Instituciones Penitenciarias investiga la muerte de presos en las cárceles sevillanas
La seguridad en las prisiones sevillanas
En lo que va de año han fallecido 11 internos en las prisiones de Sevilla-I y Sevilla-II por sobredosis de estupefacientes
La droga es la segunda causa de muerte en las cárceles
La secretaría general de Instituciones Penitenciarias investiga las últimas muertes de presos en las cárceles sevillanas durante el pasado puente de la Constitución y la Inmaculada. En sólo tres días fallecieron tres reclusos, dos de ellos en la prisión de Sevilla-I y uno en Sevilla-II, ubicada en Morón de la Frontera. Pero la cifra es más preocupante si se tiene en cuenta que en lo que va de año han fallecido 11 reclusos en las prisiones sevillanas.
La primera muerte del pasado puente festivo tuvo lugar en Sevilla-I el día 7 de diciembre, cuando en el recuento de presos de las ocho de esta mañana, fue hallado el cadáver de un interno de 48 años, identificado como F. J. M., que cumplía condena en el módulo 58 de este centro penitenciario. Según las primeras investigaciones, el recluso podría llevar varias horas fallecido y la muerte podría estar relacionada con la ingesta de pastillas.
El 8 de diciembre tuvo lugar una segunda muerte, esta vez en la cárcel de Morón de la Frontera, donde otro interno falleció también presuntamente a causa del consumo de sustancias estupefacientes. En este caso, se trataba de un recluso que, según apuntan fuentes próximas a la cárcel, estaba terminando de cumplir su condena e iba abandonar la cárcel en breve, en cuestión de pocos días.
Al día siguiente, el 9 de diciembre, se produjo otra muerte en Sevilla-I. La víctima es un preso identificado como A. R. B., de 31 años, quien al parecer se habría quitado la vida presuntamente, según se desprende de las primeras pesquisas y a falta de la correspondiente autopsia.
La coincidencia de estas tres muertes en las cárceles sevillanas durante el puente de la Constitución y de la Inmaculada provocó la alarma y una rápida intervención de la secretaría general de Instituciones Penitenciarias, que ha abierto una investigación por estos hechos. Varios inspectores de Instituciones Penitenciarias se presentaron recientemente en las cárceles de Sevilla-I y Sevilla-II, donde interrogaron a presos y funcionarios para tratar de esclarecer las circunstancias en las que se produjeron los fallecimientos de estos tres reclusos.
Los inspectores estuvieron en Sevilla-I durante dos días, donde prestaron especial interés en las dos muertes producidas durante el puente, y al día siguiente, se dirigieron a la prisión de Morón de la Frontera para investigar la muerte en Sevilla-II.
De estas tres muertes, dos están relacionadas con el consumo de sustancias estupefacientes. En los once meses que han transcurrido de 2019 han fallecido en las prisiones sevillanas un total de 11 internos, seis de ellos en Sevilla-I y los otros cinco en Sevilla-II, según los datos facilitados a este periódico por Instituciones Penitenciarias.
Las claves
Alarma por las muertes
La secretaría de Instituciones Penitenciarias ha enviado inspectores a las cárceles de Sevilla-I y Sevilla-II para esclarecer las tres últimas muertes registradas durante el pasado puente de la Constitución y de la Inmaculada. Los inspectores han interrogado a funcionarios y reclusos de estos centros.
Consumo de drogas
Dos de las tres muertes registradas en el puente están relacionadas, a falta de la confirmación con los datos de la autopsia, con el consumo de sustancias estupefacientes. En el caso de la tercera víctima todo apunta a que se trata de un caso de suicidio, por las circunstancias en las que fue hallado el cadáver.
Alta tasa de mortalidad
En lo que va de año 2019 se han registrado en las cárceles sevillanas un total de 11 fallecimientos de reclusos, seis en Sevilla-I y cinco en Sevilla-II. Según Instituciones Penitenciarias, la droga es la segunda causa de muerte en la prisiones españolas, por detrás sólo de los casos de muerte natural.
Tasa baja a nivel europeo
A pesar del elevado número de fallecimientos en las cárceles españolas –132 en lo que va de año–, nuestro país se encuentra entre los que tienen las tasas más bajas de mortalidad. La tasa española es de 19 fallecimientos por cada 10.000 internos, mientras que en Europa la media es de 31 muertos.
La droga es la segunda causa de muerte en prisión a nivel nacional. Aunque algunos fallecimientos registrados este año siguen pendientes de autopsia, 53 personas murieron a consecuencia del consumo de sustancias psicoactivas. La causa más numerosa es, sin embargo, la muerte natural (77 muertes en lo que va de 2019), según las mismas fuentes.
Durante el 2018, un 16,3% de internos fallecieron después de comunicar con sus familiares o después de regresar de un permiso. En lo que llevamos de 2019 –hasta el mes de octubre– ese porcentaje se eleva a un 20,5%.
El total de fallecidos en los centros penitenciarios en lo que llevamos de año es de 132, una cifra que sumada a los internos dependientes de la Administración Penitenciaria que fallecieron en el hospital, se eleva a 182. Esto supone un ligero descenso respecto a la muertes registradas en 2018, cuando hubo 210 fallecidos, de los cuales 154 murieron en los centros penitenciarios.
Según el último informe Space el Consejo de Europa, España se encuentra entre los que tienen las tasas más bajas de mortalidad. La tasa española es de 19 fallecimientos por cada 10.000 internos frente a la media europea de 31, asegura Instituciones Penitenciarias.
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