el juez señala que antes de que el Cuco y su madre prestaran declaración en calidad de testigos en el juicio, “todos ellos –incluido su padre, fallecido el 20 de noviembre de 2017- urdieron un plan que tenía como única finalidad engañar al tribunal acerca de lo realmente acaecido el día 24 de enero de 2009”, cuando fue asesinada Marta del Castillo.
Así, el 25 de octubre de 2011, habiendo alcanzado ya la mayoría de edad, prestó declaración en calidad de testigo en la vista oral Javier García Marín, el cual, “de acuerdo con el plan urdido, manifestó ante el Tribunal, de manera falsa, de un lado, que no había estado en la tarde noche del día 24 de enero de 2009 en el domicilio sito en la calle León XIII, número 78, Bajo C de Sevilla, lugar donde se le dio muerte a la menor Marta del Castillo Casanueva, de otro lado, que ese mismo día había estado con unos amigos”, en concreto con cuatro jóvenes, “en franjas horarias distintas a la reales, y, por último, que sobre las 23:30 horas del mismo 24 de enero de 2009, se encontró en las inmediaciones de domicilio” con su padre, el cual había ido a tirar la basura, y después “subió a su casa y no salió de la misma”.
El 14 de noviembre de 2011 declaró como testigo Ángel Romero Cid, el cual, “siguiendo el plan preconcebido con los otros dos investigados”, manifestó de manera “falsa ante el Tribunal”, de una parte, que sobre las 23:30 horas del día 24 de enero de 2009, salió de su casa para tirar la basura y se encontró con el Cuco, y de otra parte, que él y Rosalía Inmaculada García Marín ese mismo día estuvieron fuera de su casa “hasta las 1:30 horas”.
La madre del Cuco declaró el 16 de noviembre de 2011, quien, “conforme a lo pactado” con su esposo y su hijo, “manifestó, de manera mendaz, que el día 24 de enero de 2009 salió con éste último a tomar una copa, que fueron al Bar La Portada, que volvieron a su domicilio sobre las 1:30 o 2:00 horas del día 25 de enero y, que una vez allí, entró en el dormitorio de su hijo, Francisco Javier García Marín, que lo vio acostado y que le dio un beso”.
"Existen motivos suficientes" para atribuirles el delito de falso testimonio
Con estos testimonios y las diligencias practicadas, el juez concluye que “existen motivos suficientes para atribuir” la perpetración del delito de falso testimonio al Cuco y a su madre, por lo que acuerda su procesamiento. Los indicios, prosigue el juez, vienen determinados por las “declaraciones de los testigos propuestos, investigados y por la documental obrantes en autos, todo ello sin perjuicio de las pruebas que las partes puedan proponer practicar en el acto de juicio oral”.
En este sentido, recoge el instructor que las citadas pruebas “han evidenciado en contra de lo declarado por los tres investigados ante la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla, de un lado, que en la tarde noche del día 24 de enero de 2009, Francisco Javier García Marín sí estuvo en el domicilio sito en la calle León XIII, número 78, Bajo C de Sevilla, de otro lado, que ese mismo día estuvo” con un joven hasta las 20:30 ó 20:45 horas, y que a otros tres los vio a partir de las 22:30 horas del mismo día.
Para el juez, también ha quedado acreditado que “no es cierto que sobre las 23:30 horas del referido día se encontraran en las inmediaciones de su domicilio” el Cuco y su padre “cuando éste iba a tirar la basura, y de otra parte”, que los padres ese mismo día estuvieron fuera de su casa, más concretamente en el bar La Portada, “hasta las 4:30 horas o 5:00 horas del día 25 de enero de 2009”, concluye el juez.
La denuncia de los padres de Marta
Los padres de Marta denunciaron que la sentencia de la Audiencia de Sevilla -en la que el único condenado fue Miguel Carcaño- ordenó que se dedujera testimonio contra el Cuco, para que se investigara si el joven había incurrido en un delito contra la Administración de Justicia, por falso testimonio en su declaración en la vista oral.
La sentencia recogía que durante el juicio el Cuco "no sólo negó haber estado en el domicilio de León XIII" -donde se cometió el asesinato- en la tarde noche del 24 de enero de 2009, sino que "también fue mendaz en decir que estuvo esa tarde noche con amigos en franjas horarias que éstos han negado", de ahí que los magistrados dedujeran testimonio para que se investigase ese posible delito de falso testimonio.
La denuncia también se dirigía contra los padres del Cuco, después de que éstos reconocieran en un programa de televisión que habían "mentido" en el juicio" para "darle una coartada" a su hijo, hechos que podrían acreditarse presuntamente ahora con las grabaciones que a su vez realizó el supuesto infiltrado, Pablo B. R.
Los padres del Cuco dijeron que a la una y media de la madrugada del 25 de enero al llegar a su casa comprobaron que el entonces menor estaba allí, aunque en realidad a esa hora se hallaban en el bar La Portada. Por eso se ha citado al camarero de este negocio y al supuesto infiltrado, quien también fue condenado junto a los padres del Cuco a pagar 2.520 euros por quebrantar la orden de alejamiento que pesaba sobre el joven.
En junio de 2016, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, padres de Marta, ratificaron ante el juez la denuncia contra la familia del Cuco. Del Castillo aseguró entonces que los padres del Cuco "no llegaron a su casa a la hora que dijeron, no vieron a ese niño en la cama como dijeron, no le dio el besito de buenas noches, y hay una serie de irregularidades", al tiempo que recordó que mentir en un juicio por asesinato "es algo muy grave".
El padre de Marta añadió que el Cuco era ya mayor de edad cuando declaró en el juicio por el asesinato de su hija y, por tanto, "sabía a lo que se exponía".
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