Archivada la denuncia de Isabel Pantoja por acoso de un paparazzi
Denuncia por acoso
Estaba en un lugar público en horario de apertura comercial
La tonadillera puede recurrir en apelación ante la Audiencia de Sevilla
El juez de instrucción 18 de Sevilla ha archivado la denuncia de Isabel Pantoja por el supuesto acoso de un paparazzi en una tienda de Ikea.
La tonadillera estaba en un espacio público, en horas de apertura comercial, y no sufrió el hostigamiento que prevé la ley para el delito de acoso, por lo que no puede prosperar esta denuncia penal, según el juez.
La Fiscalía había pedido el sobreseimiento y ahora ha dado su conformidad al archivo, según informan a este periódico fuentes judiciales. La abogada de Isabel Pantoja puede ahora recurrir en reforma ante el mismo juez y en apelación ante la Audiencia de Sevilla.
El supuesto acoso ocurrió el 24 de agosto cuando la cantante se encontraba con su nuera viendo cocinas en la tienda de Ikea en Castilleja de la Cuesta y un fotógrafo intentó tomarles fotos.
Isabel Pantoja se puso nerviosa, empezó a increpar al paparazzi y se produjo un altercado en el que acabaron interviniendo los servicios de seguridad del centro comercial y luego la Guardia Civil.
La Fiscalía de Sevilla presentó un escrito argumentando su oposición a que el incidente fuese admitido a trámite por la vía penal. La abogada de Pantoja dijo en su denuncia que el paparazzi vulneró el derecho a la privacidad e intimidad e incurrió en un delito de revelación de secretos, lo que causó daños morales a su clienta.
Según la denuncia, Isabel Pantoja y su nuera, Irene Rosales, estaban en un reciento privado desarrollando una actividad privada.
La Fiscalía tampoco apreció que se cumpliesen los requisitos de hostigamiento que configuran el nuevo delito de acoso del artículo 172 del Código Penal.
Este delito, conocido como “stalking”, sanciona a quien “persiga, vigile o busque la cercanía” de otra persona con actitudes que le causen “inquietud o desasosiego”.
Según la prensa rosa, la abogada de Pantoja defiende que el hostigamiento de la prensa le causa “un grave estado de ansiedad y fobia a salir de casa”. “Ni siquiera puede ir a un establecimiento privado a comprar”, afirma.
El incidente ocurrió en la tarde del pasado 24 de agosto en el Ikea de Castilleja de la Cuesta, cuando Pantoja miraba cocinas en compañía de la mujer de su hijo Kiko Rivera.
El hecho fue comentado ampliamente en la prensa rosa, con diferentes versiones: según algunas, la cantante perdió los nervios, lanzó un carrito de la compra contra el fotógrafo y comenzó a gritarle muy alterada. “Siete años aguantando, siete años amargada, en un infierno, la prensa me tiene machacada!”, decía la tonadillera, que terminó echándose a llorar, igual que su nuera.
Al final tuvo que intervenir la Guardia Civil, que redactó un atestado. El fotógrafo borró las fotos a petición de la Guardia Civil y los agentes escoltaron a Pantoja hasta la salida.
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