María del Monte pide al juez que su sobrino Antonio Tejado siga en prisión

María del Monte también se opone a que su sobrino Antonio Tejado pueda salir en libertad provisional. La acusación particular que ejercen la cantante y su pareja, Inmaculada Casal, han pedido al juez que investiga el asalto a su vivienda que mantenga la situación de prisión provisional en la que se encuentra desde el pasado 12 de febrero, alegando que los indicios que hay contra Antonio Tejado no se basan en "meras hipótesis o conjeturas", como sostiene la defensa del sobrino, sino que son fruto de la "brillante, minuciosa y precisa investigación criminal llevada a cabo por la Policía Judicial" que sitúa a este familiar como presunto "autor intelectual" del asalto, según han confirmado a este periódico fuentes del caso.

El penalista Francisco Baena Bocanegra, que ejerce la acusación particular en representación de la pareja, se opone de esta forma a la posibilidad de que tanto Antonio Tejado como los otros cinco investigados que están actualmente en prisión, puedan salir de la cárcel, una postura que coincide con la planteada recientemente por la Fiscalía de Sevilla.

En el escrito dirigido al juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, la acusación particular que ejerce la popular cantante rebate los argumentos de la defensa de Tejado para solicitar la libertad y recuerda, en primer lugar, que Tejado puede "tener la seguridad de que pocas noticias celebrarán con más satisfacción mis representadas, muy especialmente su tía carnal, que la de saber que el mismo es ajeno a esta trama criminal".

Sin embargo, considera que la "confusa y poco esclarecedora declaración" que prestó ante el juez el pasado 15 de marzo ni los esforzados razonamientos de su defensa "acreditan su ajenidad a tan graves hechos y bien que lo lamentamos", exclama el letrado, que añade que las razones ofrecidas por el sobrino "carecen de toda capacidad suasoria para desautorizar la impecable labor investigadora llevada a cabo por la Guardia Civil".

En este sentido, asegura que no se puede admitir que este grave asunto "quiera reconducirse peyorativa y simplemente al 'caso del famoso sobrino de una famosa artista', y en base a tan pueril actitud, presumir actitudes profesionales de exceso de celo en atención a las personas involucradas, o más o menos difusos sentimientos de venganza, o lo que es peor, descalificar una investigación policial digna de todo reconocimiento por su brillantez, minuciosidad, técnica y perseverancia".

Baena Bocanegra añade que "si la situación es dolorosa para el señor Antonio Tejado, no hay que hacer un gran esfuerzo para alcanzar el sufrimiento que todo esto viene ocasionando a doña Maria del Monte, que sobreponiéndose a tan difícil situación, desde el primer momento reconociendo públicamente -como ha hecho- el derecho a la presunción de inocencia que ampara a todos los sospechosos, sin hacer distingos de clase alguna, se ha acogido a la acción de la Justicia con la única pretensión del descubrimiento de los culpables, los que sean y resulten, y la reparación de los daños y perjuicios sufridos, si ello es posible. No cabe mayor generosidad", considera. El letrado destaca asimismo todos y cada uno de los indicios que la Guardia Civil ha recopilado a lo largo de la investigación y que llevan a los agentes a concluir que los asaltantes que participaron en el robo en el chalé de María de Monte poseían "información privilegiada" respecto a los siguientes aspectos:

1. La distribución de la casa.
2. Que las medidas de seguridad no funcionaban y que las cámaras eran disuasorias.
3. Cuándo se encontraría la señora Tejado Algaba en su domicilio.
4. Cuántas personas había en el domicilio, lo que permitió la distribución de los asaltantes con inusitada rapidez por las distintas plantas dependencias para retener, detener e inmovilizar en algún caso a los moradores.
5. Que era más fácil y seguro entrar a la vivienda a través del muro desde el descampado.
6. Que la puerta de la casa por una avería en uno de sus encastres o pestillo vertical permitía forzarla mediante la fuerza. De otra forma, no se entendería que un grupo organizado decidiera acudir al robo sin herramientas y confiando en que la puerta se pudiese abrir de una o dos patadas.
7. Si había o no servicio y que dormía en el sótano.
8. Si había o no había caja fuerte y en qué lugar de la casa se hallaba. Sabían perfectamente que estaba en el dormitorio principal y allí se dirigieron rápidamente, lugar donde se centró la mayor parte de la acción criminal.

Recuerda la acusación que la forma de ejecución del robo revela la colaboración por parte de alguien cercano a las víctimas y pone como ejemplos que los atracadores se refirieran a la hija de Inmaculada Casal como "la niña", sobrenombre cariñoso con el que la trataban su madre y María del Monte, o la aparente "empatía o consideración" que los asaltantes mostraron hacia las víctimas, en el que se aprecia un "especial interés en evitar lesiones y daños personales excesivos, a pesar de que varios de los autores de los hechos tiene un historial de desmesurada violencia en delitos similares, según los investigadores".

El penalista explica que Antonio Tejado era "conocedor de todos y cada uno" de los extremos relacionados con la vivienda y su tía, y tiene ademas una "estrecha relación de amistad" con el boxeador ruso Arseny Garibyan, quien "participó activamente en la ejecución material del robo, así como en la vigilancia previa durante la cual incluso perdió su teléfono móvil".

Tejado, el "único vinculo" entre los asaltantes y las víctimas

De la investigación practicada, concluye, queda "meridianamente claro que el único vínculo entre los asaltantes y las víctimas" es precisamente Antonio Tejado, "siendo el único que disponía de la información necesaria para llevar a cabo sus acciones criminales con la rapidez, seguridad, perfección y eficacia que adornan la ejecución".

Además, la investigación policial ha puesto de relieve que horas antes del inicio de las labores de vigilancia de la vivienda asaltada, labores en la que participa Arseny Garibyan, Antonio Tejado "tiene directo y cabal conocimiento, por sus reiteradas e insistentes peticiones de información a Inmaculada Casal sobre el regreso de María del Monte Tejado a Sevilla, sabiendo por la misma que la noche de autos su tía regresaba a su casa y pernoctaría, tras permanecer una semana en Madrid cumpliendo deberes profesionales".

La acusación advierte de que tras obtener esa información de Inmaculada Casal, el sobrino telefoneó a Arseny Garibyan, hasta el punto de que desde que cuelga la primera llamada hasta que habla con el ruso "únicamente transcurren 27 segundos".

También cita la llamada de Tejado a su tía pocas horas después del robo y su visita a la misma, describiendo algunos testigos que tenía “mala cara” y que “parecía de no haber dormido”, "preguntando por las averiguaciones policiales y abandonando el lugar tras dejar un perro regalo a su tía bajo la excusa de marcharse a la playa", algo que finalmente no hizo, "pese a advertir la conmoción existente, el estado de las víctimas y la presencia de los investigadores, lo que hacía más insólitas las razones con la que justificó personarse en el lugar de los hechos".

Por todo ello, concluye que es difícil aceptar que se "pretenda sostener como meras hipótesis y tesis conjeturales de la policía Judicial, el acopio de los numerosos datos objetivos indiciarios que se anotan y su natural interrelación, proceso deductivo cuyo resultado final, tal y como sostienen los investigadores imparcialmente y de forma inequívoca conducen a la participación de su patrocinado en los hechos investigados".

La situación de Tejado "no ha cambiado en absoluto desde su detención"

Así, considera que la situación de Antonio Tejado "no ha cambiado en absoluto desde el momento de su detención hasta ahora", por lo que pide que continúe en prisión, máxime cuando todavía quedan pendientes pruebas importantes, como el volcado de los diez teléfonos móviles intervenidos en la operación policial, un análisis que ya ha sido acordado por el juez.

Por último, señala la "gravedad de las penas a las que se enfrenta, la intensidad de su actividad delincuencial, la diversificación criminal, su relación con personas del ámbito criminal que pudiesen ayudarle a evadir la acción de la justicia y de los controles que le fueren impuestos para una eventual libertad provisional, el riesgo de destrucción de pruebas por no haberse aún identificado/localizado a los encargados de dar salida a los efectos y objetos del delito, aconsejan mantener al investigado en su situación personal".